Reducción de subsidios: qué pasará con el valor del transporte a partir del 1° de enero
El Gobierno de Javier Milei confirmó que avanzará con la reducción de los subsidios que recibe el sector del transporte, en especial el del AMBA, más favorecido que el del interior.
Entre las medidas económicas anunciadas por el ministro Luis Caputo figura la reducción de los subsidios a la energía y al transporte, una de las acciones que representarán la mayor parte del ajuste fiscal que deberá encarar el Gobierno de Javier Milei, que se hará efectiva a partir de febrero, según anticipó este miércoles el titular de la cartera de Hacienda.
En el caso particular de los subsidios al transporte, se traducen actualmente en una erogación mensual de $11.500 millones, según la última actualización establecida por el exministro de Transporte Diego Giuliano en el Fondo Compensador que permite que las tarifas sean provistas a un valor inferior al necesario para cubrir los costos de funcionamiento y mantenimiento. Esta compensación alcanza a la oferta y no a la demanda, una ecuación que a partir de ahora podría darse a la inversa.
La gran incógnita ahora es saber de cuánto será finalmente el porcentaje de reducción de esos aportes que realiza el Estado, para poder establecer entonces el nuevo precio que tendrían los transportes urbanos y suburbanos, cuyo mayor impacto recaerá en los colectivos y trenes del AMBA.
"Estos subsidios no son gratis, sino que se pagan con inflación”, dijo el ministro Caputo en su mensaje y remarcó que "los subsidios al transporte en el AMBA son un acto de profunda discriminación con las provincias del interior; así que vamos a terminar también con esa discriminación hacia el interior".
El reparto de los subsidios al transporte público viene siendo un motivo de puja permanente entre la Nación y las provincias por el trato diferencial que recibe el sistema de transporte del AMBA. Esa distorsión, al igual que lo que ocurre con los subsidios a la energía, define un escenario de fuertes disparidades en el costo de los boletos, con precios irrisorios que se pagan en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano respecto de los altos valores del interior.
Al menos 11 millones de pasajeros utilizan diariamente los colectivos en el área metropolitana, lo que lo convierte en el segundo sistema más grande del mundo, con un total de 18.500 unidades en circulación.
Según las estimaciones del sector empresario, sin subsidios y para cubrir los costos de salarios y mantenimiento de los colectivos, el boleto mínimo debería pasar de los $52,96 que se pagan actualmente a los $550, y a $1.200 aproximadamente para los tramos de mayor distancia.
"Las empresas están sufriendo un desfasaje económico y financiero de gran magnitud, ya que llevan afrontados los nuevos costos para producir los servicios con una estructura de costos insuficiente", alertaron días atrás las distintas cámaras de transporte del AMBA, incluso antes de los últimos saltos de precios de combustibles y neumáticos. Un planteo, en rigor, idéntico al que sostiene en simultáneo la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros, que reúne a los dueños de colectivos del interior del país.
Los valores que se pagan hoy por el transporte en las distintas zonas del país
Una maniobra de corte electoralista
Pocos días antes de las elecciones generales de octubre, el Gobierno de Alberto Fernández, a través del Ministerio de Transporte, anunció la puesta en marcha de un esquema de renuncia opcional del subsidio al transporte público por parte de los pasajeros.
De esta manera, los usuarios de trenes y colectivos que consideraron que no necesitaban la ayuda del Estado podían renunciar voluntariamente a la ayuda financiera: hasta el 15 de noviembre, sólo 1665 personas habían pedido la baja.
De acuerdo al esquema de costos difundido por el Gobierno con el objeto de generar incertidumbre en la población y, por ende, favorecer las chances electorales de Sergio Massa, el boleto de tren sin subsidio costaría 1100 pesos y el de colectivo pasaría a 700 pesos.