Frágil: así está etiquetado el lugar del otro
Es domingo y llega "Arte que motiva", la columna que nos interpela de Juan Barros con su estilo personal.
Todo lo que valés te hace valiosa, te hace valioso.
Mucho más que lo que valés para los demás…
Mirarse es necesitar un tiempo para ver.
El sentido inicia la voluntad.
Carlos de Foucauld nos afirma al afirmarnos prójimo:
"Creo que no hay palabras del Evangelio que me hayan causado una impresión más profunda y hayan transformado más mi vida que estas: "Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis". Si se piensa que estas palabras son las de la verdad increada, las de la boca que ha dicho "esto es mi cuerpo, (...) esta es mi sangre", con qué fuerza uno se siente impulsado a buscar y amar a Jesús en "estos pequeños", estos pecadores, estos pobres" (1 de agosto de 1916, carta a Louis Massignon).
Es el mundo revuelto por el lugar del otro que sigue desafiándonos “mirada”.
¿Nadie es como era?
Los credos son espejos rotos a piedradas de…
El desprovisto lugar del otro está en reparación.
¿Y nuestro oficio de “restaurador” cuál es al mirarnos?
Hay muchos reparos… a reparar…
Somos como creemos amar.
Nada es tan libre como la mirada.
Por momentos parecería que…
¡No hay tiempo para lo que no es como yo!
Como nos sueñan nos hacen creer.
Las palabras son lo que nos hacen.
¡son hechos!
La vida es como nos miramos.
Te quedás contigo como te quedás conmigo.
El miedo es la traición.
Como podemos amar es todo lo que podemos ser.
¿Perdonás la verdad otra vez…?
Lo que hacés es lo que sos.
El lugar del otro revela el sentido.
¡No soy tu interpretación!
Tu deseo es tu modo de creer.
¡Que tus besos entreguen tu alma!
“Con un beso me traicionas” respondió Jesús a Judas.
El deseo es conclusivo.
Lo que pasa es como soy.
Por lo que vivir es por lo que morir.
Como me hacés ser es lo que me hacés ser.
Como sos conmigo me hacés ser conmigo.
¡A dejarse creer por Dios!
* Juan Barros, energizante natural. Apto para todo público.