Farmacias: los aciertos y los riesgos de los cambios que impuso Javier Milei
El impacto en la vida cotidiana de las modificaciones que implementó el presidente tiene a las farmacias como blanco de buena parte de los retoques. Los pro y los contra de los cambios.
El sector de la salud es uno de los puntos centrales del mega decreto que firmó el presidente Javier Milei este miércoles, incluyendo una serie de modificaciones que afectarán -esencialmente- a las empresas de medicina prepaga, obras sociales, farmacias y laboratorios.
Una vez que se conocieron los detalles del DNU, distintas entidades del sector empresario farmacéutico analizaron el impacto real que los cambios en siete artículos del la ley que regula las tareas de las farmacias y la venta de medicamentos en el país.
En diálogo con MDZ, Marcelo Peretta, doctor en Farmacia y Bioquímica y director del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), evaluó como positiva la modificación de la Ley 17132/66 que obliga a los profesionales de la salud a “prescribir o certificar en recetas cargadas en formularios electrónicos o digitales".
"Es correcto porque de esta manera se reduce la posibilidad de falsificación que hoy se hace fácilmente con una hoja membretada y sello de profesional. A su vez, se elimina la posibilidad de los errores de prescripción y, por ende, los errores del farmacéutico en la dispensación. La receta electrónica, además, reduce la posibilidad de falsificación de la firma del médico porque la receta electrónica exige requisitos específicos de matrícula, especialidad, certificación, etc., y suele venir asociada a la firma digital del profesional, algo difícil de fraguar", analizó Peretta.

El profesional también destacó la modificación de la ley 25649/01, que estipula que “la prescripción podrá consignar únicamente con el nombre genérico del medicamento o denominación común internacional”.
"Es correcto porque el farmacéutico conoce las diferentes marcas disponibles para una misma droga y evitará el abuso que implica dispensar el producto más caro que contiene lo mismo, posee igual calidad y es igualmente efectivo. De ahí la importancia de no 'ensuciar' la receta con un marca, que además suele ser la cara", dijo.
Ley 17565/67: “Las farmacias podrán constituirse mediante cualquier figura jurídica permitida por la legislación vigente”.
"Es correcto siempre y cuando se garantice la presencia permanente y suficiente de profesionales farmacéuticos durante todo el horario de apertura de la farmacia. Sin farmacéutico, no hay farmacia, así como sin médico no hay clínica o sanatorio. Este punto permitirá el ingreso de farmacias corporativas a la provincia de Buenos Aires y a otras localidades en donde confunden propiedad de la farmacia con calidad del servicio farmacéutico. Debe quedar claro que, independientemente de la razón jurídica, el objetivo de la farmacia es garantizar a la población el origen, la conservación y la información correcta de los medicamentos que consume la población, tareas que están a cargo del profesional farmacéutico, no del propietario", detalló Peretta.
Los riesgos que no contempla el mega decreto de Javier Milei
Bajo el título "La farmacia no es un comercio", la Confederación Farmacéutica Argentina advirtió que la decisión de habilitar vía DNU la venta de medicamentos de venta libre en la vía pública, los kioscos, y cualquier otro comercio "puede causar gravísimas consecuencias a la salud de las personas".
"Además, con ello abre nuevamente la puerta en la Argentina a la circulación de medicamentos falsos y adulterados, poniendo en serio riesgo la salud de las personas, como también ya ocurrió en la década del ‘90", señaló en un comunicado el organismo que nuclea a las farmacias de todo el país.
Otro de los puntos centrales de los cambios es el que permite que cualquier persona sin título habilitante pueda estar a cargo de la farmacia. "Es decir que no habrá un profesional que garantice, bajo su responsabilidad, la calidad, origen y seguridad de los medicamentos que se dispensan", advirtió la Confederación.
En esa misma línea se expresó Marcelo Peretta: "Es un disparate, porque convalida la posibilidad de que el farmacéutico esté simultáneamente en muchos lugares lo que garantiza su ausencia en todos lados. El papel del farmacéutico, encargado del origen, la conservación y la información de todos los productos dispensados, que hoy tiene un papel clave en la vacunación y aplicación de inyectables, el control de la presión arterial, y el seguimiento del uso racional de los medicamentos, resulta incompatible con mantener más de una dirección técnica. Además de bajarle su precio y salario, resulta claro que dejar la
farmacia sin director técnico farmacéutico presente, es fomentar la ilegalidad, el tráfico de drogas, y el consumo irracional de fármacos, porque en su ausencia en dueño venderá sin control por cuestiones de rentabilidad. Esto es inaceptable frente a la creciente automedicación y adicción a medicamentos que genera serios problemas de salud y muertes, según la propia Organización Mundial de la Salud".
Por último, la Confederación agregó que "la farmacia argentina es un ejemplo de eficacia sanitaria para el mundo y este DNU pretende convertirla en un mero comercio, al servicio de la voracidad económica de unos pocos, y que el medicamento deje de ser un bien social para pasar a ser un objeto de consumo, al que algunos argentinos puedan acceder y otros no".
A su vez, Peretta alertó que la modificación de la ley 17565/67, artículo 36, que estipula que “las droguerías podrán despachar recetas…”, constituye "otro disparate" porque la droguería es un distribuidor mayorista de medicamentos, y debe ser clara la diferenciación. "O se es productor (industria o laboratorio) o se es distribuidor (droguería) o se es dispensador (farmacia), es decir que la competencia está en fomentar la apertura de más laboratorios, con sus reglas, de más droguerías, con sus normas, y de más farmacias, según la ley, pero no mezclar roles incompatibles que inducen monopolios, en donde el que produce, también distribuye y vende al público, provocando el efecto contrario al buscado: la cartelización de los precios. Para conocimiento de las autoridades, los países más capitalistas y liberales del mundo, Estados Unidos e Inglaterra, prohíben que las
droguerías (wholeselers) vendan al público", dijo el director del Sindicato Argentino de Farmacéuticos.
"En definitiva, no sea que con el fin de bajar el precio de los fármacos convirtamos a la Argentina en un paraíso del tráfico de drogas, con unos pocos ricos industriales y millones de adictos y muertos por abuso", cerró el profesional.

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