Emoción y euforia en el Teatro: así fue "Coronados de historia y futuro"

Fue la historia de Pedro, un sacrificado orfebre de Mendoza. Y la historia de Pedro puede ser universal. Una historia mendocina para el mundo. "Coronados de historia y futuro", el nombre del Acto Central de la Vendimia, giró alrededor de sus miedos, sueños y esperanzas. El orfebre representó la metáfora de la transformación, de la producción, de la superación de obstáculos, el trabajo artesanal, el talento y la dedicación.

En total "Coronados" tuvo cuatro actos y once cuadros que respondieron a la lógica narrativa de la Vendimia, pero buscó innovar con elementos y personajes principales. Sobre el escenario hubo algunas sorpresas: títeres, protagonistas inesperados, como la bailarina Vilma Rúpulo, música original y algunos clásicos. 

Para iniciar el relato, se proyectó un breve video como "precuela", Con el escenario colmado de bailarines, se representó "Mendoza la grande", con un tema musical original.

 Luego, aparecieron los personajes que en realidad representan un viaje al interior del protagonista. El insomnio, la incertidumbre y la inspiración, quienes "lo animan a buscar los materiales esenciales para su obra y a trabajar en conjunto con otros". Sobre el escenario, los tres personajes se representaron con títeres gigantes que aconsejan, atormentan e inquietan al protagonista. Pedro, mientras, se mantiene inquieto en el escenario. 

Los tres "consejeros" dialogaron con Pedro, quien se muestra inseguro por su trabajo como orfebre. Alrededor de los personajes, pululan "ojos", que posan su foco alrededor de lo que ocurre. 

En el tercer cuadro aparece el elemento fundamental: el agua como fuente de inspiración y de allí surge la "semilla germinadora". En el cuadro hubo dos detalles. Vilma Rúpulo fue la bailarina solista. La realizadora vendimial, una histórica artista mendocina, danzó sobre el escenario. La otra perla fue el tema musical, surgido del nuevo cancionero y creado por Matus. La "Zamba del Riego", tema que, por ejemplo, se escucha en la película "La sociedad de la nieve". 

El cuadro fluyó con delicadeza y fue aplaudido fervientemente por el público. 

La "germinación" le cambió el ritmo. Huarpes, homenaje a la tierra y rituales a la vida. Es uno de los cuadros fundamentales de todas las fiestas y esta vez se ejecutó ocupando todos los escenarios. "Nuestros pueblos originarios permanecieron despiertos cuidando el futuro", decía la voz en off.

Uno de los momentos más potentes fue el "cuadro de San Martín" con "La montaña de la Libertad", donde el teatro explotó. 

Uno de los recursos más usados fue el de los títeres y figuras de gran porte, algunas caricaturescas y otras realistas. 

El brindis fue uno de los actos más coloridos, Acróbatas en un escenario, bailarines contemporáneos en los otros. Vino, música moderna y, nuevamente, los tres títeres que representan los pensamientos, tormentos e ilusiones de Pedro, el protagonista. 

Otro clásico es la presentación de las colectividades, realizado con el carnavalito "Poco a Poco..:"

La música ciudadana estuvo presente con una milonga. La novedad estuvo con los efectos lumínicos de los bailarines. La popularidad del tema ayudó a que el público festejara.

Las contingencias estuvieron también representadas. En este caso, la metáfora usada con el orfebre también tuvo presente sus "heladas" y piedras. Figuras oscuras y claras y la potencia de "El témpano", un tema musical con potencia propia. 

En el mismo sentido, el cuadro donde se hizo presente la fe y las creencias populares, esta vez con la innovación de que no fue realizada en el inicio con el tema "virgen de la carrodilla". Pero cuando el tema clásico se solapó con el ave maría, la emoción creció. Hubo un detalle: en las cajas lumínicas se reprodujeron los frisos que están en la Parroquia de la Carrodilla. 

Una novedad fue la inclusión del "Bolero de Ravel", usado para solaparlo con el malambo, típico acto final para levantar euforia. Todos los escenarios cubiertos de bailarines, trajes brillantes y música fuerte. "Feliz vendimia", dijo la voz antes de congelar el cuadro. 

Mirá la galeria:

Cuadro por cuadro

Cuadro I

La desesperación Presenta el personaje principal: un orfebre llamado Pedro. En una breve precuela, una historia audiovisual, se lo ve de niño dando indicios de su destino como artista. Ya adulto, el pueblo le ha encomendado la inmensa tarea de crear un objeto que lo represente. Realiza varios intentos fallidos y ello lo sumerge en una profunda desesperación.

Cuadro II

Los tres mandatos En este momento aparecen tres personajes: el insomnio, la incertidumbre y la inspiración. Cada uno de ellos se presenta con sus peculiaridades e idiosincrasia. Todos forman parte indiscutible de la vida. Luego, interactúan sorprendiendo a Pedro. Lo animarán a buscar los materiales esenciales para su obra y a trabajar en conjunto con otros.

Cuadro III

El agua inspiradora Está presente el agua, con todo lo que ella significa y representa para la vida: alimento del paisaje, del cuerpo y del alma.

Cuadro IV

La semilla fundadora Los pueblos originarios hacen su ofrenda a Pedro para su obra: semilla y agua, el origen indiscutible de la cultura del trabajo.

Cuadro V

La montaña de la Libertad Se produce un encuentro con el General San Martín, quien se pone al servicio de La Gran Obra con su vasta experiencia en liderazgo y la humildad que solo los verdaderos héroes pueden esgrimir.

Cuadro VI

Las viñas de la identidad Pedro recuerda su infancia y a sus padres en la viña. Se ve a sí mismo recolectando racimo a racimo la uva. Una añoranza feliz lo invade y lo traslada a una atmósfera mágica. Se suceden imágenes de festividades en el pasado. Los trabajadores culminando su tarea, eligiendo a la muchacha más guapa, el baile, la alegría del vino nuevo.

Cuadro VII

El vino del presente Pedro vuelve de su viaje al pasado y se encuentra con una Mendoza nueva y pujante. Se hace referencia a todos los habitantes de nuestro suelo, de buena voluntad y deseosos de trabajar, quienes hicieron posible el progreso. 

Cuadro VIII

El vino y el turismo La noche. El tango. La pasión, que ponemos de manifiesto en cada una de las acciones cotidianas. La fuerza y la esperanza puesta en los niños y en los jóvenes. 

Cuadro IX

El desaliento Este oscuro personaje provoca el momento del quiebre: amenaza con la ausencia de la vid, del vino y de la alegría. Amenaza con destruir los sueños de la vendimia, con la piedra y la helada. Pedro cae en un desánimo total. Los tres personajes que lo acompañan siempre lo animan a seguir su camino con perseverancia.

Cuadro X

La fe puesta en la esperanza Se pone en valor la fe del pueblo como una tradición identitaria. Aparece la Virgen del Carmen de Cuyo, Patrona de los Viñedos, que todo lo puede. Cuadro XI. La coronación del futuro Pedro culmina su obra: una corona. Y con ella designa al Pueblo, verdadero soberano de esta tierra.