Opinión

El riesgo latente de exponer a los hijos a través de las redes sociales

Los propios padres exponen la vida de sus hijos, su privacidad, sin su consentimiento y a costa de su propio beneficio. ¿Qué nos está pasando a los adultos?

Lucrecia Sáenz de Santa María jueves, 9 de marzo de 2023 · 13:00 hs
El riesgo latente de exponer a los hijos a través de las redes sociales

Una noche como cualquier otra, abro mi Instagram, para pasar el rato, para ver qué es de la vida de los demás y en el 80% de las publicaciones solo veo niños, sus vidas, sus rutinas. Solo niños, sonrientes, llorando, frustrados. Solo niños. Hace casi un año atrás renuncié a mi trabajo en relación de dependencia y decidí emprender mi camino como profesional independiente. Saqué una cuenta de Instagram para trabajar desde allí la orientación a padres, llegar a más personas y poder ayudarlos.

Con el correr de los meses veía qué mi cuenta no ganaba tantos seguidores, no parecía tan atractiva. Recuerdo una mamá amiga qué me dijo: “Si queres ganar muchos seguidores tenes qué exponer tu vida, tenes qué mostrarte como mamá, qué haces, qué te pasa, qué hacen tus hijas”. En otras palabras, tenía qué abrir las puertas de mi casa a millones de desconocidos. Recuerdo qué lo
pensé mucho, lo intenté, pero jamás lo logré. Si triunfar en mi profesión es a costa de exponer la vida privada de mi familia no, no estoy dispuesta a pagar semejante precio.

Prefiero seguir en el anonimato. Hoy veo tantas colegas, madres, padres, influencers, como suelen llamarse, qué salen adelante o consiguen seguidores por esta razón. Vemos su vida, su familia, su privacidad, pero no es la de ellos mismos, sino la de sus hijos. Estamos exponiendo a los más pequeños a peligros terribles y aún peor, sin su consentimiento a futuro. ¿Qué pasará cuando se vean en 10 años y noten qué más de un millón de personas los conocen y saben todo su pasado? ¿Qué pasará cuando dejen de ser niños y se ven tan expuestos? ¿Hemos pensado en ello?

En lo personal siento qué estamos exponiendo a una generación a un sin fin de cuestiones de las cuales no somos conscientes. Niños qué hoy tienen entre 2 meses y 10 años qué viven en las redes y mostrando su vida. Cuando arrancan el cole, cuando se enferman, cuando se les cae un diente, lo que se les ocurra es compartido por sus progenitores, sin pensar en las consecuencias a futuro. Lo peor es que si esto mismo lo hacen otras personas o el colegio, seguramente lo vean como algo fuera de lugar. Qué no es posible publicar algo sin el consentimiento de los padres. ¿Y el de ellos?. ¿Pensamos en ellos?.

Necesitamos hacer un alto, pensar y dejar de exponerlos. Es su vida, su privacidad. Como padres los vamos guiando y tomando decisiones por ellos hasta qué sean adultos y puedan hacerlo por sus propios medios. Vamos andamiando su caminar, cuidandolos. Qué ese cuidado se traslada también a su privacidad, pensando en ellos, no en nuestra ganancia o bienestar, sino en ellos. Esto solo depende de nosotros, sus padres. Tantas veces le decimos luego a nuestros hijos adolescentes, “ojo con lo qué públicas, las redes son peligrosas”, arranquemos dando el ejemplo y no publicando “todo” lo que pasa puertas adentro del hogar.

Arranquemos de pequeños, ellos aprenden más con lo que ven qué con lo que escuchan.

* Lucrecia Sáenz de Santa María, Psicopedagoga – Especialista en Crianza

@mejumaro.crianza.

mlsantamaria@gmail.com

 

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