Jubilados: más de lo mismo, pero todavía peor
La propuesta de suspender la movilidad jubilatoria para pasar a dar aumentos por decreto, por más bestial que parezca, no es una novedad en ningún sentido.
Suspender la movilidad jubilatoria, es exactamente lo mismo que hizo el gobierno anterior hace cuatro años, ni bien asumió. El motivo en ese momento era la emergencia económica dictada para enfrentar la crisis que había dejado el gobierno anterior.
Para enfrentar la crisis que le dejó Alberto Fernández, Javier Milei hace lo mismo que hizo Alberto Fernández para enfrentar la crisis que le dejó Macri. La refundación del Estado, al menos en lo que hace a la vida de los ocho millones de jubilados, se basa en hacer lo mismo que ya se venía haciendo, con la diferencia de que el contexto en el que se aplica la medida es mucho peor que hace cuatro años.
Algo similar se puede decir de la propuesta del pasaje del Fondo de Garantía y Sustentabilidad a disposición del ejecutivo. Esa medida podría ser llamada sinceramiento o blanqueo, puesto que nunca el Fondo de Garantía y Sustentabilidad se utilizó para los jubilados. Siempre estuvo a disposición de lo que el ejecutivo quería hacer con él. Pertenecía a la órbita de ANSES solamente en el sentido formal. Ahora ya ni las formas quedan.
Es llamativo que un gobierno ideológicamente orientado hacia la retracción del Estado y la no intervención del mismo en los diferentes ámbitos de la sociedad, lleve a cabo las mismas políticas de quienes se encontraban en sus antípodas ideológicas. Pero en este caso el atropello es aún peor porque implica también una contradicción con los principios que tan vehementemente defiende este gobierno unipersonal.
La plata de los jubilados es propiedad de los jubilados
Es plata que se les retuvo de su salario durante décadas de vida laboral. Utilizar esos fondos para otros propósitos es meterle la mano en los bolsillos a ocho millones de personas. Si quieren erigir el imperio de la propiedad privada que empiecen por respetar la propiedad de los jubilados.
En estos días, con una inflación que se pronostica mayor al 300%, los jubilados de la mínima van a estar cobrando $160.000 y los que tienen jubilaciones medias, están alrededor de $170.000. No es gente que vaya a sufrir y morir, es gente que ya está sufriendo y muriendo. Es gente que se está quedando en la calle, que no puede acceder a un tratamiento médico básico, que come lo que hay.
Es gente que no pertenece a ninguna casta
Que no recibió beneficios inmerecidos, que no se llevó nunca nada que no le perteneciera. Los jubilados y jubiladas de Argentina fueron expoliados por la casta y ahora son expoliados por los anticasta.
No hay lugar para ellos en el país que quieren fundar.
* Dr. Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad - presidente de Sociedad Iberoamericana de Gerontología y Geriatría (SIGG).