En crisis

Cerró la histórica fábrica de copetín Gonzalo: la historia detrás de la quiebra

Por un mensaje de WhatsApp, trabajadores y trabajadoras se enteraron que la fábrica a la que le dedicaron toda su vida cerraba sus puertas. La historia, el vaciamiento y 27 familias en la calle.

Micaela Blanco Minoli
Micaela Blanco Minoli lunes, 2 de diciembre de 2024 · 15:11 hs
Cerró la histórica fábrica de copetín Gonzalo: la historia detrás de la quiebra
Los trabajadores reunidos en la puerta de la fábrica Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ

Este domingo 1 de diciembre, mientras los trabajadores y trabajadoras de la fábrica de copetín Gonzalo se encontraban en sus casas, con sus familias y disfrutando del único día de descanso semanal, recibieron por WhatsApp un mensaje de audio del dueño. Con él se enteraron que la empresa se presentó en convocatoria, es decir, se declaró en quiebra, dejando a 27 familias en la calle.

Este lunes se juntaron en la fábrica esperando la comunicación del síndico para ver cómo seguir, pero como dice Luis, empleado con 31 años de antigüedad, "queremos seguir a costa de lo que sea, la mayoría somos grandes. Es una vida acá adentro que no la vamos a dejar así nomás". 

La mayoría de los empleados tiene entre 20 y 35 años de antigüedad trabajando en la reconocida fábrica de copetín Gonzalo. Muchos mendocinos han disfrutado, en las mesas de cumpleaños de los chicos y no tan chicos, de las papas fritas producidas y envasadas en la calle Berutti de Dorrego.

Luis Sartorio y Claudia Atencio tienen 31 y 35 años de antigüedad en la empresa. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ.

"La mayoría somos gente con mucha antigüedad. Ayer al mediodía, algunos almorzando y otros preparando su almuerzo, 14.30 aproximadamente, nos envían un audio del socio de la empresa, el dueño José Antonio García Requeno, a todo el personal, mediante el cual nos informaba que la empresa se presentaba en convocatoria, en quiebra", cuentan Luis Sartorio y Claudia Atencio, quienes junto a sus compañeros se encontraban en la puerta de la fábrica esperando la comunicación del Dr. Cépedes, síndico designado en la causa.

Denuncian que el vaciamiento empezó hace meses

El vaciamiento de la fábrica no empezó ahora. Hace un tiempo que se tomaban decisiones que hacían dudar a los trabajadores. Todos sabían que la situación era crítica: menos producción, falta de materia prima, deudas con proveedores y pagos de salarios en cuotas fueron algunas de las señales de que algo andaba mal.

La preocupación de los trabajadores es muy grande. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ.

"Primero dejó de pagar los 931 que son los aportes a la obra social, a las leyes sociales, ART, todo eso lo dejó de pagar y obviamente nos decía 'no puedo pagar porque tengo que pagar tantos millones de acá, tantos millones de allá'. Entonces hace seis meses que no tenemos aportes a la obra social, nos han suspendido todas las obras sociales, nos dieron de baja la ART. Estamos en una situación en la que ni siquiera podemos tener un accidente y no tenemos obviamente aportes a la seguridad social, seguro, ni nada", detalla Claudia sobre la complicada situación que vivieron los últimos meses.

Con la excusa de tener un ingreso extra, el dueño de Gonzalo les dijo que iba a alquilar el depósito de la fábrica y puso a los trabajadores a desocuparlo. Entre otras cosas, tuvieron que mover una máquina envasadora -de alrededor de 60 mil dólares- que estaba en funcionamiento, hacia el sector del frente de la empresa.

Empleados de Gonzalo mirando el frente de la fábrica. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ.

"Desocupó todo, vació todo, empezó a no pagarle a los proveedores tampoco y nos empezamos a quedar sin mercadería, sin papa para freír porque él decía que no podía pagar, que no podía comprar, que los proveedores no le mandaban porque no pagaba. Nos quedamos sin envases, porque a la empresa que nos provee los envases tampoco. Según él, no podía pagarle a los proveedores", sostiene Claudia y agrega que si hubieran estado en conocimiento de la situación de la empresa los hubieran apoyado. "Yo estoy convencida de que todos los proveedores -son proveedores también de más de 30 años- no nos hubieran dejado caer, hubieran hecho algo para que nosotros siguiéramos. Pero aparentemente no había voluntad de seguir por parte de la patronal", afirma.

Debaten como seguir. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ.

El sábado, el dueño se despidió como cualquier otro día. "Repasamos lo que habíamos hecho en el día y nos despedimos con normalidad", recuerda otro de los trabajadores. "Pero después en el audio se contradice a todo ese acto que había hecho de decir que él se había enterado recién", cuentan con desconfianza .

Si bien calculan que la mayoría de la maquinaria quedó adentro de la fábrica, algunos de los repartidores que tenían vehículos a su cargo se lo retiraron el día viernes "de una manera muy sospechosa", dicen, lo que además les hace confirmar que el movimiento estaba planificado.

El frente de la empresa por calle Berutti. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ.

Históricamente, cuando la empresa la manejaba su fundador, Gonzalo, los salarios se cobraban el día 3. "A partir de que se hizo cargo el hijo, nos pasó al día 5. Y hace tres meses que nos paga el sueldo en dos o tres cuotas", señalan, sin certezas de qué ocurrirá con el sueldo correspondiente al mes de noviembre. "Hasta el 5 no sabemos que va a pasar", expresa con cierta inquietud.

La fábrica Gonzalo desde la perspectiva de sus trabajadores

La vida de la mayoría de los trabajadores transcurría en la fábrica. De los 27 empleados, 15 se dedicaban a la producción y mantenimiento, cinco hacían el reparto, tres se ocupaban de tareas administrativas y la atención al público, más otros dos que trabajan en Neuquén haciendo toda la distribución del Sur y otro en Tunuyán encargado del reparto en la zona del Valle de Uco. "Hace 25 años que trabajaban los dos empleados del sur. No somos sólo nosotros. Estos chicos también dependen de lo que nosotros decidamos acá", manifiesta Claudia.

Los horarios de atención que funcionaron hasta el sábado pasado. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ.

Sobre el trabajo en la fábrica, Luis relata que ingresaban a las 8 de la mañana y trabajaban todos los días hasta las 17. "Solo el mostrador trabajaba horario cortado, pero la empresa funcionaba de 8 a 17 todos los días y sábado de 8 a 13 horas", detalla. Salvo los repartidores que hacían trabajo diferenciado, la mayoría cumplía las 9 horas dentro de la fábrica

Se vienen las fiestas y nadie quiere quedar en la calle

Como cualquier persona que tiene una familia que mantener, que ha dedicado años de su vida a un trabajo, los 27 empleados de Gonzalo están dispuestos a sostener sus puestos laborales. "Hemos pasado un domingo de los peores y somos 27 familias las que vamos a padecer esta crisis o lo que él ha creído o ha querido hacer con esto. Nosotros vamos a tratar, si se nos permite, si el síndico nos da la posibilidad, el gobierno o quien fuera, de formar una cooperativa y continuar con esta marca", afirman.

Luis, uno de los voceros y empleados con mayor antigüedad. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ.

"Estamos esperando que el síndico nos conteste cuáles son los pasos a seguir. La Subsecretaría de Trabajo ha dejado un acta que tenemos que entregarle porque ellos tienen que presentar cierta documentación el día 4 de diciembre y ahí procederemos nosotros. El sindicato que también se presentó esta mañana (por el lunes) temprano nos dijo que nosotros tenemos también derecho a cobrar un fondo de desempleo porque nos deberían despedir, todavía somos empleados de la empresa", explica Claudia.

El sentimiento es de incertidumbre, enojo y desconsuelo. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ.

Una sola cosa tienen clara: nadie quiere quedarse en la calle. "Hasta que no sepamos qué es lo que tiene para decirnos el síndico, no sabemos cómo vamos a continuar. Pero sí queremos seguir, a costa de lo que sea, la mayoría somos grandes. Es una vida acá adentro que no la vamos a dejar así nomás", advierten. 

El video de la fábrica Gonzalo tras la quiebra

 

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