El corazón de mi hijo me enseñó a vivir
Este es un día para sensibilizar e informar a la comunidad sobre este problema de salud, con una estadística anual en Argentina de siete de cada mil niñas y niños nacidos con esta patología.
Hace unos años fui mamá de mellizos, los cuales fueron esperados con mucho amor y cuidados, pero al nacer a nuestro pequeño Fede le diagnosticaron una cardiopatía congénita. Es una dupla de palabras que causaba miedo, incertidumbre y preocupación. Junto a mi esposo Fernando comenzamos a transitar un camino totalmente desconocido para nosotros, debíamos confiar el “corazoncito” de nuestro bebé a un cardiólogo infantil.
Fueron semanas difíciles
¿Qué hacemos? ¿Dónde vamos? ¿Cuál es el mejor especialista para nuestro bebé? No nos quedamos quietos, decidimos buscar otras opiniones, hasta que un gran cardiólogo infantil, nos aconsejo seguir atendiendo a nuestro pequeño con quien había realizado su diagnóstico y así fue.
Mes a mes concurrimos a su consultorio para realizar estudios de control, había parámetros que se iban modificando y eran los que determinaban cuando sería el momento exacto donde Fede debía someterse a una valvulopatía, otra palabra compleja de entender. Así fue como un dos de mayo, con solo un año y cinco meses atravesamos la compleja y difícil situación de acompañar a nuestro hijo al quirófano… el mundo se derrumbaba, pero al mismo tiempo debíamos ser fuertes, ya que en casa nos esperaba Vicky, Facu y nuestra recién nacida Lari.
La vida nos enseñó que tener un diagnóstico temprano ayuda a realizar un tratamiento adecuado y garantiza una vida mejor para nuestros hijos. Luego de unos años llegaron a nuestras vidas Dana y un tiempito después Francisco y también un sin fin de controles que nos fueron realizados simplemente al informar que uno de nuestros hijos había nacido con una cardiopatía congénita.
Estamos convencidos como papás, que tener un diagnóstico a tiempo, puede ayudar a resolver con mayor éxito cualquier problema que se presente, como así también nos puede ayudar a entender y procesar la situación, para encontrarnos más preparados y con mayor seguridad.
Es muy importante concientizar a la población sobre este tema y aconsejarles que hagan las consultas necesarias, para darles mejor calidad de vida a nuestros pequeños. Fede realiza hoy, una vida totalmente normal, estamos muy orgullosos del él, de su fortaleza, de su valentía.
¡Gracias, hijo por enseñarnos a ser fuertes!. Es un honor para nosotros ser tus papás.
* María Julieta Morillo, Prensa y difusión ¿Me regalas una hora? MRUH.