Este es el residuo que más se descarta en la vía pública y provoca un gran daño ambiental

Investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) se encuentran abocados a un nuevo programa para el tratamiento y disposición final de uno de los residuos más abundantes en la vía pública y que genera un gran daño ambiental. 

Alcanza a ser hasta el 40% del total de residuos generado por la actividad humana y en su composición se han detectado hasta 7.000 sustancias tóxicas, de las cuales más de 70 son sustancias cancerígenas. Además, puede tardar entre 12 y 25 años en degradarse.

Se trata de las colillas de cigarrillos, que están compuestas por acetato de celulosa que se descompone en microplásticos. Sorprendentemente, una sola colilla puede contaminar hasta mil litros de agua. Por ello, se han convertido en uno de los mayores contaminantes del suelo y el agua en la actualidad. 

Advirtiendo que este residuo representa una amenaza significativa para la salud y el ambiente, y que una sola colilla puede contaminar hasta mil litros de agua, un equipo de investigadores de la UNLP comenzó a buscar alternativas de reciclaje que mitiguen el daño ambiental.

La investigación con micorremediación, que está en la etapa de proyecto piloto, se inició tras la firma de un acuerdo entre la Universidad y el CONICET, y se enmarca dentro del Programa UNLP+VERDE.

Es impulsado por la Facultad de Ciencias Exactas a través del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales, que realizará su aporte tecnológico para la ejecución a mayor de la investigación realizada por el Laboratorio de Micodiversidad y Micoprospección de la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos.

Lo que se busca con este estudio es estudiar y concientizar sobre la toxicidad e impacto de las colillas de cigarrillo, e impulsar un tratamiento de biorremediación, utilizando aislamientos con hongos nativos de Las Yungas de Tucumán.

Luisa Cerutti, prosecretaria de Políticas de Gestión Ambiental de la UNLP explicó que estos residuos serán reutilizados "para otros posibles usos colaborando así con la economía circular –desde macetas y adornos hasta su incorporación en materiales de construcción-”.

“Asimismo, se prevé el diseño de un sistema de productos que permita una adecuada disposición: colilleros, planteamiento de un sistema logístico para la recolección y acopio transitorio; y una campaña para concientizar sobre la problemática ambiental que genera este tipo de residuos”, explicó.

El tratamiento fue desarrollado por el PROIMI, asistiendo como proyecto de extensión a la Escuela ROU de Tucumán, pioneros en la recolección y acopio de colillas en la provincia, con el apoyo de la ONG Revolución Verde y el apoyo de concientización de la Campaña Antitabáquica a través del SIPROSA.

Los mencionados hongos de la Yunga tienen la capacidad de degradar compuestos xenobióticos (que no existen naturalmente) y reducir su toxicidad. Se seleccionaron tres hongos como los más promisorios con base en su capacidad para disminuir inclusive el volumen de este residuo.

Sebastián Cavallito uno de los investigadores a cargo del proyecto, detalló que “estos hongos degradan el material sintético de las colillas y los compuestos aromáticos que quedan retenidos en ellas”. Se prevé cultivar los hongos e inocularlos en tambores de 200 litros cubiertos de colillas, dejarlos el tiempo necesario para que actúen y las degraden. De esta forma, los elementos contaminantes, podrían llegar a reducir el volumen de un tambor hasta lograr que sólo quede un 20% de ese material residual.

Luego se subcultiva con un segundo hongo que las compacta y el desafío que los investigadores tienen por delante es garantizar que no lixivie contaminantes, contó el investigador.