Monóxido de carbono: estos síntomas pueden alertarte de una posible intoxicación
Se dice que el monóxido de carbono es el "asesino silencioso" porque no se puede ver ni oler. Sin embargo, hay algunos síntomas a los que hay que estar alertas para evitar intoxicaciones al calefaccionarse en el hogar o la oficina y hacerle frente a la ola polar que afecta a casi todo el país.
Este martes 13, la Ciudad de Buenos Aires y localidades de 16 provincias del país se encuentran bajo alerta amarilla por las bajas temperaturas que esta mañana tuvieron marcas bajo cero. La ola polar que afecta al país se extenderá por varios días adelantándose al inicio del invierno.
Es en estos días, donde la calefacción en los hogares y oficinas está prendida a toda hora, cuando surgen los casos de intoxicación por monóxido de carbono. Lo llaman "el asesino silencioso" porque dicho gas no tiene olor ni color. De hecho, no se percibe hasta que comienzan los síntomas que pueden ser muy severos.
Especialistas advierten que el monóxido de carbono causa 200 muertes al año en el país. La mala combustión de sustancias como gas, kerosene, o leña genera este gas incoloro e inoloro que, si se inhala en altas concentraciones, puede causar desde dolores de cabeza, hasta desmayos e inclusive la muerte.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación se precisó que las intoxicaciones con monóxido de carbono son más frecuentes en épocas frías, porque aumenta el uso de todo tipo de calefactores y porque suelen cerrarse las puertas y ventanas, lo que impide el ingreso de aire fresco y la salida de los gases tóxicos que se acumulan en el interior de las viviendas.
Síntomas
La deficiente presencia de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón. El monóxido de carbono Ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. Reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega.
Los primeros síntomas de una intoxicación incluyen dolor de cabeza, molestias en los ojos, mareos, debilidad, náuseas, palpitaciones, vómitos, dolor en el pecho y confusión.
Muchos de estos indicios son similares a las de intoxicaciones alimentarias, gripes o accidentes cerebrovasculares. En niños pequeños puede simular un cuadro meníngeo por la irritabilidad, llanto continuo y rechazo del alimento.
¿Qué hacer cuando se presentan signos de intoxicación con monóxido de carbono? Abrir puertas y ventanas para ventilar; retirarse o retirar a la persona que muestra estos síntomas del lugar contaminado para respirar aire fresco; llevarla rápidamente al hospital o al centro asistencial más próximo aunque haya recuperado el conocimiento. Allí informar al equipo de salud sobre el antecedente de exposición a gases de combustión.
Claves para prevenir accidentes
Lo mejor para evitar intoxicaciones es conocer los cuidados que deben tenerse en cuenta al poner en marcha artefactos que requieren combustibles para su funcionamiento. En el caso de aquellos que funcionan con gas (como calefactores) y quema de materiales (como hogares a leña) es necesario verificar periódicamente la correcta combustión.
En ese sentido, a llama de los artefactos de calefacción, hornallas y hornos siempre debe ser de color azul. Además, es fundamental que haya una ventilación continua en el ambiente, acorde al número de personas que se encuentran allí, al tamaño del lugar y a las actividades realizadas.
Es importante también que haya "ventilación cruzada", a través de la apertura de puertas y ventanas en lados opuestos. En el caso de artefactos a gas, como calefactores y estufas, se recomienda que un gasista matriculado revise previo a prenderla por primera vez en la temporada de fríos, la instalación y su buen funcionamiento. También es necesaria la inspección de calderas y calefones; que la válvula esté en condiciones y la combustión sea correcta. Y, en todos los casos, es necesario colocar los artefactos o equipos lejos de materiales inflamables.
Algunos indicios que nos pueden hacer sospechar la presencia de monóxido de carbono en el ambiente son la coloración amarilla o anaranjada de la llama de hornallas o estufas; y la aparición de manchas de hollín, tiznado o decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación o alrededor de ellos.
También debe tenerse en cuenta que no se debe utilizar braseros, parrillas, garrafas de camping, calentadores a kerosene o equipos que generan combustión de manera directa en ambientes cerrados; ni utilizar hornos u hornallas de la cocina para calefaccionar.
Vale destacar también que existen detectores automáticos de concentración de monóxido de carbono que pueden colocarse en los hogares para advertir la circulación de este gas tóxico.