MDZ A FONDO

San Agustín: el gigante cementerio de chatarra que asusta y contamina en Mendoza

Más de 26 mil autos se quemaron. Las llamas se expandieron a barrios y decenas de familias perdieron su casa. La mayoría de los vehículos eran pruebas de delitos ocurridos desde los '70 hasta hoy. Un recorrido por el aire y la tierra que deja en claro la magnitud del daño.

Pablo Icardi
Pablo Icardi sábado, 23 de septiembre de 2023 · 11:30 hs
San Agustín: el gigante cementerio de chatarra que asusta y contamina en Mendoza
Un tapizado de autos quemados. El desastre visto desde un dron Foto: MDZ
San Agustín: el gigante cementerio de chatarra que asusta y contamina en Mendoza
De un lado del paredón, el desastre. Del otro, los vecinos siguen con su vida cotidiana. Foto: MDZ
San Agustín: el gigante cementerio de chatarra que asusta y contamina en Mendoza
Foto: MDZ
San Agustín: el gigante cementerio de chatarra que asusta y contamina en Mendoza
Foto: MDZ
ver pantalla completa

Autos de la década del 70, algunos con las huellas de la dictadura; un colectivo del mendozazo, camionetas de lujo secuestradas a bandas narco; cientos, miles de autos que tiene en sí pruebas de crímenes irresueltos y motos de todo tipo que amontonan. Los vehículos se acumulan como capas geológicas en la playa San Agustín y hay distintos tonos de negro, gris, un rojizo de herrumbre y tonos sepia. Son más de 27 mil que ahora son una masa amorfa, quemada, maloliente y peligrosa. Por cada auto hay un crimen NN o un delito investigado hasta el infinito, pues a diferencia de lo que se cree, la mayoría no pertenece a infractores sino a delincuentes, sospechosos o víctimas de algún crimen.

Mirá el video desde el aire

MDZ recorrió por tierra y por aire la zona de San Agustín, con el uso de un dron y con reporteros gráficos. Las imágenes son apocalípticas. Lo fueron más paras las familias que sufrieron las llamas de 10 metros de alto el día del incendio.

Son 8 hectáreas en total, es decir 80 mil metros cuadrados. Para tener una idea, en el lugar entrarían 18 canchas de fútbol profesional o casi 2 plazas independencia. El problema es que en ese enorme terreno hay chatarra; es un cementerio que tiene no solo hierros retorcidos y quemados, sino todos los fluidos y contaminantes que tiene un vehículos. La playa no está aislada. Con el avance de la urbanización quedó rodeada por barrios que viven con ese peligro latente. El día del incendio el aire se tornó tan espeso que se podía tocar. Era áspero en la garganta y todos estuvieron a ciegas. “Es insoportable vivir así”; cuenta Peppo. Su esposa es una de las que más pelea por la mudanza.

El perdio tiene 8 hectáreas, como 18 canchas de fútbol de dimensiones profesionales.

Aún realizan peritajes porque no está claro el origen del fuego y la magnitud de los daños. Buscan pruebas en una montaña de autos que estaban acumulados como pruebas de otros delitos. De hecho hay 18051 vehículos que son pruebas de delitos como robo, homicidio, secuestro y otros. El resto son autos, camionetas y motos, muchas motos que sí fueron retenidas en controles viales.

Otro video: el paisaje apocalíptico de San Agustín, tomado por un dron

Había unas 400 camionetas de infractores y 5660 motos. En esos casos los dueños deben pagar 3500 pesos por la grúa más un monto diario por la guarda. Son entre 200 y 300 pesos por día. Por eso algunos vehículos son abandonados para siempre, pues les resulta más caro pagar el costo de “guarda”; con un agregado: los vehículos salen desmantelados porque adentro es una especie de far west, sobre todo a la noche. “Entra cualquiera, más ahora que hay cirujeo. Buscan piezas de autos o directamente cobre. También autopartes enteras”; comentó un vecino. La propia policía se entrega a la resignación porque en un espacio tan grande, con poca iluminación y con el piedemonte como límite, se les hace imposible controlar.

El antes y el después de una camioneta Porsche: además de los daños del incendio, le faltan partes que fueron robadas, ejemplo las llantas. Foto: Alf Ponce Mercado / MDZ

Entre la realidad y los mitos, hay un mercado paralelo de autopartes. En algunos allanamientos realizados talleres y desarmaderos clandestinos se encontraron autopartes de vehículos que debían estar en San Agustín. Incluso hay robos más obscenos, como ocurre con las motos que cruzan a campo traviesa o por los paredones.

En los registros fotográficos de MDZ también hay particularidades. Autos y camionetas que estaban en buenas condiciones y que se quemaron por completo; aunque con detalles: le faltan piezas que no pueden haber desaparecido con el fuego.

Un VW Bora, antes y después sin llantas: también fue saqueado antes del fuego. Foto: Alf Ponce Mercado / MDZ

El incendio ocurrido en el lugar el fin de semana pasado quemó todo, salvo algunas oficinas donde se resguarda el inventario. Dos días antes del incendio fueron detenidas dos personas por el robo de autopartes. Una de las hipótesis más firmes es que un fuego realizado para quemar plásticos y sacar cobre se fue de control. Hubo dos alertas antes y con el viento zonda se agravó todo. Otros creen que se incendió para tapar el robo hormiga o a gran escala de autopartes. Los que conocen creen que no era necesario hacerlo porque no había ningún control fino.

El paisaje apocalíptico de San Agustín. Foto: Alf Ponce Mercado/ MDZ
 

Los que más sufren son los vecinos; muchos de ellos son ahora mendocinos sin techo. Los barrios son parte del complejo La Favorita, donde conviven viviendas realizadas por el IPV, otras hechas a mano por sus habitantes y también asentamientos más precarios. En los tres casos hubo daños enormes que dejan resaca: hay familias a las que se les quemó hasta el pasado que tenían guardado en fotos.

Un tapizado de autos quemados. Del otro lado de la pared, la vida cotidiana.

La zona está impactada negativamente. El día del incendio se generó una nube tóxica peligrosa. Como advirtió MDZ, los humos de la quema de neumáticos son tóxicos. "Contienen altos niveles de una variedad de compuestos químicos nocivos para la salud, como monóxido de carbono, cianuro, sulfuros, óxido de nitrógeno, además de metales pesados, y compuestos orgánicos volátiles como, dioxinas, bencenos y benzopireno. Las  dioxinas, bencenos y benzopireno son agentes cancerígenos reconocidos”, explicó Sergio Saracco, presidente de la Asociación Toxicológica Argentina y Miembro de la Sociedad Iberoamericanas de Salud Ambiental. El riesgo es mayor de lo que se cree.  “Los humos contienen micropartículas de compuestos orgánicos no quemados que se introducen en los bronquiolos de los pulmones, causando diversos problemas a nivel de la salud pulmonar”, explicó Saracco. 

El incendio y la nube tóxica que generó el incendio.

Aún no se han realizado relevamientos ambientales porque aún recolectan pruebas y los especialistas no han ingresado. Sí hay análisis previos y desde la Provincia y la Municipalidad entienden que el traslado de la chatarra es solo la primera parte: deberán ejecutar un plan de saneamiento profundo para hacer "habitable" la zona. Algunas de las zonas que se analizan como posibles destinos son el piedemonte de Luján (carca de las cárceles) y también el secano. Pero no lo harían en las mismas condiciones. 

Mientras tanto, hay otros focos de contaminación similar que crecen. Se cree que entre todas las playas departamentales de secuestro hay otros 20 mil vehículos acumulados, otro riesgo latente. 

El vuelo completo: cómo se ve desde el aire el cementerio de chatarra

Producción fotográfica: Walter Moreno, Alfredo Ponce y Rodrigo D'Angelo 

Archivado en