Construían el Tren Maya y se toparon con un increíble descubrimiento
El hallazgo tuvo lugar en una de las obras emblemáticas de infraestructura del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que conecta a cinco estados ubicados en el sudeste mexicano.
El Tren Maya es un proyecto impulsado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador que busca desarrollar una red ferroviaria turística y de carga a lo largo de la península de Yucatán en México. Recorrerá aproximadamente 1,500 kilómetros, pasando por cinco estados: Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas.
El proyecto es fuertemente resistido por sectores conservacionistas, que consideran que las obras afectarán el patrimonio arqueológico de esa zona donde el Imperio Maya alcanzó su apogeo entre los siglos VI y IX d.C. y se caracterizó por su avanzada arquitectura, astronomía, matemáticas, escritura jeroglífica y arte.
En ese sentido, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México descubrieron por accidente, en las obras del Tren Maya, una osamenta con un anillo de jade de 1200 años de antigüedad en la zona arqueológica El Tigre, ubicada en el estado sureño de Campeche, y destacaron que se trata de uno de los hallazgos más importantes de restos prehispánicos.
Según un reporte oficial, el depósito mortuorio consistía en dos vasijas de gran formato cubiertas con cuencos de cerámica, a manera de tapas, una de las cuales contenía la osamenta, que corresponde a un hombre joven en una posición flexionada y cuyo anillo de jade se encuentra muy bien preservado. La osamenta formaba parte de una ofrenda funeraria ubicada al interior de un complejo monumental de las ruinas arqueológicas, explicaron los especialistas.
El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, dijo que la investigación continuará en laboratorio, donde se realizará una micro excavación, a fin de precisar datos antropofísicos y saber si contaba con otros elementos asociados, como semillas o adornos de menor formato.
Los arqueólogos consideran que el individuo habría vivido en el período Clásico Tardío (600 a 800 después de Cristo) en El Tigre, una de las pocas ciudades de la civilización maya, que se destacó por su conocimiento de la astronomía y las matemáticas, con avances tales como la invención del cero o la predicción de los eclipses.