Arte que motiva

¿Consumidor final?: quien no escuchó esta pregunta existencial

Como cada domingo nuestro noble artista Juan Barros comparte en MDZ una de sus ilustraciones acompañada de buenas reflexiones que nos dejan pensando.

Juan Barros
Juan Barros domingo, 12 de marzo de 2023 · 13:01 hs
¿Consumidor final?: quien no escuchó esta pregunta existencial

¿Cómo nos seduce “Chat GPT”? ¿Su capacidad también es la nuestra al generar textos, responder, traducir, resumir y tanto más que puede lograr por nosotros? Lo hace todo por vos ¿Qué patrones generamos a partir de datos existentes para tomar decisiones?

¿Cómo nos influimos? El miedo no es anónimo. Y es muy persuasivo. Inspirador, de predicciones. La mirada causa lo mirado. ¿Cambiamos tanto y llegamos a tiempo a cambiar?. El temor es exponencial. ¿Las reglas de juego juegan con nosotros? ¡Que el educador sea alguien que justo estaba soñando y lo alcanzó a ver alumno!

“El ideal moderno de subordinación de lo individual a las reglas racionales colectivas ha sido pulverizado, el proceso de personalización ha promovido y encarnado masivamente un valor fundamental, el de la realización personal, el respeto a la singularidad subjetiva, a la personalidad incomparable sean cuales sean por lo demás las nuevas formas de control y de homogeneización que se realizan simultáneamente.

Salto adelante de la lógica individualista: el derecho a la libertad, en teoría ilimitado pero hasta entonces circunscrito a lo económico, a lo político, al saber, se instala en las costumbres y en lo cotidiano. Vivir libremente sin represiones, escoger íntegramente el modo de existencia de cada uno. La era del vacío. Gilles Lipovetsky.

Educar es un riesgo. ¡Caer en el riesgo!. ¿Otra realidad informal?. ¿La realidad infor-mal? No podés estar como querés si no estás como sos. Y Einstein no sacaba buenas notas… Pone énfasis en "Dios no juega a los dados".

Y en su esperarse a sí mismo. "Un adulto normal no se inquieta por los problemas que plantean el espacio y el tiempo, pues considera que todo lo que hay que saber al respecto lo conoce ya desde su primera infancia. Yo, por el contrario, he tenido un desarrollo tan lento que no he empezado a plantearme preguntas sobre el espacio y el tiempo hasta que he sido mayor".
"Cuando Albert nació, su madre pensó que era un ser deforme —debido al tamaño y forma de su cabeza, enorme y angulosa—, y retrasado mental —por su lentitud para comenzar a hablar—. Pero aquel niño, grueso y ensimismado, callado y gris, con el
tiempo aprendió a poner en duda todo lo que los demás decían.

El modo de ser de su padre fue el de un soñador de fracaso en fracaso. El modo de ser de su madre dependía del confort. “Cuando Einstein cumplió cuatro años su madre lo «abandonó» en medio de las calles más transitadas de Munich para asegurarse de que
aprendía a volver a casa solo. Tuvo que hacerlo en más de una ocasión”. “A los cinco años le asignaron una profesora particular para ver si así lograba acceder al segundo grado en la escuela primaria. Era una profesora muy exigente y muy firme, que no soportaba las continuas excusas a las que Albert recurría siempre”.

“Fue, según él mismo confesó: «un niño solitario y soñador, que no encontraba fácilmente amigos», que evitaba las peleas y siempre prefería los pasatiempos difíciles en solitario o los juegos de bloques de construcción, cualquier cosa antes que empatizar con los demás”. “Hasta los nueve años no habló con fluidez. Aguantaba sus sentimientos y no los comunicaba, salvo con sus rabietas. En la música, afición de su madre, encontró uno de los pocos medios para expresar sus sentimientos. Einstein tocaba el violín. Su madre el piano. Nunca fue un violinista brillante, pero se esforzó hasta que el violín se convirtió en su compañero más fiel”.

“Cuando tenía siete años matricularon a Einstein en una escuela primaria donde era el único judío. Según el testimonio de Einstein, eran sus compañeros de clase, no los profesores, los antisemitas. En varias ocasiones soportó malos tratos cuando iba camino del colegio. Con frecuencia le atacaban y se burlaban de él”. Todos los niños pueden ser Einstein - Fernando Alberca

No podés estar como querés si no estás como sos. “Quisiera llevar a cabo un examen de la capacidad individual para estar a solas, partiendo del supuesto de que esta capacidad constituye uno de los signos más importantes de madurez dentro del desarrollo emocional. En la casi totalidad de los tratamientos psicoanalíticos llega un momento en que la aptitud para estar a solas resulta importante para el paciente. Desde el punto de vista clínico, ello puede estar representado por una fase o sesión en silencio que, lejos de indicar resistencia por parte del paciente, es en realidad un logro, casi diría que una proeza. Quizá sea la primera vez que el paciente ha sido capaz de estar a solas”. Donald Wnicott

Creer en el camino lo abre

* Juan Barros es artista plástico, poeta y psicólogo. Perdió la vista a una temprana edad, pero eso no le impidió desarrollarse en el mundo del arte. 

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