Dos crímenes reabrieron el debate sobre la edad de imputabilidad de menores
Hace apenas 15 días, el brutal asesinato de hombre que se resistió al robo de su motocicleta en Quilmes Oeste volvió a abrir un debate en torno a rever la ley penal juvenil.
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Hernán Damián Costa, un hombre de 49 años, fue asesinado de un balazo en el pecho en un hecho de inseguridad ocurrido el pasado 14 de diciembre en la esquina de avenida Calchaquí y calle Jujuy de dicha localidad del sur del conurbano.
Dos motochorros interceptaron a Costa a quien amenazaron con un arma para robarle su motocicleta. Pero el hombre se resistió y golpeó a uno de ellos con su casco, recibiendo como respuesta un balazo en el pecho. La herida le causó la muerte.
Toda la secuencia quedó grabada en un celular y esas imágenes permitieron a la Policía detener a los dos delincuentes, uno de los cuales tenía 14 años.
Este violento caso de inseguridad volvió a poner en agenda la necesidad de rever la edad de imputabilidad de los menores, un pedido que ya había hecho en los primeros días del mes de julio la mamá de Joaquín Sperani, el adolescente de 14 años que fue asesinado por un compañero de escuela de su misma edad en la localidad cordobesa de Labulaye.
Joaquín desapareció en la tarde del jueves del 29 de junio, luego de que saliera de su casa rumbo al colegio. Su bicicleta quedó estacionada frente a la escuela pero él no estaba cuando se tomó asistencia. Se lo buscó por toda la ciudad pero recién su cuerpo fue hallado el sábado 1° de julio por un familiar en una casa abandonada a pocos metros de la escuela.
Los primeros datos de la autopsia revelaron que el adolescente había recibido 18 golpes en la cabeza, primero con un fierro y luego con un pedazo de hormigón. Las imágenes de una cámara de seguridad mostraron que su compañero de curso ingresaba junto a Joaquín a la casa abandonada, pero solo su amigo salía de ella. Durante las horas en que se extendió su búsqueda hizo lo posible por ocultar el crimen y desviar la investigación.
El menor fue detenido y confesó ante Sebastián Moro, a cargo del Juzgado Control de Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar, Género y Faltas de Laboulaye, que matado a su amigo con un "fierrazo" en la cabeza. Estuvo unos meses alojado en el Centro de Admisión y Diagnóstico (CAD), dependiente del Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba, pero el pasado 23 de octubre fue liberado al ser inimputable por su corta edad. Fue puesto a disposición de sus padres bajo la orden judicial de mudarse de localidad y alejarse de la familia Sperani.
Mariela Flores, mamá de Joaquín, inició desde que se conoció que el asesino de su hijo tenía 14 años, una cruzada para que se revea la legislación que establece el límite de imputabilidad de los menores.
"Mi hijo Joaquín fue asesinado por un menor de 14 años que le quitó la vida, y hace un mes está libre. Nosotros no podíamos presentarnos como querellantes en el caso. Un juez tuvo que dictar la inconstitucionalidad del artículo 91 del Código Penal para poder serlo. Desde ahí, empezamos a ver que había una desigualdad de derechos. Pedimos que cambie la Ley Penal Juvenil, porque nuestra Constitución Nacional le permite a un chico de 13 años trabajar mientras que su salud no sea vulnerada, le permite tener un hijo y cuidarlo. Pero no a cumplir una pena cuando comete un delito", expresó la mamá de Joaquín el mes pasado, tras elevar un petitorio a autoridades provinciales, judiciales y policiales.
Los padres de Joaquín Sperani se reunieron el 1° de diciembre pasado con Patricia Bullrich, apenas se supo que iba a ser la ministra de Seguridad en el gabinete del presidente Javier Milei. La funcionaria nacional compartió una foto con ellos con un posteo que mostró su opinión en este debate.
"Recibí a los papás de Joaquín Sperani, adolescente de 14 años que fue brutalmente asesinado por otro de su misma edad en Laboulaye, Córdoba. Es claro, y siempre lo sostuve, que un menor de 16 años sabe si lo que hizo está bien o está mal. A ellos, como a tantas otras familias víctimas de un sistema injusto, los acompaño en su reclamo por una verdadera justicia y en el pedido de un nuevo régimen penal juvenil, que les ponga un freno definitivo a los delincuentes en el inicio de su carrera delictiva", posteó la ministra.

Una ley que tiene 40 años
El ex juez de menores Alberto Crucella analizó lo que llama "el fracaso" de la ley penal juvenil al destacar que la misma data de 1983; y que lleva 40 años de vigencia.
El ex magistrado aseguró que un adolescente de hace 40 años no es igual a los menores de la actualidad. "Hoy un chico de 16 años comprende perfectamente lo que es violar, matar o robar. ¿Quién puede negar que eso un chico lo sabe? ¿Los gobernantes no se dan cuenta de eso? Será porque a ellos nunca les roban o les violaron un familiar. No podemos dejar a las familias solas", aseveró.
Crucella además lamentó lo que está ocurriendo en materia de inseguridad. "Es terrible lo que está pasando. No puede ser que los legisladores no hayan modificado aún el régimen penal juvenil", insistió. En ese sentido, graficó: "El menor con un arma es más peligroso que el mayor. Porque el menor tiene miedo y si tiene que disparar, dispara. El tratamiento de este tema debe hacerse y tiene que ser real", finalizó.
"Señores legisladores, ¿nos están tomando el pelo? No puede ser que nadie se dé cuenta que un menor de 16 años puede votar pero es inimputable como responsable de un crimen. Creo que no modifican la ley porque no quieren, no les conviene. Pero es necesario hacerlo, porque la niñez se está destruyendo, se está matando la infancia", subrayó Crucella.
Además, precisó que en su carrera judicial también fue camarista, y pudo ver una realidad que le indicó que la legislación para proteger a los menores es "un fracaso". "Veía como camarista a adultos sentados en el banquillo de los abusados, que habían sido aquellos adolescentes que yo los había tenido frente a mí cuando era juez de minoría", graficó.


