Los datos que confirman que el "patriarcado" sigue fuerte en Mendoza
Las mujeres han atravesado barreras: tienen más formación, más competitividad profesional y relevancia discursiva. Pero no han dejado de tener a cargo tareas que culturalmente se habían arraigado. Mendoza es una provincia donde los intentos por achicar la desigualdad de género está en los discursos, pero no en los hechos. Y ahora está puesto en datos. En la provincia las mujeres son quienes tienen a cargo las tareas del hogar en beneficio de toda la familia, también le dedican el doble de tiempo a esos quehaceres y deben trabajar más para tener los mismos ingresos que los hombres o, por decirlo sin eufemismos: ganan mucho menos que los hombres por las mismas tareas. El "patriarcado" sigue vigente.
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En síntesis: "ellas" están más formadas, ganan menos y, además, tienen a su cargo la educación, el desarrollo y hasta la seguridad de los niños y adultos mayores.
En datos
La encuesta de condiciones de vida de los mendocinos, realizada por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), puso de relieve esa tendencia histórica que no se revierte: 9 de cada 10 mujeres realizan tareas en el hogar; mientras que 6 de cada 10 hombres dijeron "colaborar". La diferencia queda de manifiesto en el tiempo: ellas le dedican el doble de horas que los varones. Cada mujer dijo destinarle al menos 4 horas diarias a tareas domésticas, mientras que los hombres solo dos. En la actividad de cuidado del resto de los integrantes del hogar (en su mayoría niños) la diferencia es idéntica: las mujeres le dedican cas 5 horas al día al cuidado de niños y adultos mayores, mientras que los hombres dicen destinarle 3,2 horas.
"Cuando se realiza un análisis de los datos por sexo del/ de la principal responsable de las tareas domésticas y de cuidados, se observa que en la mayor parte de los hogares las principales responsables de las tareas domésticas y de cuidados son las mujeres", describen los autores del informe.
La delegación de las tareas fundamentales para el desarrollo de las familias es enorme: en el 90% de los casos las mujeres son quienes tienen a cargo el cuidado de las niñas y niños. También están a cargo casi por unanimidad de la alimentación de la familia. En el día a día eso incluye hacer "magia" para que los recursos alcancen, para que haya una dieta equilibrada y hasta de sacrificarse por la falta de dinero. El 80% de los hogares delegan en las mujeres esa tarea cada vez más compleja en un contexto de pobreza y 120% de inflación. Incluso algunos quehaceres pasados de moda como planchar, siguen a cargo de las mujeres.
"La cifra mas significativa se ubica en las tareas de cuidado de niños/as donde en el 89,2% de los hogares las mujeres son las principales responsables de estas tareas", agregan. Los estereotipos también se mantienen, pues los hombres solo tienen más participación en las tareas que se refieren a reparación de artefactos y mantenimiento de la vivienda. "En las actividades domésticas y de cuidados las mujeres tienen tasas más altas de participación que los varones. Además, son las mujeres quienes dedican en promedio más tiempo a dichas actividades", concluyeron desde la DEIE.
En cuanto a los ingresos, la brecha sigue estática. En Mendoza todos ganan poco, pero las mujeres aún menos. El ingreso individual medio de los hombres era en 2022 de 63.534 pesos. El de las mujeres de 48.312 pesos. Incluso la brecha es mucho mayor en las zonas urbanas y en particular en el Gran Mendoza: en el conurbano mendocino los hombres tenían ingresos por 70.403 pesos y las mujeres de solo 50.105 pesos. Es la brecha más grande. "En la provincia la brecha relativa ronda el 24% y al segmentarla por zonas la diferencia se incrementa en la parte urbana alcanzando el 25,9%. La zona rural presenta el mismo valor que el provincial. En las regiones, el Gran Mendoza marca la brecha más amplia entre hombres y mujeres, mientras que en el Sur se registra la menor brecha", aclaran, como si hiciera falta, desde la DEIE.
En cualquiera de los planos se nota. En el político, por ejemplo, es más relevante aún. No hay en Mendoza ninguna candidata a gobernadora. En la Suprema Corte hay solo una mujer, y en cualquier orden las decisiones se toman en reuniones de "hombres". El llamado "efecto vestuario", donde las decisiones se toman luego de un partido de fútbol o un asado entre varones sigue firme. Las mujeres, en cambio, son mayoría en tareas fundamentales como el cuidado de la salud y la educación.


