Con un proyecto de ley, promueven el debate por la subrogación de vientre
Una propuesta que ingresó a la Cámara de Diputados busca regular la gestación por sustitución en Argentina, una práctica sin regulación y que genera controversias legales.
El legislador Oscar Agost Carreño, del bloque Encuentro Federal, elevó un proyecto de ley en la Cámara de Diputados que podría abrir el camino para la legalización de la subrogación de vientre en el país.
La propuesta, que contemplan tanto la modalidad altruista como la posibilidad de compensación económica para la gestante, ha sido permitido en algunos casos a través de fallos judiciales, pero no cuenta con un marco legal específico en Argentina, por el debate bioético y legal que abre en la sociedad.
La normativa que ingresó a la Cámara de Diputados pretende ofrecer un marco claro sobre los derechos y responsabilidades de cada parte involucrada, protegiendo especialmente el interés del niño, cuya filiación se definiría desde el nacimiento para evitar futuros conflictos.
El legislador sostiene que la prohibición actual sólo beneficia a aquellos que pueden afrontar los costos de los litigios necesarios para validar la subrogación de vientre, dejando fuera a las personas con menores recursos.
"No podemos seguir ignorando las dificultades que atraviesan quienes desean ser padres y se ven obligados a enfrentar largos procesos judiciales e incertidumbres legales para que se les permita el acceso a esta técnica", señaló Agost Carreño a la agencia Noticias Argentinas.
Para el legislador, esta situación obliga a un "cambio en las reglas de la maternidad", dado que el Código Civil sólo reconoce como madre "a quien puso el vientre para concebir y no a quien puso los gametos".
Residencia en Argentina
El proyecto de ley establece requisitos para las partes implicadas, incluyendo que tanto la mujer gestante como los futuros padres cuenten con residencia mínima en Argentina para evitar que extranjeros recurran a este procedimiento en el país.
Además, se exige a la gestante tener entre 18 y 40 años, haber sido madre previamente, y se limita a dos las subrogaciones posibles por persona. Las parejas, por su parte, deben presentar pruebas de infertilidad y tener entre 18 y 45 años.
Otro aspecto relevante del proyecto es la seguridad y bienestar de la gestante, a quien se propone asegurar con un seguro de vida, cobertura médica durante el embarazo y apoyo psicológico. Respecto al tipo de compensación, la iniciativa propone que esta se acuerde en privado, sin intervención estatal, aunque este punto podría generar controversias ya que esta flexibilidad puede dar lugar a abusos.
La propuesta de Agost Carreño se inspira en modelos internacionales de subrogación, diferenciando entre el altruista y el comercial. Algunos países, como Canadá y el Reino Unido, permiten únicamente la modalidad altruista, mientras que otros, como Estados Unidos, autorizan compensaciones económicas, una práctica que la propuesta en Diputados también menciona.
El debate que pretende abrir en el Congreso este proyecto de ley coincide con un resonante caso que tuvo lugar la semana pasada en el Aeropuerto de Ezeiza, donde una pareja italiana y una mujer argentina fueron detenidas cuando intentaban salir del país con una beba nacida mediante subrogación de vientre.
Según investiga la justicia, la mujer que puso a disposición su vientre para que dos hombres italianos pudieran ser padres es una joven oriunda de Rosario que se encuentra en una situación de vulnerabilidad y que lo habría hecho porque necesitaba el dinero y no por un fin meramente altruista, por lo que se evalúa una presunta trata de personas, venta de niños o apropiación de menores.
Este caso puso de relieve el riesgo de que la falta de legislación favorezca situaciones de vulnerabilidad y explotación, en las que las mujeres acepten prestar sus vientres por necesidad económica.