El 25% de los adultos sufre pérdidas involuntarias de orina y la mayoría no consulta al médico
Aunque es un síntoma que puede estar relacionado a enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer, mas de la mitad no realiza consultas médicas por incontinencia urinaria.
Este jueves 14 de marzo se celebra el Día Internacional de la Incontinencia Urinaria, declarado con el fin de concientizar al respecto de este fenómeno que afecta al 25% de los adultos mayores de 40 años. Al mismo tiempo, solo el 45% lo consulta con un profesional, mientras que el resto lo oculta y no busca ayuda, a pesar de la existencia de tratamientos.
Este fenómeno de incontinencia urinaria se clasifica en dos grupos: los casos de incontinencia de esfuerzo y los de incontinencia de urgencia. La primera clasificación hace referencia a quienes tienen una perdida involuntaria por aumento de la presión abdominal durante una actividad, como puede ser una carga, saltar o reír. El otro caso hace referencia a cuando la necesidad de orinar no puede posponerse y termina generándose la pérdida.
Este último caso se relaciona también con el "síndrome de la llave", haciendo referencia en su nombre a que se incrementa cuando la persona está llegando a su casa. Al mismo tiempo, puede darse comúnmente como síntoma de enfermedades neurológicas como el Parkinson o el Alzheimer, ambas de alto impacto en la salud.
Proporcionalmente, tres a uno, esta problemática suele darse más en mujeres que en hombres, y es mas probable en personas de edad avanzada, aunque puede suceder en cualquier momento de la vida.
¿Cómo tratar la incontinencia urinaria?
Luego de diagnosticarse el tipo de incontinencia, la evaluación de la historia clínica del paciente y los exámenes pertinentes, los profesionales determinan distintos abordajes según el caso. Estos tratamientos van en sintonía con lograr una corrección del problema y mejorar la calidad de vida, aunque, si es necesario, pueden hasta realizarse cirugías si no hay respuestas a los tratamientos de primera línea.
También existe, en casos en que los tratamientos no dan resultado o la medicación no logra el cometido, la "neuromodulación", según explicó el doctor Christian Cobreros, director del Instituto Urológico Buenos Aires: "En estos casos, podemos recurrir a técnicas muy novedosas como la neuromodulación. Estas nos demuestran que tenemos más opciones para tratar a estos pacientes y aumentar su calidad de vida".
Cobreros agregó también que "La neuromodulación sacra es una terapia segura, reversible y de eficacia comprobada". Además indicó: "En la actualidad, es la única opción que permite a los pacientes que no toleran la medicación, o que no desean o son refractarios al botox intravesical, lograr una mejora significativa en su calidad de vida. También está indicada para pacientes con detrusores (músculo de la vejiga) que presentan contracciones insuficientes, ayudando a corregir este defecto".