La NASA reveló un inquitante descubrimiento sobre la vida en otros planetas

Hay una especie de obsesión del hombre por no sentirse solo en el Universo y la búsqueda de vida en otros planetas es un incesante trabajo por parte de los especialistas en astronomía. Ahora, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos de América (NASA, por su sigla en inglés), detectó una columna de vapor de agua en una luna de Saturno, lo que podría ser indicio de vida en el satélite del planeta gaseoso.

La columna de agua capturada por el telescopio James Webb tiene una extensión de 9.650 kilómetros; distancia comparable con la que existe entre la Ciudad de Buenos Aires y la de Los Ángeles, en el estado americano de California. Encélado, la luna bajo estudio, puede hacer recordar a la luna Jápeto, de la novela "2001: Una Odisea en el espacio" de Arthur Clarke, que también es un satélite de Saturno. A fin de cuentas, el descubrimiento vuelve a acercar la realidad a esa inverosímil ciencia ficción de novelas y películas.

Aunque posiblemente esos monstruos espaciales proyectados por algunos cineastas o los seres verdes macrocefálicos y de largas extremidades no sean más que caricaturas de una posible existencia extraterrestre, el descubrimiento despierta el interés del ámbito científico. Lejos de los ufólogos, la ciencia pretende encontrar la existencia de vida, aunque sea en forma bacteriana, y la presencia de agua puede ilusionar con la existencia de condiciones para algún tipo de vida.

La Tierra es el único planeta que se encuentra en la franja de habitabilidad. Marte y Venus están a los límites de la misma pero también están dentro, aunque no hay pruebas de una vida inteligente. Saturno y todos sus satélites están muy lejos de ella, pero este descubrimiento, si concluye en la existencia de vida, cambiaría un paradigma sobre el concepto de organismos en otros puntos de, al menos, el Sistema Solar.

La imagen capturada por el James Webb, muestra agua que se encontraría entre la corteza exterior de hielo de Encélado y su núcleo de roca. Esta supuesta agua fluiría a la superficie mediante algún géiser, generando la columna de vapor de agua que puso tomar el telescopio.

Gerónimo Villanueva, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, quién descubrió la imagen explicó: “Cuando estaba mirando los datos, al principio, pensé que tenía que estar equivocado. Fue muy impactante detectar una columna de agua de más de 20 veces el tamaño de la luna”.

Para dar una idea de la cantidad de agua que podría tener dicha luna, la NASA informó que serían unos 300 litros por segundo. Esto significaría que podría llenar una pileta olímpica en solo unas horas, comparado con una manguera que tardaría unas dos semanas para lograr el mismo objetivo.