Las plantas tóxicas que podrías tener en tu jardín y los cuidados a tener en cuenta
Algunas especies que tenemos en nuestro espacio verde o en nuestro interior pueden resultar peligrosas. El especialista en plantas de MDZ Radio detalló cuáles son y por qué pueden ser dañinas para nuestro organismo.
Ciertas plantas que resultan muy agradables a la vista, pueden resultar muy dañinas para nuestro organismo. El especialista en plantas Luis Canziani, detalló en MDZ Radio, aquellas especies que pueden resultar tóxicas y los cuidados a tener en cuenta si las tenemos en nuestro jardín.
Alocasia
Es una planta comúnmente de interior que es muy sensible al frío. “Lo que tiene de tóxico es el oxalato de calcio, su hoja tiene pequeñas agujas en las hojas, que pueden producir algún tipo de alergia. Consumirlas te puede inflamar las cuerdas vocales. Tiene una especie de corneta que se abre durante la noche y el día. Se puede utilizar como planta ornamental”, remarcó Canziani.
Floripondio
Esta especie tiene un efecto alucinógeno y puede provocar la muerte. Su nombre científico es Brugmansia Arborea, es una especie de arbusto proveniente de América del Sur.
Laurel de jardín
Es un arbusto que puede alcanzar un tamaño muy grande. “Es muy floribundo, si los dejas crecer pueden tener una copa de cinco o seis metros. No pierde la hoja, florece dos veces al año. Resulta una planta muy fácil de podar. Su flor y la hoja es muy tóxica” , describió Canziani.
Dieffenbachia
Al igual que la Alocasia, dicha especie contiene el oxalato de calcio, que puede resultar sumamente tóxico. “Es una planta de interior muy bonita que tiene hojas muy grandes y que hacia el centro tiene un color verde más claro. Aguanta muy bien la oscuridad", describió.
Ligustrum
“Su semilla es muy redonda y suele ser muy llamativa para los niños, pero resulta altamente tóxica”, destacó el especialista.
Además detalló que las semillas del Árbol del Paraíso, se utilizan como un veneno orgánico, como insecticida genérico para el jardín. “Se puede hacer un fermentado agarrando un tacho de 20 litros, los llenas con estas pequeñas bolas machacadas y dejas que fermenten unos quince días. Luego, lo recuperamos con tres partes de agua y logramos un insecticida”, describió.