Educación

Los impactantes números del sistema universitario en Argentina

El sistema universitario no es ajeno a la crisis que padece la educación en todo el país. El dato más representativo es la baja tasa de graduación, que no alcanza al 20%. Es decir, de cada 10 que ingresan, terminan 2.

Ángeles Reig
Ángeles Reig jueves, 16 de marzo de 2023 · 07:16 hs
Los impactantes números del sistema universitario en Argentina
Foto: shutterstock.com

Hace algunas semanas, MDZ dio a conocer un informe del CEA que daba cuenta de un dato preocupante: sólo 1 de cada 4 argentinos entre 25 y 64 años cuenta con estudios terciarios o universitarios.

Pongamos ahora el foco en la población que accede a los estudios universitarios. De acuerdo con la última información disponible (2020) el sistema universitario en su conjunto alberga una matrícula de casi 2.477.000 alumnos, de los cuales 642.000 son ingresantes a primer año y de entre ellos, sólo el 32,5% tiene entre 17 y 19 años.

Hay que tener en cuenta también, que la tasa de retención de primer año suele ser baja. En general, oscila entre el 60 y el 65%. En otras palabras, apenas un poco más de la mitad decide continuar con la carrera luego de haber concluido primer año.

Si miramos la distribución de los alumnos según el tipo de gestión, encontramos que la gran mayoría elige las universidades estatales que albergan 1.872.600 alumnos contra apenas 445.600 en el sector privado. A pesar de ello, la cantidad de universidades es pareja en ambas gestiones. El Estado, tanto a nivel nacional como provincial, cuenta con 62 universidades y 5 institutos universitarios, mientras que hay 50 universidades y 15 institutos universitarios de gestión privada. Es por eso que éstas, en su mayoría, son instituciones pequeñas o medianas y se encuentran, casi todas, en zonas de alta densidad de población, mientras que, por el contrario, hay al menos una universidad estatal en cada provincia.

La tasa de graduación

El sistema universitario no es ajeno a la crisis que padece la educación en todo el país. El dato más representativo es la baja tasa de graduación, que no alcanza al 20%. Es decir, de cada 10 que ingresan, terminan 2.

Este dato plantea un enorme desafío, sobre todo si se tiene en cuenta que hay lugares donde la situación es aún más dramática. Es el caso de algunas de las universidades del conurbano bonaerense, donde cada 100 alumnos que ingresan, se reciben 4.

En este contexto, el gobierno apuesta, en general, a la misma metodología: aumentar la oferta. Tanto es así, que, desde el año pasado, y a pesar de los significativos recortes que sufrió el presupuesto en el área de educación, pugna en el Congreso por la creación de cinco nuevas universidades, tres de las cuales estarían ubicadas en el Conurbano Bonaerense, a pesar de que en esta zona metropolitana con alta conectividad de transporte público ya funcionan 15 Universidades Nacionales.

Cercanía no es igual a accesibilidad

Quienes defienden la proliferación de estas casas de estudios sostienen que “los pobres no van a la universidad si les queda lejos”.

Sin embargo, el argumento es engañoso. Si bien es cierto que en muchas de las nuevas universidades entre el 70 y el 80% de los alumnos son primera generación de universitarios en sus familias, también es cierto que este porcentaje se mantiene sólo en los primeros años. Quienes logran terminar la carrera pertenecen, en su mayoría a los sectores medios y medios altos. Es decir, con tener cerca la universidad no alcanza.

En este sentido, la mejor estrategia parece ser la de generar un sistema de becas o subsidios para aquellos alumnos con dificultades económicas. Países como Uruguay o Brasil han implementado diversos métodos que garantizan la sostenibilidad de esta medida, a la vez que los montos percibidos son lo suficientemente significativos como para poder sostener la carrera universitaria a pesar del contexto de vulnerabilidad.

El otro gran desafío argentino es mejorar la calidad educativa del Nivel Secundario. Esa fue la estrategia chilena para acercar la universidad a los niveles socioeconómicos más bajos.

Los resultados están a la vista: nuestro país se encuentra entre los que menos graduados tiene cada 100 estudiantes. Aquí la media nacional es 6, mientras que en Brasil es de 15 y en Chile son 14.

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