Discusiones eternas, verdades a medias y realidades deformadas por el paso del tiempo
La discusión se estaba poniendo cada vez más áspera. Y ninguna de las dos personas parecía dispuesta a ceder ni un centímetro de su postura: -¡La mejor banda de todos los tiempos es Pink Floyd, como podés estar cuestionando eso! –resumió una de las partes involucradas en el conflicto, como dando por terminada una discusión que, a pesar de la vehemencia puesta en la declaración, lejos estaba de llegar a buen puerto. -Los más escuchados son Los Beatles, y es evidente que es así, la verdad es que parece que tuvieras una papa en la oreja si no lo has notado –respondió su contraparte, mientras se encogía de hombros como minimizando cualquier opinión en contrario.
Te Podría Interesar
-La solución es muy fácil, lo googleamos y listo. -Ahí sí vas a aprender lo que es bueno, ya vas a ver… -¿Admitís entonces que cuando Google diga “Pink Floyd” vas a dejar de discutir barbaridades? -Google va a proclamarle a tus ojos ciegos de verdades que la banda más escuchada es Los Beatles, así que dale nomás. Agarraron cada uno su celular casi al unísono, desconfiando de que la otra persona fuera a hacer la pregunta correctamente. Teclearon, y los dos pares de ojos se agrandaron cada vez más al leer
la respuesta sobre cuál era la banda más escuchada…
-¿Y este quién es? –se preguntó mientras miraba al celu de su circunstancial contrincante, a la espera de que la respuesta en el otro aparato fuera distinta que en el suyo. -Parece que es un rapero… ¿y quién sale segunda? -Esa pibita canta pop, o algo así, que se yo… pero ¿cómo puede ser esto? Acá hay un error… a ver entrá en la app de música, a ver quién tiene más reproducciones.
El tamaño de los ojos abiertos cada vez más grandes solo era superado por las bocas en “o”, con las respectivas mandíbulas cayendo casi hasta las rodillas.
-Pero cómo puede ser que nadie escuche Pink Floyd, qué les pasa… -Es que internet minimiza al siglo XX… cuando escuchábamos vinilos, casettes o hasta CDs, no se generaban clicks que iban registrando el aumento de las canciones en el ranking… -Ah pero claro, yo llegué hasta a rayar a los dos discos de The Wall de tanto escucharlos, y acá como si nada, ¿es que mi oreja no cuenta?. Esas dos personas, que hasta hacía tan solo unos pocos minutos se habían comportado como fieras endiabladas, se sentaron abatidas, vencidos sus egos por un rival al que no vieron venir.
-¿Sabías que Los Beatles grabaron uno de sus discos en un estudio mientras Pink Floyd grababa el suyo en el estudio de al lado? Ambos en el mismo edificio a la vez… bah, acá el buscador me dice eso, qué se yo. El comentario no resultó trascendente para quien escuchaba, que de todos modos seguía con el mayor desconcierto mirando a la pantalla de su celular. -Ni en el top ten figuran –reclamó al destino, sin tener respuesta, lo que de todos modos era muy esperable: al parecer el destino no pregunta ni responde, solo viene nomás, y nos lleva por delante con lo que sea que nos tenga preparado.
-¿Top ten? Ninguna de las dos bandas está entre las cien más escuchadas… -Pero si a mí me aparecen siempre noticias de Los Beatles, bah, de Paul y Ringo, que son los que nos están quedando. -Otra vez te equivocas che, los más activos son los de Pink Floyd, mirá mis redes… Los dos pares de ojos volvieron a abrirse hasta su máxima expresión al comprobar que sus respectivos celulares les mostraban a cada cual lo que prefería ver, y nada más. -Ah pero mirá el tuyo –dijo entre risas quien idolatraba a Pink Floyd –te muestra como si fuera buena para la presidencia del país a esa persona, jajaja, ahí tenés, ¡tu celu falla! -¿Cómo que falla?¡Es nuestra mejor opción! -Bueno todos sabemos que la mejor opción, o mejor dicho la menos peor, es esta que sale acá en
mi celu, lee las noticias…
Las voces empezaron nuevamente a elevarse, los dedos a señalarse acusatoriamente y las verdades a entreverarse, con esa necesidad de absolutismo que tan bien zanjada está por los algoritmos internéticos, que dan a cada cual de su propia medicina. Quizá nadie logre finalmente la cura a su problema, pero eso sí, nos alegramos al escuchar nuestra verdad, que no es que sea
algo bueno, pero al menos nos calma los nervios…

