Ola de calor

Una geriatra explica cómo proteger a las personas mayores durante el verano

María del Carmen Fernández, médica especializada en geriatría y en gerontología comunitaria e institucional, brinda consejos para cuidar a los adultos mayores de la ola de calor.

Catalina Massone domingo, 31 de diciembre de 2023 · 07:00 hs
Una geriatra explica cómo proteger a las personas mayores durante el verano
Todas las personas mayores deben recibir los mismos cuidados, incluso los que no reciben ayuda externa. Foto: Ilustración

La ola de calor afecta a todos los ciudadanos y altera el modo en que las personas desempeñan sus actividades cotidianas. Los adultos mayores forman parte de uno de los grupos más afectados, ya que sufren cambios fisiológicos relacionados con la edad y también por posibles condiciones de salud previas. María del Carmen Fernández, médica geriátrica, explica cuáles son los cuidados que hay que tener para garantizar su bienestar durante el verano.  

La doctora (MN: 82756) asegura que los cuidados de los adultos mayores son fundamentales durante las altas temperaturas. Hay que constatar que se hidraten adecuadamente, utilicen ropa cómoda y eviten el consumo de café y de alcohol. Esta última bebida tiene un efecto diurético, favorece a la deshidratación e interfiere en la regulación de la temperatura corporal. A su vez, el consumo de alcohol puede aumentar el riesgo de intoxicación, ya que el cuerpo puede tener dificultades para metabolizarlo de manera eficiente en condiciones de calor

Por otro lado, Fernández recomienda que el café se consuma con moderación porque también tiene un efecto diurético. Además, como es estimulante, puede aumentar la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal. Según ella, la regulación de esta última también puede verse afectada por el consumo de café. 

Ola de calor: cuáles son los riesgos para los ancianos

Fernández insistió en que uno de los riesgos más grandes es llegar a deshidratarse: los adultos mayores suelen tener menos sed y, por lo tanto, toman menos líquido de lo necesario. Pueden llegar a descompensarse y esto aumenta el riesgo de toxicidad por los medicamentos que muchos de ellos reciben.

Entre tanto, hay posibilidades de que aparezcan ciertas enfermedades: insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal o empeoramiento de enfermedades respiratorias subyacentes. Tienen mayor riesgo de sufrir hipertermia porque tienen dificultad para regular la temperatura corporal y, no menor, provoca el deterioro del funcionamiento cerebral, por lo que aumenta el riesgo de que padezcan el síndrome confusional agudo.

Para estar bien hidratados, la doctora recomienda que tomen mucho líquido durante el día. En lo posible, de dos a tres litros de diferentes líquidos (agua, té, mate, leche, sopa, jugos, refrescos, etc). “Como las personas mayores tienen poca sed, es importante remarcarles que tomen líquido a pesar de no estar sedientos. Es recomendable tener una botella de líquido siempre cerca y medir cuánto líquido ingieren”, señala Fernández.

En todas las situaciones, tanto los cuidadores o familiares, deberían consultar con un médico si aparecen signos de deshidratación.

Los signos de deshidratación en las personas mayores pueden variar. Por eso, hay que prestar atención a los cambios en el comportamiento o en la condición física. Algunos signos son disminución de elasticidad de la piel, orina concentrada (oscura), la boca y la lengua pueden estar secas, mareos, confusión mental, inestabilidad y retraimiento. Además, puede aparecer cefalea (dolor de cabeza), pérdida de apetito, fatigabilidad, taquicardia, presión arterial alterada, náuseas y vómitos. 

La experta explica que tienen más posibilidades de sufrir baja presión. Esto se debe a que el calor dilata las arterias y las venas, entonces, baja la presión arterial. Para prevenirlo, recomienda tomar mucho líquido, evitar la exposición directa al sol y utilizar ropa liviana y clara. A su vez, menciona que puede ser adecuado disminuir la medicación antihipertensiva, pero que deben consultarlo con sus médicos. 

Qué pueden hacer las familias y los geriátricos para garantizar la salud de los residentes

Las personas mayores independientes y las que reciben ayuda deben tener los mismos cuidados. Los que viven en sus casas deben estar atentos para cumplir todas las medidas y para evitar la exposición al sol. En el caso de los geriátricos, los cuidadores deberían asegurar la provisión de líquidos y del resto de los cuidados. María del Carmen Fernández también explica que deben implementar medidas específicas durante los períodos de calor para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los residentes. Estas son algunas de ellas:

  • Control de la temperatura ambiente: mantener las instalaciones con una temperatura agradable y con buena ventilación. Para lograr esto, pueden utilizar aire acondicionado o ventiladores.
  • Hidratación constante: asegurar que las personas mayores tengan acceso fácil y constante al agua. Además, fomentar la hidratación regular, incluso cuando no tienen sed. En este sentido, también hay que explicarles que, a pesar de no tener sed, tienen riesgo de deshidratarse. Por eso, les insisten en que tomen líquidos frescos constantemente. 
  • Estar alertas a los cambios de conducta y a la aparición de síntomas de deshidratación. 
  • Vestimenta adecuada: recomendar el uso de ropa liviana y de colores claros para mantener a los residentes frescos. 
  • Educación sobre los riesgos del calor: informar a los residentes, a los familiares y al personal sobre los riesgos asociados con el calor y explicarles cómo prevenirlos.
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