Dia Mundial de la Neumonía: cómo prevenir la enfermedad en niños y adultos
Existe una familia de bacterias, que tiene la peculiaridad de estar distribuida alrededor del mundo, y producir diferentes cuadros clínicos en personas que se encuentran en los extremos de la vida.
El Streptococcus Pneumoniae, conocido comúnmente como neumococo, es la bacteria responsable de un gran abanico de infecciones, que va desde la portación sin síntomas hasta enfermedades potencialmente graves como la neumonía, la meningitis y la sepsis. La prevención de la enfermedad por neumococo ha sido un gran desafío para la salud pública durante décadas.
A lo largo de los años, la introducción de distintas vacunas en los programas de vacunación transformó significativamente la epidemiología de las enfermedades neumocócicas.
Las primeras publicaciones del neumococo se remiten al año 1881, cuando Stemberg en EE. UU. y Pasteur en Francia describieron unas bacterias que se encontraban en la saliva humana. Este hallazgo marcó un hito en la historia al revelar la existencia de una bacteria capaz de provocar enfermedades potencialmente mortales en seres humanos.
Según las diferencias antigénicas de la cápsula del neumococo, se han identificado más de 90 serotipos, de los cuales un número limitado es causante de enfermedad neumocócica invasiva. La identificación de serotipos ha variado según región geográfica, edad y período de estudio. Además, de 6 a 11 de los serotipos más comunes causan aproximadamente 70% de todas las infecciones invasivas en niños en el mundo.
No todos los serotipos que circulan en niños y en adultos son iguales. Según los datos presentados por el Instituto ANLIS Malbrán en el XXIII Congreso de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) en 2023, en niños menores de 5 años, entre 2020-21 los serotipos prevalentes fueron, 19A, 23B, 24F, 8 y 15B. Mientras que, en el caso de los adultos, los serotipos prevalentes en mayores de 65 años (según un análisis de los casos reportados al Sistema Nacional de Vigilancia desde el 2017 al 2021) fueron 3: 8, 12F,14 y 7F. El serotipo, caracterizado por su alto potencial de invasividad, altas tasas de neumonía complicada y riesgo de mortalidad, permanece estable a lo largo de los años.
Pero ¿cómo una bacteria que puede alojarse en la mucosa orofaríngea sin producir síntomas puede causar una enfermedad grave? Empecemos por comprender que el neumococo se transmite de persona a persona mediante las gotitas respiratorias que se expelen al toser o estornudar. Las personas que portan el neumococo en la nariz y la garganta no presentan síntomas, pero son capaces de transmitir la infección a otras personas.
Quiénes son los más afectados
Los principales afectados por estas infecciones son las personas que se encuentran en los extremos de la vida y las personas que presentan factores de riesgo. Las infecciones neumocócicas son una de las principales causas de enfermedad y mortalidad infantil, causando una muerte cada 43 segundos. Las infecciones respiratorias como la neumonía, así como las otitis son las manifestaciones más frecuentes del neumococo. La prevención es clave, y la vacunación desempeña un papel fundamental en la protección de los niños contra estas enfermedades potencialmente mortales.
Otro grupo de riesgo son los adultos, especialmente aquellos mayores de 65 años y con condiciones médicas preexistentes, ya que corren un riesgo significativo de sufrir complicaciones graves si contraen esta bacteria. Estos datos subrayan la necesidad de tener mayor conocimiento, la urgencia de tomar acción para proteger a nuestra población vulnerable y la importancia de disponer de vacunas especialmente desarrolladas y destinadas para la protección de personas en distintas etapas de la vida.
Evolución de la vacunación contra neumococo
La introducción de vacunas marcó un punto de inflexión en la prevención de las enfermedades neumocócicas. Empezando hacia fines de la década de 1970, cuando se desarrolló la primera vacuna polisacárida contra el neumococo. Esta vacuna fue inicialmente dirigida a adultos y personas con factores riesgo, pero su eficacia era limitada en niños pequeños. Luego un hito más importante llegó con la implementación de la primera vacuna conjugada neumocócica en el año 2000, diseñada específicamente para niños y ofreciendo protección contra siete serotipos.
La introducción de vacunas como la 13-valente en Argentina representó un avance significativo en la lucha contra el neumococo en los niños, ya que se pudo observar una reducción de los serotipos que causan enfermedad neumocócica invasiva en niños menores de 5 años. Esta vacuna no solo protege contra los serotipos más comunes de la bacteria, sino que también ayuda a reducir la propagación de la enfermedad en la comunidad.
Ser parte de una organización como MSD que investiga para mejorar la calidad de vida de las personas significa un gran desafío y compromiso para que esto sea posible. El desarrollo de una nueva vacuna efectiva y con un adecuado perfil de seguridad que brinda protección especialmente para la población pediátrica, marca un hito sin precedentes.
Con el avance de la ciencia y la tecnología, cada vez hay más herramientas para prevenir la enfermedad neumocócica. Argentina amplía sus opciones para la prevención de la enfermedad neumocócica e incorpora una nueva vacuna conjugada que brinda protección contra la otitis media, la neumonía, y las enfermedades invasivas por neumococo.
* Virginia Verdaguer. Directora Médica de MSD Argentina