Lactancia materna

Semana de la lactancia: para nutrir y alimentar

El embarazo y el parto son momentos de entrega y amor inmensos, tanto también lo es el de la lactancia. El vientre materno gesta y acuna, pero también el pecho de la mujer nutre, alimenta y protege. Así lo expresa en el segundo día de la semana de la lactancia, Jess Stephanie Britez en MDZ.

Jess Stephanie Britez miércoles, 2 de agosto de 2023 · 07:07 hs
Semana de la lactancia: para nutrir y alimentar
Nuestro pecho y su leche materna son puente directo a la buena salud, al crecimiento sano y al amor sin fronteras. Foto: Gentileza

Por gracia de Dios, las mujeres no solo fuimos creadas y armoniosamente diseñadas capaces de co-crear y dar a luz, sino también de nutrir y alimentar. Nuestro pecho y su leche materna son puente directo a la buena salud, al crecimiento sano y al amor sin fronteras; la lactancia materna exclusiva favorece el desarrollo cognitivo de nuestro bebé y enriquece el establecimiento de un apego seguro. Desde el embarazo generamos en nuestro ser una fuente invaluable, abundante en nutrientes e inmunidad.

Estando ya preparadas y más que listas para dar a nuestra hija o hijo por nacer lo necesario desde el minuto 0 también fuera del útero. Incluso llevando acabo el amamantamiento desde el post- parto inmediato contamos con la ventaja de disminuir el riesgo de hemorragias uterinas. Los primeros días luego del parto y nacimiento de un hijo, la madre obsequia al bebé oro líquido, por alrededor de entre 5 a 7 días, bajo el nombre de calostro, primera leche, aportándole proteínas-inmunoglobulinas- vitaminas liposolubles, lactoferrina y más.

¡Que más rico y maravilloso que ese olorcito a bebé pegado al pecho, todo mimoso amando a su mamá que tanto con tanto amor le da!. ¡Perfecta es la obra que nos hace inundarnos de alegría al ver a nuestro fruto tan cerquita, como volviendo a unirse con nosotras más estrechamente como en la panza, necesitándonos, buscándonos, y gozándose en toda su comidita hecha completamente por mamá!

Que más rico y maravilloso que ese olorcito a bebé pegado al pecho.
Foto: www.hernanchruba.com

Bendita la estimulación que produce la saliva del bebé en las terminaciones nerviosas de nuestro pezón que indican a nuestra glándula pituitaria liberar dos bellísimas hormonas, la prolactina y la tan conocida hormona del amor, la oxitocina. Mediante una, los alveolos captan los nutrientes en sangre y mediante la otra se libera el alimento hasta llegar al bebé. En la segunda etapa de lactancia, luego de los primeros días, conocemos la leche de transición, donde encontraremos elevadas concentraciones de lactosa, grasa, por aumento de colesterol y fosfolípidos y vitaminas hidrosolubles, presencia además de casinato de calcio.

Todo un proceso infinita y perfectamente ordenado que acompaña el crecimiento de un recién nacido. Notamos cómo nuestro cuerpo, nuestro corazón, nuestro instinto acomoda las horas, las prioridades, los nutrientes, el sentir, las necesidades y el afecto para favorecer el desarrollo de nuestra hija o hijo amado. ¡Qué maravillosa creación que logra que nuestro pecho reconozca incluso antes del llanto, o de un reloj artificial, el momento oportuno de alimentar en el nido!

Qué maravillosa creación, en una hora la primera prendida.
Foto: www.hernanchruba.com

Luego la leche madura o tan erradamente llamada leche aguada, aportará todo el agua necesaria, cumpliendo totalmente con los demás componentes para cubrir satisfactoriamente los requerimientos del bebé. Calorías, ácidos grasos, todo lo necesario para el excelente desarrollo, estructura y funcionalidad de la flora intestinal, sistemas sensoriales y más. Puede que el cansancio, las opiniones, los comentarios, las corridas de este mundo nos hagan dudar de nuestras capacidades, o nos hagan tropezar. Pero haremos firmes barreras compuestas de conocimiento, amor y virtud.

Sabremos discernir, sabremos levantarnos, sabremos ser fuertes, sabremos ser madres. Silenciaremos los ruidos, escucharemos nuestro corazón, seguiremos nuestro instinto materno. Que esta semana nos encuentre siendo conscientes, y siendo milicia de este don tan maravilloso que es la lactancia materna. Que nos encuentre unidas, apoyándonos, por nosotras, por nuestros hijos, por nuestras familias; por amor a la Verdad, el bien y la belleza.

¡Feliz semana de la lactancia materna!

* Jess Stephanie Britez, esposa, madre educadora, doula y acompañante terapéutico.

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