Advierten que hubo una fuerte caída en la producción y el consumo de leche en el país

El consumo de leche cayó un 15% en el mes de enero, en un contexto complicado por la inflación y el estancamiento de los salarios que causó un derrumbe del poder adquisitivo en muchos argentinos.

Según estimaron desde el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), esa caída en el consumo vino acompañada por una disminución en la producción de la leche, que mostró una baja interanual del 12,6%.

Se tratan de la mayor caída en siete años, sumado a la profundización de las relaciones desfavorables entre precios y costos, que según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), era previsible por proyecciones previas que señalaba reducciones de entre el 6% y el 18% en la producción anual en diversas zonas del país.

Un informe dado a conocer en los últimos días explicó que este derrumbe de la producción va más allá de lo "estacional". "Las semanas de altas temperaturas y la sequía, afectaron a las vacas, los maíces y la base forrajera, lo que obligó a adelantar la ensilada en no pocos lotes". Aún así, desde la OCLA advirtieron que las lluvias permitieron cambiar un poco el escenario en cuanto a la producción.

Sin embargo la situación continúa siendo crítica para el sector. "En el candidato a peor cuatrimestre de 2024, los números son muy malos para la producción y parecen ajustados para la industria. Con precios de $250 por litro (producción) y una necesidad arriba de $330 por litro. El mercado externo, hoy ofrece mejor negocio que el interno, por la muy complicada situación social", indicaron.

En este contexto, la producción lechera enfrenta un escenario complejo y desafiante que "requiere atención y medidas para mitigar los impactos negativos en el sector", concluyeron desde el observatorio.

Derrumbe en el consumo

La caída de la producción se notó en góndolas por la disminución en la demanda. La pérdida de poder adquisitivo de los consumidores hizo que cambiaran los hábitos de consumo.

Ante el aumento de los precios, los consumidores cayó la venta de leches pasteurizadas y aquellas con pre y probióticos. Las familias que compraban estos productos, se volcaron a otros cuya calidad no es la mejor. En tanto, las familias más humildes tomaron por decisión agregar agua y hacer rendir ese litro de leche que hoy por hoy supera los $840.

Esto ocurre porque la leche y los productos lácteos crecieron un 27,7% en enero de 2024  y un 279,2% en el interanual, según el Índice de precios al consumidor (IPC) dado a conocer por el Indec.

Según el informe de la OCLA respecto de los lácteos en el Gran Buenos Aires, la leche fresca entera de sachet tuvo un aumento del 37% respecto al mes anterior alcanzando los $842,24 (un 273,9% respecto a igual mes del año anterior).

En cuanto a la leche en polvo entera de 800 gramos, la suba fue del 25,8% (235,5% interanual) alcanzando el precio de $5.061,12.

Respecto a los quesos, el cremoso de un kilo subió en enero a $4.972,52 (23,9% más que diciembre), el pategrás se colocó en $9.312,69 (28,3% más que en el es anterior) y el sardo se colocó en $9.017,69 el kilo (29,9% más que en diciembre).

En tanto, la manteca de 200 gramos subió un 19,2%, el yogurt firme un 31,7% y el dulce de leche, un 21,1%.

Los ajustes en el consumo que hacen las familias para hacer frente a la fuerte inflación vuelve a impactar en el sector lechero, en un cuatrimestre económico que se perfila como complicado. 

El impacto de la caída del consumo

Según el Banco de Alimentos, la leche es reconocida como uno de los alimentos naturales más completos. "Su valor nutritivo es tal que no puede ser fácilmente desplazada ni sustituida. Es fuente de proteínas de alta calidad nutricional proporcionando una gran variedad de aminoácidos, de los cuales una gran parte son esenciales. De todos los minerales que los lácteos aportan, el calcio es el más destacado, hasta el punto que lo convierte en la principal fuente de este mineral imprescindible para la vida", advierten.

Como alimento es fundamental en todas las etapas de la vida; tanto en épocas de desarrollo como en la adolescencia, que es cuando más se necesita el aporte de calorías, proteínas y sales minerales contenidas en la leche. También lo es en situaciones biológicas tales como el embarazo, lactancia, envejecimiento y en la adultez.

Sin dudas, los índices que muestran una caída del 15% en el consumo de leche en el país es un indicador que preocupa a nivel nutricional, siendo uno de los productos más importantes dentro de la canasta alimentaria argentina.