El hombre cumbre: la historia del montañista que escaló 40 veces el Aconcagua
"Y morir queriendo ser libre, encontrar mi lado salvaje, ponerle alas a mi destino, romper los dientes de este engranaje". La frase pertenece a la canción de la banda argentina La Renga, pero tranquilamente podría haber sido escrita por Rolando "Rolo" Abaca, el montañista que recientemente alcanzó la escalofriante cifra de 40 ascensos al Aconcagua, la cima más elevada del continente americano con 6960 metros de altura.
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Rolando se metió en el selecto grupo de los montañistas que alcanzaron las 40 cumbres en 2024, pero su historia comenzó mucho antes. "Empecé a practicar el montañismo en el año 1995, cuando me sumé a la escuela de guías; era muy chico, recién salía de la secundaria y realmente no se bien por qué empecé, simplemente era algo que me llamaba mucho la atención y sentía que me iba a apasionar", relata, como si su relación con la montaña estuviera grabada por el destino.
Su primer ascenso llegaría dos años después, precisamente en 1997. Veintisiete años más tarde, la mirada de Rolando sobre el montañismo ha mutado debido a la experiencia acumulada y el indefectible paso del tiempo. Desde aquella hazaña hasta hoy, la actividad que atrae cada año a miles de deportistas hasta Mendoza fue evolucionando y el hombre cumbre se fue convirtiendo en un espectador de lujo. "Antes era una actividad deportiva extrema, ahora muchísima más gente lo practica y pasó a ser una actividad turística también. Los servicios que brindan las empresas cada vez son más lujosos, los equipos tienen cada vez más confort y esto hace que el montañismo sea cada vez más accesible para las personas", sostiene.
Cuando escalar el Aconcagua es como ir a la oficina
"Hacer 40 cumbres en el Aconcagua nunca fue un objetivo que me planteara, es algo que se fue dando año tras año como parte de mi trabajo, así como alguien que va día a día a su oficina". Para Rolo Abaca, ayudar a otras personas para que puedan cumplir su sueño es su trabajo y el Parque Aconcagua, su oficina. Nada mal ¿no?
Para aquellos que practican el montañismo, pero sobre para las guías como Rolando, que muchas veces tienen la vida de otras personas bajo su responsabilidad, no se puede salir airoso de cada aventura si no se reúne una serie de características indispensables antes de poner un pie en la montaña. Es que una mala decisión a casi 7 mil metros de altura sobre el nivel del mar, puede significar la muerte. Por eso, para el hombre de 48 años, ser guía de montaña no es un trabajo que pueda realizarse sin ese fuego interno que muchos llaman pasión.
"Tenés que estar muy bien preparado física y mentalmente y lo qué realmente hace la diferencia es la pasión. Cómo guía para poder sobreponerte a situaciones adversas te tiene que mover la empatía por el otro, sea cliente o compañero, saber que pase lo que pase vas a dar todo por el otro", señala.
La sociedad de la nieve
Mientras Rolando alcanzaba sus 40 cumbres, la plataforma Netflix estrenaba La Sociedad de la Nieve, el film del director español J.A Bayona que relata la Tragedia de Los Andes, una de las historias de supervivencia más importantes en la historia de la humanidad y que tuvo como protagonistas a 45 personas, incluidos 19 miembros del equipo Rugby Old Christians Club de Uruguay.
Si bien el hombre cumbre aún no pudo ver el film, si se refirió al milagro acontecido en La Cordillera de Los Andes. "fue una historia de supervivencia impresionante en la historia de la humanidad, de gente común qué no estaba preparada para eso y el instinto de supervivencia los llevó a poder sobrevivir. Hace un par de años atrás estuvo Fernando Parada uno de los sobrevivientes dando una conferencia acá en Mendoza, fui a verlo y realmente fue muy conmovedor", explica el montañista que, tras ser consultado sobre como continuará su vida ahora que alcanzó las 40 cumbres, afirma: "Mi objetivo es seguir dando lo mejor de mí para qué la gente pueda conseguir su sueño de llegar a la cumbre de América".
