Seguridad vial

Cinco precauciones para evitar accidentes al viajar en ruta

La estabilidad física y mental, la prevención de fallas técnicas y la preparación ante fenómenos ambientales puede reducir las posibilidades de sufrir un siniestro vial.

Chiara Perin viernes, 19 de enero de 2024 · 07:02 hs
Cinco precauciones para evitar accidentes al viajar en ruta
En el 2022, hubo 3.828 víctimas fatales por siniestros viales. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Con la llegada de las vacaciones, miles de personas dejan sus ciudades y pueblos para trasladarse por el país, lo que implica una concentración de vehículos en las rutas. Según el último informe del Ministerio de Transporte, más de la mitad de los siniestros fatales sucedieron allí, y sobre todo en las nacionales, por lo que tener en cuenta una serie de recomendaciones no está demás.

En 2022 hubo 3.415 accidentes que dejaron víctimas fatales, de los cuales el 52% fue en la ruta. Según CESVI, el 89,5% son provocados por errores humanos; el 8,8% por circunstancias relacionadas con el estado de las rutas y/o calles; y el 1,6% por fallas en el vehículo. Por ende, uno puede disminuir el riesgo de estar involucrado en un siniestro. Además de evitar las maniobras peligrosas o los excesos de velocidad, existen precauciones adicionales en la preparación del conductor. 

El rol del alcohol y otras sustancias  

La presencia de las sustancias, como el alcohol o las drogas, son un gran causante de tragedias, por más que es de las precauciones que más resuenan. La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) realizó en 2018 un estudio que determinó que 1 de cada 4 conductores había consumido alcohol en las 6 horas previas a la ocurrencia del siniestro.

El alcohol incide en la capacidad de conducción aún cuando uno no se da cuenta: embota los sentidos, altera la percepción, reduce la atención, empeora la visión periférica, dificulta la adaptación al cambio de luz y la percepción de tonos rojos, enlentece las reacciones y entorpece las maniobras. Pero por sobre todo, da una falsa seguridad, que lleva a cometer errores de juicio. 

En cuanto al consumo de medicamentos recetados, es importante consultar a un médico sobre los posibles efectos en la capacidad de manejo. Muchos fármacos producen sueño, alteración en la vista, confusión, fatiga muscular, disminución de la capacidad de concentración, espasmos musculares, agitación, incoordinación motora.

Por su parte, las drogas ilegales, al igual que el alcohol, perturban el funcionamiento psicofísico del individuo. Junto con la alteración de los sentidos, de la atención y la coordinación motora, producen desinhibición y una subestimación del peligro. Asimismo, a pesar de que en varios lugares no está prohibido, no es recomendable conducir fumando tabaco, ya que ocupa las manos del conductor, lo distrae de la calle y el humo puede embotar los sentidos, producir somnolencia e irritar los ojos.

Cómo impacta el uso del celular al manejar

El último estudio de la organización civil Luchemos por la Vida en 2020 revela que en la Ciudad de Buenos Aires el 17,2% de los conductores usan el teléfono al manejar, y el 18,3% de los peatones mientras cruzan. A su vez, indica que estas acciones multiplican por cuatro el riesgo de sufrir un siniestro de tránsito.

En su artículo 48, inciso x, la Ley Nacional de Tránsito 24.449 indica que está prohibido “conducir utilizando auriculares y sistemas de comunicación de operación manual continua”. El uso del celular interviene en la capacidad de concentración que tiene el conductor. Desde ya desviar la mirada de la calle hacia el celular, sacando las manos del volante, etc. implica un gran riesgo. Sin embargo, aún cuando el dispositivo se emplea con “manos libres”, se pone en riesgo la seguridad. A pesar de no manipular el teléfono, implica quitar la atención de la calle. 

El estado físico y mental al conducir 

Conducir exige mucho del conductor tanto física como psicológicamente. La persona al volante debe percibir de forma adecuada las circunstancias que se presentan en el camino. Por lo tanto, necesita ser consciente de su estado de salud. Hay enfermedades que afectan la forma de conducir: las cardíacas, la hipertensión, la diabetes, o la epilepsia, motivo por el cual es indispensable consultar a un médico por el manejo al padecer una enfermedad y sobre los efectos del medicamento empleado para tratarla. 

La vista es el sentido principal en la conducción, ya que brinda la información sobre el tránsito. Por ello es importante realizar periódicamente chequeos y recordar que la fatiga, ciertas enfermedades, y los estupefacientes alteran la visión. La fatiga enlentece las reacciones y altera la capacidad de juicio de las situaciones, por lo que aumentan los riesgos de accidentes.

La Ley Nacional de Tránsito prohíbe conducir habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para conducir.

Durante los viajes largos, se recomienda descansar 10 minutos cada dos horas, alterar la conducción con otra persona, realizar algunos ejercicios de  estiramiento de brazos y piernas, rotaciones del cuello y hombros. Si se viaja solo, escuchar la radio, bajar la ventana para que le dé aire en la cara y detenerse ante el primer signo de fatiga. 

Por otro lado, el manejo también es influido por la personalidad, el estado emocional, la autoconfianza, las reacciones frente al riesgo, etc. Manejar cuando uno está enojado, ansioso, triste disminuye la concentración y altera el juicio.  A su vez, es importante prestar atención a los comportamientos de los demás para evitar accidentes. Al encontrar conductores agresivos, se recomienda tomar distancia, no buscar competir o provocar, sino procurar mantener la calma. 

Cómo se pueden reducir las fallas técnicas del auto 

Muchas de las fallas del vehículo se atribuyen a la propia irresponsabilidad humana. Siempre debe revisarse el auto antes de emprender un viaje para asegurar el perfecto estado del sistema de frenado, de dirección y de suspensión, junto con las luces, el estado de las cubiertas y el nivel de combustible. La profundidad del dibujo de los neumáticos no debería ser inferior a 1.6 mm, ya que el desgaste de neumáticos incrementa la posibilidad de pinchaduras y reduce la adherencia. 

Por otro lado, algunos errores son cometidos durante el viaje, como por ejemplo,  no usar el cinturón de seguridad. En un auto no deben viajar más personas que la cantidad de cinturones, todos los pasajeros deben ir correctamente abrochados. Al igual que las mascotas y los asientos de bebés.  En la ocasión de un choque, el cinturón puede salvar la vida previniendo: el choque contra otros pasajeros, el choque contra partes del vehículo y salir expulsado del auto.

¿Es posible reducir los accidentes por fenómenos ambientales? 

Uno debe siempre informarse de las condiciones climáticas antes de viajar y, de ser posible, evitar las circunstancias peligrosas, pero aún al tratarse de fenómenos naturales, se puede reducir la probabilidad de sufrir un siniestro. Según Luchemos por la Vida, conducir de noche triplica el riesgo de morir en un accidente porque: el paisaje es más impreciso, se producen limitaciones psicofísicas por el hábito del cuerpo a dormir durante la noche y uno puede ser encandilado.

Se recomienda no mirar a la luz de los otros autos, sino guiarse por las líneas que delimitan la calzada, y bajar las luces altas cuando se aproxima otro vehículo para no encandilar a otros.

Uno debe siempre informarse de las condiciones climáticas antes de viajar.

En caso de lluvia, disminuir la velocidad, encender las luces de posición y bajas, maniobrar con suavidad, y tomar mayor distancia de los vehículos que van adelante. Asimismo, tener precaución frente al “aquaplaning” que se produce cuando las ruedas pierden el contacto con el pavimento y el vehículo se desliza sobre el agua. En esas circunstancias cualquier ráfaga puede desviar el auto, por lo que se recomienda soltar el pie del acelerador, pero no apretar el freno bruscamente.

Por último, en casos de niebla se deben encender las luces bajas y las “antiniebla”, pero no las altas porque se reflejan en las gotas de vapor y disminuyen la visibilidad. En casos extremos conviene reducir la velocidad sustancialmente y encender las “balizas” o estacionar en un lugar seguro hasta que la niebla disipe, pero nunca detenerse en la calzada.

Cada uno puede ayudar a reducir los índices de siniestros viales al tomar consciencia sobre los potenciales riesgos y aplicando las precauciones necesarias. Además de cumplir con la ley, siempre es conveniente verificar el estado de salud, el estado emocional, revisar el vehículo y tener cuidado al conducir en condiciones peligrosas, para poder disfrutar de las vacaciones sin tragedias. 

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