Arte y cultura

Gustav Klimt y la belleza en el arte

El reciente récord logrado por Sotheby`s por un retrato femenino de incuestionable belleza del pintor austríaco da pie al enfoque de un artista singular que se agiganta con el paso del tiempo. Nuestro columnista de arte, Carlos María Pinasco hace una reseña de este gran artista en MDZ.

Carlos María Pinasco
Carlos María Pinasco domingo, 2 de julio de 2023 · 07:00 hs
Gustav Klimt y la belleza en el arte
Gustav Klimt y su arte. Foto: CMP

Comienzo con una pequeña anécdota reciente, que creo que viene a cuento: vuelto de viaje, un amigo a quien había recomendado ver la muestra de Lucien Freud colgada actualmente en Madrid, lapidó sucintamente la producción del alemán: es fea. De nuestro artista de hoy podría decirse opuesto: su obra es bella, dándole al término la acepción que el común de la gente le da. Nuestro
Raúl Soldi solía decir que pretendía que su obra inspirara paz, que fuera para quien la contempla una fuente de felicidad. Freud (como Antonio Berni) buscaba otra cosa: conmover, inquietar.

Gustav Klimt fue un destacado pintor simbolista austriaco que vivió entre 1862 y 1918. Es conocido por su estilo decorativo y sensual, así como por su enfoque en temas como el amor, la feminidad y la vida humana. Nacido en Baumgarten, cerca de Viena en el seno de una familia judía, Klimt mostró un talento temprano y pronto comenzó a recibir educación formal en arte. En 1883, junto con su hermano Ernst y un amigo, fundó un estudio de arte llamado "Compañía de Artistas", donde llevaron a cabo numerosos encargos decorativos, incluyendo pinturas murales, frescos y obras de arte para edificios públicos y privados.

Adele Bloch-Bauer

La reputación de Klimt creció y comenzó a recibir encargos individuales de retratos y pinturas decorativas. Su estilo evolucionó gradualmente, alejándose del realismo convencional y acercándose a una estética más ornamental y simbólica pero siempre marcada por (valga el snobismo) el buen gusto. Se inspiró en fuentes diversas, incluyendo el arte bizantino, el arte grecorromano y el arte japonés, y desarrolló un estilo distintivo que combinaba patrones geométricos, detalles decorativos y una rica paleta
de colores.

Tempranamente se destacó como figura prominente en el movimiento de la Secesión de Viena, un grupo de artistas que buscaban romper con las convenciones artísticas establecidas y promover la innovación en el arte. Con el advenimiento del nazismo en 1933, la producción de la mayoría de los artistas del grupo fue descalificado como “arte degenerado” Murió tempranamente en 1918 durante una epidemia de gripe. Las cotizaciones de las obras del artista, en subastas públicas venían franco ascenso desde el siglo pasado, pero a partir de la apertura de la Neue Galerie en New York en 2001 se dispararon. Esta galería fue fundada en 2001 por Ronald S. Lauder, empresario y filántropo, y Serge Sabarsky, coleccionista dedicado al arte alemán y austriaco del siglo XX.

Adele Bloch Bauer II

En junio de 2006, el primero compró para la Neue Galerie en 135 millones de dólares el retrato de Adele Bloch-Bauer de Klimt a una sobrina de la retratada quien lo recuperó tras un largo juicio ampliamente difundido. Había sido expoliado por los nazis a la familia judía y estuvo durante muchos años expuesto en el Museo Belvedere de Viena. El precio marcó el récord absoluto para el artista.

El Beso (detalle).

El Belvedere mantiene en cambio una de las obras más conocidas de Klimt "El Beso", pintada entre 1907 y 1908, que muestra a una pareja abrazada en un entorno ornamental y abstracto. Esta obra captura la estética distintiva de Klimt y su enfoque en la sensualidad y la conexión humana. Una segunda versión del retrato récord fechada en 1912, se vendió en subasta pública de Sotheby`s de New York, también en 2006 en 88 millones de dólares. Ese precio fue ahora superado por el que logró Sotheby’s en Londres en la subasta de la semana pasada.

La dama con abanico

La “Dama con abanico” de 1918 es prácticamente la última obra del artista antes de morir y el precio marcado (casi cien millones) es récord absoluto para el mercado europeo. Pero no sólo las cotizaciones de figuras vienen en alza. Los paisajes que a menudo muestran una fusión de elementos naturales y ornamentales también son sumamente codiciados. En noviembre del año pasado “Birch Forest” (Bosque de abedules) se adjudicó en New York, en algo más de 104 millones. En 2006 ya se había rematado, en menos de la tercera parte.

Bauertngarten.

Ya en 2007 “Bauerngarten” había superado los cincuenta millones.

Es que también en paisajes, la belleza campea. Seguramente por ello, aún en este convulsionado siglo XXI, el mercado premia al austríaco que supo enaltecerla con un arte superior.

Carlos María Pinasco es consultor de arte.

carlosmpinasco@gmail.com

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