El impactante número de nacimientos prematuros por adicción a la cocaína
La Directora de Maternidad e Infancia de Mendoza contó sobre la compleja situación que atraviesan las maternidades de la provincia con el nacimiento de bebés con consumo problemático.
El nacimiento de bebés prematuros con adicción a la cocaína y síndrome de abstinencia es una realidad a la que se enfrentan médicos y médicas de las maternidades de Mendoza y familiares cotidianamente. En diálogo con Mónica Rinaldi, directora de Maternidad e Infancia de la provincia exploramos la complejidad de esta situación, las estadísticas impactantes, las diferentes realidades e historias familiares y las perspectivas médicas que rodean este delicado tema.
El consumo de drogas y sustancias adictivas durante el embarazo tiene consecuencias significativas para la salud fetal. En esto coinciden todos y todas las especialistas quienes señalan que el abordaje a tiempo de esta problemática que afecta a las madres y a los bebés en gestación es crucial, subrayando la importancia de abordar la adicción desde una perspectiva holística.
“Hace aproximadamente unos cinco años que se empezó a investigar a ver si las mamás tenían consumo y se empezó en el hospital Lagomaggiore, como un trabajo de investigación. Se descubrió que había muchas mamás que tenían antecedentes de un bebé prematuro sin tener ningún otro factor como por ejemplo la diabetes o una infección urinaria que a veces son desencadenantes de un parto prematuro y se investigó en esos chicos y se encontró que las mamás tenían consumo de sustancias”, comenzó contando la médica pediatra y neonatóloga. Desde que se comenzó a implementar este protocolo, en las diferentes maternidades de la provincia comenzaron a detectar casos de “malformaciones cardíacas o cerebrales”.
El protocolo para estos casos tiene varias aristas y solo se activa cuando hubo pocos controles prenatales, en aquellas mamás que refieren haber consumido sustancias previamente o que, por ejemplo, han tenido un accidente cerebrovascular sin tener ningún factor de riesgo. “A estas mamás se les hace el dosaje de drogas y también a los bebés se les realiza en orina”, explicó la especialista subrayando que primero se empezó a realizar en el hospital Lagomaggiore, luego en el Carrillo y el Paroissien y ahora se aplica en casi todos los hospitales provinciales.
En caso de dar positivo, “siempre se intenta conservar el vínculo de la madre con el recién nacido y su familia. Sin embargo, se realiza un análisis interdisciplinario entre pediatra, médico ginecobstetra, servicios sociales y salud mental de cada hospital para determinar cuál es “la condición de salud y la idoneidad que tiene esa mamá para ejercer como tal o la familia para ejercer el rol parental y que el bebé no esté en riesgo”, sostuvo Rinaldi. Es decir que “si está todo bien, si el niño o niña nace sanita, se deja en observación unos días más para ver si hace algún síndrome de abstinencia -que la mayoría de los bebés no lo hacen- pero pueden hacer apnea, o sea que se quedan sin respirar o convulsiones”.
Estadísticas preocupantes
Las cifras muestran que un número preocupante de bebés nacen con consumo problemático y experimentan el síndrome de abstinencia neonatal. La Directora de Maternidad e Infancia, explicó que de acuerdo a la bibliografía existente “entre el 2 y el 3% de los nacimientos tiene consumo problemático, pero si nosotros vemos en la actualidad en el hospital Lagomaggiore, hay aproximadamente unos 50 niños internados y solamente cuatro niños tienen o han tenido mamás con consumo”.
A simple vista, el número es alarmante. Sin embargo, la médica neonatóloga puntualizó que “no hay que relacionarlo con el número de internados sino con el total de nacimientos”. El porcentaje llega al 4% sobre los niños internados, pero sobre el total de los niños nacidos, ese número disminuye a menos del 2%, explicó la especialista.
En la actualidad, en trabajo conjunto con Género y el Programa de adicciones se han implementado diferentes avances para no recaer en la desvinculación de la madre y su bebé. Es por esto que cuando se detecta a una mamá con consumo, “si al bebé le dan negativo los análisis, no se suspende la lactancia materna pero si al bebé le da positivo también como a la mamá sí se suspende porque también existe pasaje de las drogas a través de la leche materna”, detalló Rinaldi.
La importancia de la información y la prevención
Existe desinformación sobre los problemas que puede causar el consumo de sustancias en la salud fetal. En ese sentido, la médica neonatóloga afirmó que “muchas mamás desconocen que las sustancias pueden afectar el desarrollo del bebé y que también atraviesa la leche materna, entonces cuando están en el hospital y toman contacto con el equipo de salud, se informan y muchas dejan de consumir y pueden iniciar de nuevo la relactación”.
Sin embargo, “las adicciones son enfermedades difíciles de superar. En esos casos, los bebés son alimentados con fórmulas alimentarias y continúa en seguimiento a la mamá, siempre existe un acompañamiento por servicios sociales, porque hay que buscar un referente dentro de la familia que acompañe a la mamá para garantizar el cuidado adecuado del niño. Por lo general no son separados salvo en situaciones extremas que estén en riesgo la vida del bebé”, puntualizó la Directora de Maternidad e Infancia.
En esos casos extremos, interviene el ETI (Equipo Técnico Interdisciplinario) para evaluar qué acciones son las más adecuadas. Si bien, la cocaína es una de las drogas que genera mayor adicción, problemas en los bebés y dificultades para quién la consume de dejar de hacerlo, “el alcohol y el cigarrillo, también”, aseguró la especialista y agregó que “no hay ninguna dosis segura”.
Lineamientos para el futuro
Así como la prevención es clave para abordar esta problemática de manera efectiva, también lo es la detección temprana de las adicciones y los consumos problemáticos en las madres y bebés en gestación. La médica neonatóloga sostuvo que se ha realizado un hallazgo en la posibilidad de “trabajar desde el embarazo en investigar en las mamás, porque el daño cerebral hay que frenarlo a tiempo”.
En ese sentido, contó que “hemos tenido niños con malformaciones o a veces los niños no tienen nada, pero más adelante tienen dificultades en el aprendizaje”. Por esos motivos la especialista concluyó que “es tan importante que la mamá que consume haga un tratamiento antes de quedarse embarazada para dejarlo antes de estar embarazada y si no que inmediatamente que empieza con el control prenatal, le cuente esta información al equipo de salud, no lo oculte, para que la puedas ayudar y que inicie el tratamiento inmediatamente”.