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Carritos choripaneros: nadie se hace cargo y siguen sin control

La falta de claridad sobre quién debe controlar los puestos de choripanes bajo el puente de la Ruta 40 deja un vacío preocupante. Ni los municipios aledaños ni la provincia asumen responsabilidades.
Los puestos no son controlados por nadie. Foto: Marcos García / MDZ
Los puestos no son controlados por nadie. Foto: Marcos García / MDZ

Los puestos de choripanes bajo el puente de la Ruta 40, entre Godoy Cruz y Guaymallén, funcionan en un limbo legal del que nadie se quiere hacer cargo. Sin controles bromatológicos, habilitaciones comerciales ni inspecciones de seguridad, estos icónicos espacios de venta de choripánestán fuera de toda regulación. Ni los municipios ni la Provincia de Mendoza  asumen responsabilidades, dejando a los consumidores sin garantías.

La situación es más compleja de lo que parece. Al tratarse de una zona que corresponde a Vialidad Provincial y, en algunos sectores, a Irrigación, las municipalidades de Godoy Cruz y Guaymallén argumentan que no tienen competencias para realizar ningún tipo de intervención. De hecho, ambas comunas evitan hacer declaraciones sobre el tema, dejando los puestos en una suerte de "zona gris" legal.

"No es nuestra competencia"

Desde Vialidad Provincial intentaron aclarar el panorama, aunque lejos de aportar soluciones. Una fuente de la entidad explicó que, aunque el espacio pueda estar bajo su jurisdicción física, esto no limita a los municipios para realizar controles bromatológicos y sanitarios.

Los puestos no son habilitados por nadie. Foto: Marcos García / MDZ.

Para ilustrar la situación explicaron que ellos se encargan de construir y mantener las rutas, autopistas y ciertas calles pero no de la ley de tránsito. "Si alguien comete una infracción sobre la Costanera, que es de Vialidad, quien debe multarlo es la policía vial municipal correspondiente o la policial de Mendoza. Nosotros no", ejemplificaron.

Según esta lógica, deberían ser las comunas las encargadas de inspeccionar los puestos de choripanes, pero tanto Godoy Cruz como Guaymallén insisten en que la jurisdicción es provincial, lo que les impide intervenir.

Al estar ubicados debajo del puente, se encuentran en una zona gris. Foto: Marcos García / MDZ.

Por su parte, desde el Departamento de Fiscalización y Control de la Provincia de Mendoza también se mostraron reticentes. Según explicaron, el tema no entra dentro de sus incumbencias, manteniendo la línea de no intervención que comparten las comunas y Vialidad.

Un vacío sin respuesta

Mientras las autoridades locales y provinciales se deslindan responsabilidades, los puestos operan en un limbo legal que deja muchas preguntas sin responder. ¿Qué sucede si ocurre un incidente relacionado con la seguridad alimentaria? ¿Quién garantiza que se cumplan los estándares básicos para los consumidores?

Cientos de personas comen todos los días en estos puestos. Foto: Marcos García / MDZ.

La falta de claridad no afecta la popularidad de los puestos, que cada fin de semana se llenan de mendocinos y turistas en busca del famoso choripán. Sin embargo, mientras el clásico choripán del puente sigue siendo un atractivo para quienes buscan una comida rápida y sabrosa, las autoridades continúan lavándose las manos. Nadie parece estar dispuesto a asumir la responsabilidad.