La dura realidad de las familias que se calefaccionan a leña por la falta de servicio de gas

En zonas rurales de Mendoza empezó el tiempo de hachas y motosierras. Para enfrentar el frío, los pobladores de barrios de la periferia y el campo buscan fuentes alternativas de calor. Aunque en la ciudad el servicio es casi pleno, hay departamentos donde siete de cada 10 viviendas no cuentan con el servicio de gas para cocinar ni para calefaccionarse.

El dato surge del último censo poblacional y la situación apenas ha variado desde el censo anterior. En 2010, el 32,6% de los viviendas censadas no tenían servicio de gas natural para cocinar (el 0,2% usaban energía eléctrica). En 2022, el informe del Indec señala que el 31% de los hogares censados en Mendoza no tienen “gas de red o electricidad para cocinar”.

La principal fuente alternativa es la garrafa. Aunque no está el dato actualizado, el censo 2010 mostraba que para cocinar le siguen en preferencia el tubo de 45 kilos y la leña o carbón. El menos usado era el zeppelin (gas a granel). 

Algunos mucho, otros poco

El departamento más desfavorecido por la distribución de gas natural sigue siendo Lavalle, donde el 74% de las viviendas debe recurrir a la garrafa o leña para cocinar, según el censo 2022. Se deduce que también para calefaccionar y calentar agua los lavallinos utilizan esas fuentes de calor alternativas.

Sigue Santa Rosa, con 73% de viviendas sin gas. En Tupungato, San Carlos y Junín la mitad de las viviendas no tienen red. Algo que también afecta al 40% de los hogares en Tunuyán, Rivadavia, La Paz, General Alvear y San Rafael.

En el otro extremo están Guaymallén, Godoy Cruz y Capital, donde el 90% de la población cocina con gas de red, según el censo 2022.

Alternativas caras de calefacción

Continúa vigente el programa de garrafa social en Mendoza. Personas contenidas en programas sociales pueden acceder a ella por $500, dentro de un circuito y un día específico de entrega en cada departamento. También existe una tarifa social que puede tramitarse desde el portal de Anses.

Para el resto de la población, el precio máximo que estableciera el Gobierno Nacional parece haber quedado sin efecto. En una distribuidora local las garrafas de 10Kg hoy cuestan $3.500 (más del doble que hace 8 meses, cuando valía $1.200).

Si se usa para cocinar el envase chico puede durar un mes. Pero a la hora de calefaccionar un hogar, en una estufa con pantalla la garrafa apenas alcanza para la semana.

El precio del tubo de 45 kilos hoy llega a $11.500. En setiembre costaba $9.100, es decir que subió 26%, no tanto como la garrafa de 10.

Tiempo de juntar leña

María del Carmen Rodríguez, que vive en una zona rural de Maipú cuenta que en su casa usan gas envasado en tubo para cocinar y bañarse: “Tratamos de no prender el horno de la cocina y nunca dejamos el calefón en piloto. Así dura tres meses”.

Aunque tiene instaladas estufas eléctricas en casa, prefiere no usarlas. “Estoy pagando por bimestre $8.500 de luz. Hace dos años, cuando estuvo mi suegra mantuvimos las estufas prendidas y la boleta llegó a $20.000. Ahora, si llegamos a encenderlas se nos va a 35 mil o 40 mil (el bimestre)”, calcula.

Por eso ella y la mayoría de sus vecinos optan por la leña (en estufas o salamandras) como sistema principal de calefacción.

Hoy el kilo de leña cuesta entre 60 y 70 pesos. Y hacen falta varios cientos para pasar los meses de invierno.

De ahí que los hijos de María del Carmen se dedicaran el fin de semana a trozar dos almendros que se secaron este año en su casa y también unos álamos que consiguieron en la finca de un amigo.

 “Ya puede venir el invierno”, comenta, aliviada.