Experiencia MDZ: quién es tu persona de confianza y por qué muchos no la tenemos
Para volar, dormir en un hotel o asociarse a un club te piden el teléfono de contacto de otra persona que pueda responder por vos. ¿Siempre hay alguien?
Compré un pasaje. Llené el formulario con mis datos. Cuando llegué al casillero que pregunta a quién llamar en caso de emergencia mentí. No hay quién. No tengo o no se me ocurre. Puse un nombre falso, un teléfono falso y otro mail.
Sí, tengo amigos, vengo de una familia, hay gente que se preocupa por mí, pero me cuesta llenar esos espacios. Para mí no significan nada.
Esta mañana me quedé afuera de mi casa. La llave se quedó encerrada. Me la olvidé. Delia, la señora que trabaja conmigo tiene copia. A Delia la conozco muy poco y la vi como mucho tres veces, menos de cinco minutos cada una. No sabía, cuando la llave se quedó encerrada, donde vivía. Me enteré: Parque Patricios. Sabía que es lejos, pero no tenía idea dónde quedaba. La contacté y quedamos en que pasaba a buscar mi copia cuando terminara de trabajar, tarde.
Es bueno que tu entorno tenga llave de tu casa por cualquier cosa, me lo dicen todos. Pero lo mismo que con el pasaje de avión.
Camino a su casa, un accidente en mi auto. Policía, SAME, firmitas y testigos. Si viajaba sola. Sí, viajaba sola. Que no iba con nadie. No, no iba con nadie. Todo más o menos bien, sin conflictos, daños ni heridos. Todo en orden. No hay tiempo para shock ni lagrimitas, ni margen para un no sabés lo que me pasó. Tengo que ir a buscar la llave que está en un barrio que no conozco, en la casa de alguien que no conozco.
El pasado es eso que ya no está sucediendo. El episodio quedó cuatro cuadras atrás. Ahora algo nuevo, otra cosa, el gps que no deja de recalcular. Me quedé sin datos, no sé dónde estoy, no tengo llave de mi casa, no sé a quién llamar. O sí pero no quiero. Empiezo a manejar por intuición, me pierdo. Pongo balizas, freno a mirar el mapa y reanudo la conversación más impensada: con Prensa Indec. Habíamos empezado a hablar a la tarde.
¿Quién es "Prensa Indec"?
Prensa Indec es un amigo. Lo tengo agendado así porque trabaja ahí. Le escribí en el 2019 para pedirle una entrevista con Jorge Todesca. Estuvimos semanas coordinando, la nota fue espectacular. Dos años después empecé una maestría y me tocó hacer grupo con un pibe que me ayudaba en los trabajos prácticos y con el que hacíamos chistes sobre lo mucho que trabajábamos y el poco tiempo que teníamos. Lo que pasa es que trabajo con noticias y eso me consume la vida, le dije. Me contestó que le pasaba igual porque era prensa de un organismo con mucho volumen de laburo. Si, claro, pasó lo obvio. Era Prensa Indec.
Hoy quería saber cómo estaban mis cosas. Le dije que después le escribía, que había pensado varías veces en WhatsAppearlo, que me diera un rato. Llegué a la casa de Delia, charlamos, me contó de su familia y otras cosas de su vida, me consoló sin saber qué me pasaba y me dio las llaves. Le respondí a Prensa Indec: Me pasó de todo y ahora no tengo datos, estoy perdida, le dije.
Me quiso llamar, le dije que no. Me dio coordenadas por mensaje, las seguí, llegué a mi casa. Por Prensa Indec.
La próxima hablá directo, centennial, me dijo en chiste. Si mi incapacidad para pedir ayuda fuera medida por el Indec, daría cifra de tres dígitos.
Efecto mariposa, vueltas de la vida, coincidencias, casualidades, conexiones, lo que sea. Creo en todo eso tanto como en que voy a seguir dejando en blanco el contacto de emergencia de un pasaje sin que signifique nada.