Cómo vivir el Día de los Enamorados en la era del desamor y del “que fluya"
Los influencers Francisco Sola y Chu Rodríguez dialogaron con MDZ sobre lo que significa festejar este 14 de febrero en una época en que las personas se rehúsan al compromiso para no salir lastimados.
El próximo 14 de febrero se celebrará el Día de los Enamorados, una festividad de origen católico que se festeja anualmente en conmemoración de las buenas obras realizadas por San Valentín de Roma, relacionadas con el concepto universal del amor y la afectividad.
San Valentín casaba a soldados con sus prometidas en las mazmorras de las cárceles del imperio en los tiempos en que el cristianismo fue prohibido por Claudio II.
Originado por la Iglesia católica como contrapeso de las festividades paganas que se realizaban en el Imperio romano, esta fecha fue ganando importancia a lo largo del tiempo desde una perspectiva laica como Día de los Enamorados o Día del Amor y la Amistad: dos tipos de relaciones afectivas que en estos tiempos de virtualidad y del miedo al compromiso, dan lugar a un amplio abanico de matices.
MDZ dialogó con dos instagramers que escribieron sendos libros donde hablan del amor, las relaciones y la salud emocional, los que reflexionaron sobre el desafío de construir un vínculo de pareja en la actualidad.
Amar es para valientes
Francisco Sola (@franciscosolaok) tiene 1,5 millones de seguidores en Instagram donde comparte sus pensamientos y es autor del libro “Hago lo que puedo: Reflexiones para conectar con tu coherencia emocional”.
Sobre el Día de los Enamorados, comentó a MDZ: “Esta fecha es una oportunidad para demostrar el amor más allá de la movida comercial que tiene el 14 de febrero y que el amor se demuestra todo el tiempo. Creo que esas son críticas muy típicas de los argentinos. Es una fecha comercial, como dicen muchos, pero ¿cuál es el problema en darle unas flores a tu persona que amás?, ¿darle unos besos?, ¿llevarla a un lugar lindo? ¿Lo podés hacer otro día? Sí. Pero, ¿por qué no podés celebrarlo ahora? Disfrutá, Salí al cine con tu pareja. Hacé el amor. Reíste. Subí una foto a Instagram. Compartí el bello milagro del amor”, alentó Francisco.
“Ya lo decía el papa Francisco: 'Amar es para valientes'. Para tener un amor saludable hay que ser una persona valiente, y hoy en día tenemos mucho miedo a sentir, y a sentirnos vulnerables. Porque el amor es vulnerabilidad, y es también tener un compromiso. Hoy estamos rígidos, tenemos un corazón de piedra, y la forma de resolver esta falta de compromiso es el ´Vamos viendo´ - como se dice hoy a las relaciones sin títulos- que esconde el profundo miedo que tenemos a conocemos a nosotros mismos”, reflexionó.
El escritor del libro “Hago lo que puedo” admitió que se encuentra hoy en día en pareja y experimentando un amor muy profundo. “Yo le había propuesto a mi pareja ese ´Vamos viendo´. Y ella me dijo: ´No. Yo quiero esto así´ y me plantó qué era lo que buscaba. Para mi fue una gran maestra, porque el ´vamos viendo´ mío era el miedo a que no me elijan y a no valer lo suficiente para la otra persona. Es una frase que esconde algo banal, para que la otra persona pueda compartir tiempo conmigo. Pero no es así. Una persona vale por cómo es, y tiene que permitirse que los demás la quieran por cómo es. Es un compromiso con sí mismo y con la otra persona, a la vez”, aseguró.
-¿Cómo ves que hoy las relaciones dependan de si el otro manda o no un mensaje de Whatsapp o si te responde de inmediato o no para medir el compromiso en el vínculo?
- Hay que tener en cuenta que los seres humanos somos animales que evolucionamos por medio de la razón. Nuestra estabilidad es la razón. Entonces, cuando una persona un día te dice A, al otro día te dice B, al otro día te dice C, te escribe, no te escribe, te cuelga, te dice que te extraña, después dice que no quiere nada, después dice que quiere todo con vos, te destruye la salud mental. No sé si lo hacen conscientemente o inconscientemente, pero es una manipulación. Cuando alguien no es constante en el tipo de comunicación, lo que le estás generando a la otra persona es una gran incertidumbre y una gran ansiedad, a la vez. Hoy en día, hay una cultura del descarte, que hace que a la primera señal o al primer problema, nos vayamos. Pero hay que tener en cuenta que una relación sana, se construye. Requiere llegar a acuerdos e ir evolucionando entre dos. Y eso requiere valentía y esfuerzo”.
Permitirse vivir
- En tus videos hablás de personas de “alto valor” ¿Qué significa para vos ser una mujer o un hombre de “alto valor”?
- Sin dudas que no es una persona que genera plata, que tiene un buen cuerpo, que tiene a disposición a todas las mujeres y todos los hombres que quiera. Ser una persona de “alto valor” es que quien te elija, se quede, te ame y sea leal, porque sus principios van en sintonía con los tuyos. Por eso creo que hay que es invertir un poco el pensamiento que se tiene hoy. Para mí, el desafío es que, si vos te considerás dentro del espectro diminuto de personas de "alto valor", te elijan por la valentía de amar, por la lealtad, por tener en claro lo que querés hacer y que brilles con tu propia luz.
Yo he perdido mucho tiempo en mi vida por no decir las cosas claras, por no decir “Quiero una relación cerrada, no me gustan las relaciones poligámicas”, por ejemplo. Hoy en día estamos muy reprimidos. Pero si el mundo está enfermo, hagamos la revolución de ser personas normales, que quieran a otros, y lo digan. Que tengan la valentía de atreverse a amar y que, si no funciona, pasen luego por el duelo. Es así. Eso es lo natural. No dejarse amar por miedo a que te lastimen es como no salir a la calle, por miedo que te atropellen. La vida está llena de peligros y el amor está en la posibilidad del riesgo.
Yo cada vez que voy a un hospital hablo con enfermeras y les pregunto lo mismo. ¿De qué se lamentan las personas que ingresan a una terapia intensiva? Y todas contestan lo mismo. Todas esas personas dicen: "Ojalá me hubiese permitido vivir y ser feliz”.
Vos sos tu prioridad
María Jesús “Chu” Rodríguez (@chuchu_rodschau) comenzó en pandemia a reflexionar en sus redes sociales acerca de las relaciones afectivas a partir de sus propias historias y luego de un tiempo lanzó su podcast “Redescubriéndome” que es un éxito en Spotify.
A través de sus experiencias escribió su libro “Desamor en la era descartable”, en el que habla sobre las nuevas formas de relacionarse y la falta de responsabilidad afectiva que hoy impiden establecer conexiones responsables con otras personas.
Ante el inminente festejo de San Valentín, “Chu” charló con MDZ respecto a las personas que dudan si festejar o no el Día de los Enamorados con quien está manteniendo un vínculo sexoafectivo.
“Cuando hay amor, cuando hay sinceridad, cuando hay honestidad, cuando dos personas realmente saben que están construyendo algo, el 14 de febrero puede ser un motivo de festejo. Si bien hay países que lo festejan más o menos, este un día donde se conmemora el amor. Pero la realidad es que el amor está en todos los días y en todas las cosas, y no va solo en el de pareja. Yo creo que el Día de San Valentín también puede ser el Día de la Amistad y puede ser el Día de la Familia. Si estás en una relación híbrida, lo mejor es esclarecer las cosas, aclarar y tal vez ni te corresponde festejar. Pero creo que uno es el que decide estar esos vínculos donde no estás construyendo nada. Obvio que hay mucha manipulación y cosas que están fuera de nuestro control, pero cuando vos sos tu prioridad, cuando vos te valorás, no permanecés en vínculos donde no está claro que son... entonces, tal vez San Valentín sea un motivo para decir: “Este tipo de vínculo, no me suma, no me hace bien, es mejor hacerme a un lado”.
-¿Creés que hay gente que le afecta más que a otra el festejo del Día de los Enamorados?
-Tener o no una pareja no define tu felicidad. La felicidad está dentro de uno, por más que suene trillado. Cuando vos estás bien, todo va a fluir y realmente te vas a sentir bien. Es una fecha más, tomémoslo como lo que es. Si no tenés pareja, te juntás con amigos, hace un plan divertido, tampoco le des demasiada trascendencia.
- ¿Cómo influye la virtualidad en los nuevos tipos de relaciones afectivas que existen y cuánto afecta la falta de claridad en el tipo de vínculo que tenés con tu salud mental?
- Las redes muestran la mejor cara, la mejor faceta de las parejas, de las personas, de todo. Pero no sabés todo lo que hay por detrás. Es como la punta de un iceberg. No ves todo el sufrimiento, el trabajo, el sacrificio que hay. Tener una pareja es un laburo full time. No hay que idealizar la vida de nadie.
Las redes sociales juega mucho con nuestra psiquis, con nuestra ansiedad, pero más que nada porque generan una idealización, una ilusión. Lo mismo las aplicaciones de citas que también han hecho lo suyo. Si bien es una herramienta para conocer gente, también es una realidad que genera esa ilusión de que está lleno de opciones que descartamos con mucha más facilidad, sin siquiera dar ninguna oportunidad al otro.
Estamos en un momento crítico a nivel social, esa es mi perspectiva. Es complicado de verdad porque cada vez cuesta más conectar. Yo siempre digo que es mejor conocer a las personas en vivo, acercarse en un bar, en el gimnasio. No estoy en contra de las aplicaciones, ni de las redes. Pero lo mejor que te puede pasar, es coincidir con alguien y poder mirarlo la cara.
Las redes y las aplicaciones están haciendo estragos y complicando un poco la dinámica. Hay que relativizarlas, tomarlas como una herramienta y no abusar. El chat es simplemente un medio para filtrar y coordinar un encuentro presencial. Recibo mensajes de seguidores diciéndome ´ venimos hablando hace como seis meses y nunca completamos una cita presencial´. Así es muy difícil, porque los vínculos se construyen en persona.
Aprender a esperar lo que te mereces
- Cada vez hay más gente que lleva años buscando una pareja responsable efectivamente y no la encuentran. ¿Qué está pasando?
- Es cierto, genera mucha frustración, porque ha cambiado la forma en que nos vinculamos. Hoy hay otra realidad, es un nuevo mundo, una nueva era. Falta honestidad, claridad interna. Hay quienes no tienen claro qué buscan y terminan desordenando la vida de los demás. Por eso creo que lo primero es tratar de definir bien qué es lo que cada uno quiere y no desesperarse. Aprender a esperar lo que te mereces es el mayor acto de amor propio que podés tener.
Hay que tener calma y no conformarse por desesperación o por esa angustia que es lógica si llevás mucho tiempo soltero. Pero lo mejor que podés hacer es ir para adentro, meditar, estar tranquilo y filtrar bien. Cuanto más en paz estás con vos mismo, no hay margen de error. Cuando sos tu versión auténtica, honesta, sincera, y decís para cuál estás, no andás complicándole la vida a nadie y las cosas se dan.
Solo tenés que coincidir con una persona que sea responsable afectivamente y no todos saben cómo serlo. A uno mismo le cuesta a veces decir las cosas como son, porque no estás realmente conectado con tu sentir. Por eso insisto en que hay que conectar con las emociones, con los miedos, y empezar a arriesgarse un poco más. Sé que es cansador, que muchas veces es una acumulación de experiencias negativas, pero el que no arriesga no gana.
-¿Qué ves a futuro ante la cantidad de personas que hoy transitan la soledad no conformándose con migajas de amor o relaciones que no son responsablemente afectivas?
- Creo que está cambiando el mundo. Hoy no importa el qué dirán ante una persona que está soltera, pero tampoco podés estar esperando a esa persona que realmente llegue a tu vida que sea perfecto. No se puede vivir en la espera. Tu vida es lo que está pasando hoy y te tenés que hacer cargo. Si no se te está dando el encontrar esa pareja, tenés que buscar otras herramientas para encontrar la felicidad dentro tuyo. Pero nunca hay que conformarse por miedo a estar solo o sola. ¿Para qué querés estar en una relación que no te suma? Mejor estar solo. Pero con una soledad bien llevada, con calma y con la paz necesaria. No elegir desde la necesidad.
A futuro yo veo una reconfiguración de los vínculos, donde habrá mucha más gente sola con perro o con gatos. Ya esto de tener relaciones y lucharla hasta el último día de nuestra vida no corre más. Hoy en día se prioriza la paz mental. ¿Me suma o no me suma? Mientras te sume la persona que está al lado tuyo, buenísimo. Pero si empieza a restar, hay que hacerse a un lado.
El tema es que hay desesperación y mucha frustración porque es muy difícil hoy en día coincidir y conectar con alguien. Pero tampoco es imposible. Todo llega cuando tiene que llegar", asegura "Chu".