Toda sociedad necesita familias fuertes

La familia es considerada como la célula básica de la sociedad, es el primer grupo social al que se pertenece. Es en el seno de la familia donde se aprenden los valores, las normas, las costumbres y la cultura de una sociedad. Es el lugar donde se forjan los sueños y se comparten los momentos más significativos de la vida.

Celebramos hace poco, el día internacional de la familia nos recuerda la importancia de cuidar y fortalecer los lazos afectivos que unen a sus miembros. Es una oportunidad para reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos como individuos para crear ambientes saludables y seguros para nuestras familias.

En este día internacional de la familia, invito a reflexionar sobre el papel fundamental que desempeña en nuestras vidas la familia, y agradecer por todas las oportunidades y experiencias que nos ha brindado. Además, animo a fomentar la unidad, el respeto y el amor familiar en pro del bienestar de todos sus miembros.

La democracia cristiana es una corriente política que defiende el primado de la persona humana y la importancia de los valores y principios cristianos en la vida pública y política. En ese sentido, la familia es vista como un valor fundamental y un pilar de la sociedad. En un mundo en constante cambio y transformación, la familia se enfrenta a nuevos retos y desafíos, como el cambio de roles en su estructura, la diversificación de modelos familiares, la influencia de la tecnología en las relaciones familiares y la creciente secularización de la sociedad.

En este contexto, la perspectiva de la democracia cristiana puede ser relevante para entender el valor de la familia y la importancia de fortalecerla como institución que contribuye al desarrollo y bienestar de la sociedad en todo el mundo La familia es también vista como la primera escuela de valores y virtudes, donde se transmiten los principios éticos, el amor a la vida, la educación en la fe y la dignidad de la persona humana.

Por lo tanto, la democracia cristiana promueve políticas públicas que fortalecen la familia, en lugar de debilitarla. Además, desde esta perspectiva se considera que la familia tiene un papel fundamental en la educación de los jóvenes y los niños. Por lo tanto, se apoya la creación de medidas que permitan a los padres ejercer su derecho a educar a sus hijos de acuerdo a sus valores y creencias.

Según la Enciclica Gandium et Spens 52 “La familia es una encrucijada de varias generaciones que se ayudan entre si para adquirir una sabiduría mas honda y para armonizar los derechos de las personas con las exigencias de la vida social”.

En resumen, desde la perspectiva de la democracia cristiana, la familia es un valor fundamental y un pilar de la sociedad que debe ser protegido y fomentado. Además, se promueven políticas públicas que fortalecen la familia como comunidad de amor y solidaridad, y se reconoce su papel fundamental en la educación y formación de los jóvenes y niños, y reconoce a los mayores
como piezas fundamentales en la familia y la comunidad.

* Maria Alejandra Muchart, Abogada. Magister, Presidente de la Democracia Cristiana – Distrito CABA.