Maipú: las inundaciones abrieron el debate sobre las construcciones en zonas peligrosas
Los terrenos afectados no están habilitados como barrios. Por qué nadie previó que el incremento del caudal del río podía desencadenar un problema para los habitantes.
El fin de semana, los barrios Rincón de los Álamos y Bajo Flores, ubicados en la zona de San Roque, Maipú, amanecieron tapados por agua. El incremento del caudal de agua a partir de las maniobras que se están realizando en el dique Potrerillos, terminó de la peor manera. Casas inundadas, familias evacuadas y funcionarios acusándose mutuamente. Los damnificados fueron auxiliados, es cierto, aunque se desconoce quién se hará cargo de las pérdidas millonarias y si, finalmente, existirá una solución concreta ante lo ocurrido. El hecho sacó a relucir una problemática que no debería circunscribirse específicamente a Maipú. Es que, en Mendoza, la cantidad de barrios desarrollados en lugares que no están habilitados es grande. Los peligros también.
El domingo, tras conocerse la escena dramática que estaban viviendo los vecinos del departamento maipucino, MDZ se comunicó con el subdelegado de Aguas del río Mendoza, Marcelo Landini. El funcionario afirmó que desde Irrigación estaban al tanto de la situación y que iban a colaborar en todo lo que hiciera falta, pero agregó que los barrios inundados en Maipú "son riberas del río que han sido avanzadas por asentamientos urbanos". Fue la primera de una serie de declaraciones que apuntaron a la irregularidad de las construcciones y que continuaría en la voz de otros funcionarios durante la jornada del lunes.
Para el Gobierno, la situación en Potrerillos no es algo sencillo. "Tenemos una situación límite, el embalse no puede resistir más agua y lo que hacemos es sacar lo que está sobrando del embalse", indicó Landini. El malestar llegó un día más tarde, a raíz de las declaraciones que arribaron desde Maipú, donde voces oficiales aseguraron que "las maniobras realizadas en la madrugada del sábado no fueron comunicadas previamente para realizar algún tipo de tarea de prevención, y fuimos notificados en el momento en el que se produjeron las nuevas aperturas el sábado al mediodía. Con el correr de las horas, llegó la información de que se estaba incrementando el volumen de agua que se estaba volcando al río, lo que derivó en la situación de emergencia registrada durante este domingo". Por lo bajo y en off, desde el Ejecutivo aseguran que esa afirmación no es veraz.
Los barrios inundados no son nuevos, existen hace más de 15 años. Muchos de los vecinos que residen en el lugar tienen la escritura del terreno y aseguran, compraron la tierra de buena Fe. En ese contexto, ningún organismo o autoridad gubernamental pareciera haber previsto el impacto que el incremento del caudal fluvial podía tener en la zona. En primera instancia, la respuesta de Municipalidad de Maipú fue que los barrios no estaban habilitados, sino que habían sido comercializados como terrenos rurales. Mientras tanto, al ser consultado en MDZ Radio sobre la problemática, el superintendente del Departamento General de Irrigación, Sergio Marinelli, responsabilizó al departamento por lo ocurrido.
Al cruce de acusaciones se sumó el secretario de Infraestructura de Maipú, Eduardo Mezzabotta, quien se refirió al marco legal de los barrios afectados. "Esa zona en realidad es un una división catastral, es un terreno rural con fracciones mayores a los 2 mil metros que no son aprobadas con intervención del municipio. Lo aprueba directamente Catastro como si fuese un fraccionamiento rural, es decir, que no requiere de los servicios, ni de agua, ni de luz, ni servicios básicos de extracción de residuos. Y después, lamentablemente, esa división de tierra termina transformándose en otro uso, con las consecuencias que ahora se están viviendo", señaló.