Sofía y Agustina: 10 años de amistad marcados por Vendimia
El 7 de marzo de 2014 ambas mujeres eran coronadas Reina y Virreina Nacional de la Vendimia. Compartieron viajes y gran cantidad de eventos oficiales, pero hoy eligen acompañarse en sus vidas.
El próximo 7 de marzo se cumplen 10 años del día en que Sofía Haudet y María Agustina Cano fueron coronadas Reina y Virreina Nacional de la Vendimia, en 2014. Tenían 20 y 21 años y toda la ilusión por delante.
Ambas se muestran emocionadas por esto e, inclusive, se han preparado especialmente para el Acto Central de esta edición de la fiesta: “Consensuamos con un a casa de vestidos para que nos vista a las dos y que los mismos tengan que ver con la Vendimia”, explica Agustina, ilusionada.
Si bien no revelaron cuál será, si confirmaron que ambas llevarán prendas del mismo color, aunque de diferentes diseños. La noche en cuestión será un hito para ellas, que han forjado una gran amistad, más allá del año de Vendimia que compartieron.
Durante 2014 tuvieron la oportunidad de viajar mucho, participando de ferias turísticas y de vinos, no solo en el país, sino también en otros países americanos y, también, en España. Esas experiencias, sin dudas, las terminaron uniendo en pos de la promoción local.
“Salimos en un período en el que había mucha promoción de lo turístico desde Nación, pero también en la provincia. Teníamos un ministro (Javier Espina), que gestionó políticas que, creo, aún estamos viendo los resultados”, remarca Sofía.
Volviendo a el lazo entre ambas, tratan de asistir juntas a los eventos de Vendimia, siempre que sus agendas se lo permitan. Pero no se limita la relación a eso: “Nos hemos acompañado en momentos importantes de cada una, como cuando Sofi se recibió o yo me casé”, se encarga de detallar la virreina.
Al respecto, Sofía agrega: “Mil cosas hemos compartido juntas, yo la quiero mucho y me alegro mucho seamos parte cada una de la vida de la otra”.
Cómo se encuentran hoy
Después de una década, sus vidas han avanzado tanto en lo personal y lo profesional. En el caso de la guaymallina, estudió la licenciatura en Relaciones Públicas. “Fue gracias a una beca que me otorgaron de la Universidad Champagnat, cuando gané. Eso me dio la oportunidad de ser licenciada”, comparte con emoción.
Actualmente está con un proyecto que la entusiasma: “Se llama Palo Gol Wine, es un estudio creativo que hace comunicación estratégica, desarrollo web, gestión de redes, entre otras cosas”, describe, agregando que “también armo eventos, como Reconstruir Historias, una feria a beneficio de instituciones/organizaciones que trabajan con temáticas de violencia de genero”.
Por su parte, Agustina se recibió de abogada y escribana, pero ejerce la primera profesión. “Tengo mi estudio, principalmente en sucesiones, familia de derecho laboral”, indica la tupungatina, que se encuentra desarrollando su profesión en su departamento.
A nivel personal, las dos están en pareja. Sofía conviviendo desde hace 8 meses y Agustina casada desde 2021.
La huella de Vendimia en sus vidas
“Creo lo principal que me dejó la experiencia es el amor por el vino. Porque era muy joven cuando entré a este mundo y es un camino de ida. Quieras o no, vas desarrollando un paladar. No tomo cerveza, por ejemplo”, comparte con entusiasmo la reina 2014.
Asegura que compartir una copa de la bebida nacional “te invita a charlar, incluso cuando no conocés a la otra persona”, agregando: “El vino es fabuloso, es un alma viva”.
En cuanto a esto, Agustina destaca que Vendimia “te abre la cabeza” y permite “tener aptitudes que antes no tenías”, como saber hablar con autoridades o empresarios. Y, además, “articular acciones y proyectos que normalmente una mujer de 21 años no tiene”.
La exposición al público ha sido para ella una gran herramienta: “Cada vez que tengo que hablar en una audiencia, o ante un cliente, recuerdo que he estado presentando eventos ante miles de personas, como en Música Clásica por los Caminos del Vino”, recuerda. A menudo le pasa que sus clientes la recuerdan por su paso por Vendimia.
Actualmente, sigue relacionada con su rol, a través de la Comisión de Virreinas Nacionales de la Vendimia (CoViNaVe), con eventos o campañas solidarias. Por su parte, Sofía actualmente no participa en la agrupación de forman las reinas nacionales mandato cumplido lo que no impide que sea parte de los eventos vendimiales.
La evolución del rol de la Reina y de la fiesta
Tras 10 años, es lógico esperar que ambas noten cambios en torno a la fiesta y al lugar que ocuparon. Sobre lo primero, la tupungatina considera que “el gran desafío es mantenerla con todo su esplendor, pero agiornándose a estos momentos de crisis que estamos viviendo, porque hay toda una cadena de personas que trabajan en esto”.
Sofía, por su parte, analiza que “siempre hay una idea de modernizar la fiesta, pero que nunca termina de suceder. Cuando pasó lo de la pandemia, que dijeron los cortos, me pareció muy zarpado, creo que fue algo maravilloso, más allá de si te gustó o no el resultado. Pensé que se iba a mantener lo audiovisual, pero no pasó”.
Asimismo, se muestra un poco desilusionada al decir que “la fiesta como entidad ha quedado en lo básico”, ya que “antes había un montón de eventos en las calles, que podías acceder pagando o no”.
Respecto a la función actual de la figura de la reina, la guaymallina indica que, a su entender, “no se ha terminado de definir” y que sería interesante que esto ocurra para que “no termine dependiendo del gobierno de turno lo que hacen las chicas”.
“El rol quieran o no, es política no partidaria. Es una especie de relaciones públicas, porque encarna la voz del pueblo y tiene la posibilidad de articular cosas que pueden generar un montón de cambios”, explica.
La postura de Agustina es menos crítica, al señalar que “ha habido cambios muy positivos”, aunque aún no se termina de erradicar “ese pensamiento que vincula a la reina con la belleza”.
“Lo bueno es que de a poco se está cambiando, ya no se mira tanto lo físico, si no que se analiza a las chicas cuando hablan o les consultan sobre temas de actualidad”.