Opinión

Los desafíos de ser neurodivergente en el ámbito laboral

Hay seres neurodivergentes que pueden tener dislexia, dispraxia, autismo o déficit atencional con hiperactividad (TDAH). Sin embargo, hay profesiones donde ser diferente al común de las personas significa una ventaja extra.

Andrei de Oliveira Mosman jueves, 10 de agosto de 2023 · 09:07 hs
Los desafíos de ser neurodivergente en el ámbito laboral
Las personas neurodivergentes nos encontramos con una serie de desafíos. Foto: MDZ

Al trabajar en una empresa, las personas neurodivergentes nos encontramos con una serie de desafíos. Tomando los tres trastornos más comunes, exploremos las principales dificultades que solemos enfrentar en este entorno.

  • TEA: se caracteriza por un desarrollo atípico, manifestaciones conductuales, déficits de comunicación e interacción social y patrones de conducta repetitivos y estereotipados. Los sonidos a un volumen muy alto pueden resultar tan molestos como un dolor físico, lo que hace que los canales de comunicación escrita, como un ticket, un e-mail o un mensaje, sean más efectivos.
  • TDAH: comprende la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la conducta impulsiva. En el ámbito de trabajo, los desafíos más significativos están relacionados con los cambios de contexto, la gestión del tiempo, solicitudes mal estructuradas o formuladas sin precisión y las constantes distracciones o interrupciones.
  • Dislexia: dificultades en el reconocimiento preciso y/o fluido de las palabras, la decodificación y la ortografía. En el contexto laboral, pueden surgir complicaciones en la interpretación del lenguaje escrito, las habilidades matemáticas y la identificación de símbolos. En casos particulares puede afectar la memoria a corto plazo, la comunicación verbal y la percepción espacial.
Las empresas pueden tener distintas acciones, empezando por establecer políticas y prácticas inclusivas. Foto: MDZ.

Claves para integrar las neurodivergencias en el espacio de trabajo

Es fundamental construir una cultura organizacional inclusiva en la que se celebre la diversidad con un enfoque abierto y empático. Para lograrlo, las empresas pueden implementar distintas acciones, empezando por establecer políticas y prácticas inclusivas,
con metas y objetivos que puedan ser evaluados a lo largo del tiempo. Asesorarse con profesionales y establecer alianzas con organizaciones especializadas pueden ser de gran ayuda en el momento de implementar estrategias de apoyo y adaptaciones del lugar de trabajo. Es muy importante que las personas neurodivergentes puedan trabajar en un entorno seguro, respetuoso y confiable, en el que cuenten con flexibilidad y apoyo emocional sin tener miedo a manifestarse.

Generar espacios de formación y sensibilización para todos los team members, como charlas informativas y capacitaciones, son la base para fomentar el diálogo y el intercambio de experiencias, y brindar herramientas para crear un entorno laboral inclusivo en el que se valora la diversidad. En ese sentido, es clave que quienes lideran equipos cuenten con los recursos necesarios para lograr que todos los integrantes se sientan cómodos con las metodologías de trabajo y las vías de comunicación elegidas. Por ejemplo, si bien invitar a todos los participantes a exponer en público es una práctica habitual, en muchos casos esto puede representar una situación muy estresante y percibida como una experiencia violenta.

Creación de mi propio framework

A lo largo de estos años, para poder desempeñarme al mismo nivel que una persona neurotípica y sentirme cómodo trabajando, fui construyendo mi propio marco de trabajo.

  • Programar alarmas: cada vez que tengo un compromiso, configuro distintas alarmas que me permitan tenerlo presente y anticiparme al mismo.
  • Utilizar aplicaciones: las principales apps que me ayudan diariamente son BeFocused (para organizar mi tiempo con el método Pomodoro), Grammarly (para corregir mis  comunicaciones escritas) y MindNode (para crear mapas mentales).
  • Evitar escuchar música: en general, prefiero trabajar en un clima silencioso, ya que un ambiente ruidoso, para poder enfocarme en lo mío, me resulta de mucha ayuda escuchar música instrumental y que preferentemente no conozca.
  • Organizarme con un sistema de post-its: cuento con un esquema de post-its de colores y armo con ellos un tablero. Cuando algo es muy importante y necesito recordarlo, pego los papelitos al pie de la pantalla para asegurarme que sea mi prioridad.
  • Tener el escritorio despejado: generalmente evito tener muchos objetos en mi escritorio.
  • Realizar actividades que estimulen la dopamina: al tener TDAH, necesito estimular la dopamina, un neurotransmisor que participa en funciones cerebrales como el aprendizaje, la memoria y el estado de ánimo. Para eso, durante mis recreos practico actividades que la estimulan, como escalada, pintura, escritura o guitarra.
  • Generar una comunicación efectiva: siempre solicito y realizo pedidos claros, manteniendo procesos ordenados. También intento ser muy abierto con mis dificultades y necesidades para ayudar a que los demás me entiendan y mejorar mi comunicación con ellos.
Implementar acciones concretas para generar un ambiente de trabajo más inclusivo. Foto: MDZ.

Abrazar las diferencias para que la inclusión suceda

Es probable que todos trabajemos en algún momento con alguien que padezca algún tipo de trastorno de neurodesarrollo y, al tener un mayor conocimiento de su realidad, vamos a poder implementar pequeños cambios que faciliten sus tareas cotidianas y mejoren su bienestar. Expandir nuestra conciencia e implementar acciones concretas son los primeros pasos para generar un ambiente de trabajo más inclusivo y amigable, en el que todas las personas puedan enfocar su energía en sus tareas y su crecimiento profesional.

* Andrei de Oliveira Mosman, Senior Software Engineer de intive, diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

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