Innovación

Educación del carácter: una iniciativa pionera en el ámbito escolar

Todos hablamos de la educación y reconocemos su importancia, pero pocas veces nos preguntamos ¿para qué educamos? ¿Qué es lo que estamos buscando cuando educamos a nuestros niños?

Ángeles Reig
Ángeles Reig lunes, 17 de abril de 2023 · 22:14 hs
Educación del carácter: una iniciativa pionera en el ámbito escolar
Primer Congreso Internacional para el Desarrollo de las Virtudes Foto: Fundación Varkey

¿Para qué educamos? ¿Tiene sentido seguir enseñando contenidos en un mundo donde la información está al alcance de la mano? ¿Se puede ser un buen profesional sin ser una buena persona?

Estos y otros interrogantes sobrevolaron, el sábado pasado, el auditorio colmado de la Universidad Austral, donde más de 300 educadores y oradores de distintos países de Latinoamérica pusieron el foco en un aspecto de la educación tan central como ausente del debate público: la formación en virtudes, el fortalecimiento del carácter de los alumnos.

“No concebimos la educación universitaria sin tener en cuenta toda su integridad, para dotar a los alumnos de habilidades y enriquecerlos con las virtudes”, definió Julián Rodríguez, rector de casa de estudios anfitriona del encuentro.

El Congreso Internacional para el Desarrollo de las Virtudes, organizado por la Fundación Varkey en alianza con la Fundación John Templeton, fue el evento especialmente organizado para dar a conocer los resultados de las investigaciones realizadas por 20 docentes de Argentina, Perú, Chile, México, Brasil, Uruguay, Colombia y Ecuador.

El equipo de la Fundación Varkey
El equipo de la Fundación Varkey

Cada uno de ellos eligió, de acuerdo al perfil de sus alumnos y a las necesidades concretas de su comunidad, una virtud que trabajó de forma planificada y sistemática, durante 18 meses. El desarrollo del proceso se midió científicamente, con indicadores y criterios objetivos de logro para poder evaluar resultados.

Hubo quienes investigaron sobre la honestidad, el pensamiento crítico, la conciencia ambiental, la motivación, la justicia, la perseverancia, la resiliencia y la autonomía, entre otros valores.

De acuerdo con Francisco Moller, consultor especializado en el desarrollo del carácter y disertante en el congreso, la educación del carácter consiste en “el esfuerzo deliberado por desarrollar las virtudes que permiten a los estudiantes llevar vidas satisfactorias y construir una mejor sociedad.” Sostiene que, si bien no es sencillo, los resultados son medibles y hay que hacerlo “para generar aprendizajes y buenas prácticas.”

Los resultados expuestos fueron todos positivos. La conclusión general fue que, trabajar una virtud, fortalece también otras áreas del proceso de aprendizaje: mejora el rendimiento académico y la conducta general de los alumnos, baja ausentismo y disminuye los episodios de violencia.

De acuerdo con Moller, la educación del carácter no debe considerarse “como el glaseado de la torta educacional, sino como un ingrediente principal, o como el plato que la sostiene. Sin formación en virtudes, el resto de la educación se desmorona.”

El compromiso docente, un factor indispensable

Nadie puede enseñar lo que no conoce, pero cuando hablamos de virtudes, es necesario poseer aquello que se quiere transmitir. Por eso, el rol del docente como primer modelo y ejemplo es indispensable, y la elección de la virtud a trabajar no puede ser azarosa.

“Es necesario focalizar en una virtud o en un grupo de virtudes elegidas en conjunto con la comunidad educativa y trabajarla aplicándola en clase a temas del currículum, pero también pero también en modelos presentes en la comunidad”, afirmó el especialista en formación del carácter.

En el mismo sentido, Mariela Guadagnoli, docente de Santa Fe y participante del proyecto sostiene que “esto se trata de cambiar la vida de nuestros estudiantes, y no podemos liderar o inspirar a otras personas si no empezamos por nosotros”. Otro sostuvo que “hay que tener también ese poder de introspección de decir qué es lo que yo tengo que mejorar, qué es lo que yo quiero transmitir, para que en mis estudiantes también se vea reflejado.”

La creatividad al servicio de la educación

Los 20 participantes de la investigación expusieron los resultados de sus trabajos en distintos paneles. Con un abordaje variado y creativo, surgieron toda clase de propuestas: aulas convertidas en un set de filmación, una aplicación de realidad aumentada para usar con los libros de texto, una cadena de favores para trabajar la honestidad, un semáforo de autoevaluación, encuestas a vecinos sobre el impacto ambiental de una obra, un portal a otra dimensión, sistemas de tutorías o análisis y detección de fake news.

Sin embargo, a pesar de la diversidad de enfoques, todas tuvieron un denominador común: el diagnóstico previo, la planificación rigurosa de las actividades a desarrollar, la definición clara de los objetivos, el trabajo consciente y comprometido en el aula, el seguimiento y la evaluación de los resultados.

Dario Greni, maestro en Canelones, Uruguay.
Darío Greni, maestro en Canelones, Uruguay.

Darío Greni es maestro y director de una escuela en Canelones, una zona rural de Uruguay. Su gran preocupación era el pasaje de sus alumnos de la primaria a la secundaria, por lo que se propuso desarrollar el pensamiento crítico en los chicos a través de del análisis de textos y estudios de campo, fomentando la argumentación, los procesos de razonamiento y evaluación. “Me propuse desarrollar el pensamiento crítico en mis estudiantes y lo logré”, afirma orgulloso mientras exhibe los resultados de sus evaluaciones. Pero para llevar adelante la tarea no estuvo solo, sino que contó con el apoyo de los padres, que estuvieron de acuerdo con que sus hijos participaran del proyecto.

Además de una mejora en los resultados de las evaluaciones, destaca otros beneficios de la iniciativa: la sistematización en los procesos de trabajo, el haber profundizado puntos que son parte del currículum, un cambio actitudinal de los alumnos frente al trabajo y una mejora considerable en la capacidad de autoevaluación.

Ahora va por más: quiere incrementar la cantidad de actividades que despiertan el pensamiento crítico, hacer hincapié en la solución de problemas y expandir el proyecto a toda la institución.

Agustín Porres, director de la Fundación Varkey
Agustín Porres, director de la Fundación Varkey

Los organizadores del evento están muy satisfechos con el resultado. “La excelente respuesta que tuvo la convocatoria al Congreso confirma la centralidad de este tema y que no está en el debate”, comenta a MDZ Agustín Porres, director de la Fundación Varkey, “es un tema que no está presente y sin embargo hay mucha necesidad. Las inscripciones se agotaron y la gente se quedó de principio a fin.”

“Está claro que el trabajo de las virtudes transforma, es un tema que hay que amplificar, sumar más voluntades, más expertos, más tomadores de decisión, para que el tema esté presente en la formación docente, donde hoy no existe”, concluye.

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