Psicología

Un psicoanalista en el diván, el libro que se reedita con prólogo de Gabriel Rolón

El libro del psicoanalista argentino radicado en Francia, Juan-David Nasio, encuentra un nuevo destino. Ahora a través de una colección de Editorial Planeta Biblioteca de Pensamiento y con el sello de Paidós curada por Gabriel Rolón.

Carlos Gustavo Motta
Carlos Gustavo Motta sábado, 18 de febrero de 2023 · 11:04 hs
Un psicoanalista en el diván, el libro que se reedita con prólogo de Gabriel Rolón

Se trata de “Un psicoanalista en el diván” texto que responde a interrogantes sobre el amor, la sexualidad, los hijos, vínculos afectivos, miedos, dudas y prohibiciones subjetivas. Se trata de la posición de un psicoanalista ubicado en el “banquillo de los acusados”, a lo que se le recrimina al psicoanálisis mismo: su tiempo excesivo en relación a la dirección de un tratamiento posible; a no estar a la altura de los tiempos que corren; a constituirse en una terapia costosa; a tener un vocabulario incomprensible; a las “luchas” intestinas de las diversas capillas psicoanalíticas que apresan con reglas institucionales al Freud o al Lacan que podemos llegar a conocer; a su carácter heteronormativo; etc.

En fin, una serie de prejuicios que intentan desalojar la eficacia de la invención freudiana. Reproches que Nasio aclara a lo largo de esta publicación de imprescindible lectura y donde se ubica en el mítico diván del psicoanalista respondiendo a lo que se quiera saber. Él afirma que sistemáticamente se le hace al psicoanálisis tres grandes reproches. El primero se lo ubica en el tiempo y el dinero del tratamiento. Y señala que en efecto, una cura psicoanalítica puede durar varios años.

Sin embargo también señala que él mismo practica curas que pueden durar entre dos y cuatro años. Cuando los analizantes consultan por sus problemas de pareja, fija por adelantado un calendario de consultas repartidas en un período de seis meses. Si se trata de un niño, prefiere reducir al máximo la cantidad de sesiones y evitar de este modo instalar una dependencia psicoanalítica que vendría a sustituir la necesaria dependencia familiar.

El segundo reproche es el costo de un análisis. Se entiende que un tratamiento representa una inversión importante, Pero ese dinero destinado pesa poco en la balanza si lo relacionamos lo que está en juego sobre todo cuando existen conductas destinadas al fracaso, trastornos sexuales y crisis de pareja que resultan repetitivos en la vida de la personas y cuyos resultados son cruciales para cualquiera. El tercer reproche es sobre la remoción de recuerdos del pasado que una persona reprime. Reconoce que el método psicoanalítico favorece la reviviscencia de los recuerdos, en muchos casos de carácter dolorosos pero también son el único medio de deshacerse de los síntomas que obstaculizan la existencia.

Sin lugar a dudas, la dirección de la cura de un tratamiento posible, tienen e delicados y nadie soportaría un análisis en que todas las sesiones fueran penosas por ello Nasio afirma que también se comparten con el paciente muchos momentos felices, en los cuales se siente placer en reconstruir esa historia y en medir los progresos realizados que logran una proyección importante en el futuro. Por lo tanto, luego de las entrevistas preliminares, le toca al psicoanalista adoptar su técnica y sus herramientas a las particularidades de cada paciente.

Juan David Nasio se trasladó en 1969 a Francia donde entró en contacto con Jacques Lacan. A pedido de él, revisó la traducción al español de los escritos. En mayo de 1979, Lacan lo incitó a intervenir en su seminario, clase que luego publicó como “El magnífico niño del psicoanálisis” un texto de carácter académico que continúa vigente. Autor de más de treinta y tres libros traducidos a varios idiomas, en 1999 recibió en Francia la Legión de Honor y la Orden del Mérito en 2004.

El objetivo de la biblioteca de pensamiento es una serie de libros cuyo objetivo es devolver al ruedo obras fundamentales para pensar los tiempos que corren desde distintas disciplinas y enfoques heterógeneos. A propósito de ello, Gabriel Rolón señala en su prólogo que se cuestiona mucho la pertenencia del psicoanálisis a la ciencia y son los positivistas quienes argumentan que la teoría psicoanalítica no resiste a las pruebas de laboratorio y quizás tengan razón. Rolón prefiere considerar al psicoanálisis como un arte que crea sentido en conductas o emociones insensatas que atormentan la vida de una persona. Que pone palabras donde solo hay un abismo de horror y silencio.

Rolón advierte que Nasio es uno de los psicoanalistas que con más coraje y destreza aceptó el reto de transformar toda su obra en un verdadero hecho artístico puesto que habla con la profundidad de quien escribe y escribe con la claridad de quien habla. Parafraseando a Nasio, uno mismo puede experimentar en su propio análisis el deseo confiado de renacer. También se puede experimentar la lectura de este libro que inaugura una serie bienvenida de textos.

* Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.

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