Los exorbitantes precios de los productos clave para disfrutar de las vacaciones
A semanas del inicio de la temporada de vacaciones de verano, los precios no paran de subir y productos cotidianos empiezan a transformarse en bienes de lujo.
Las vacaciones, además de los costos que significan el traslado, el hospedaje y la comida, tienen también otros gastos clave para disfrutar a pleno del veraneo. En la temporada, tanto quienes vacacionan en la playa, como los que eligen otros paisajes de nuestro país, deben tener en cuenta los números que deberán alcanzar para poder costearlo en medio de la crisis económica.
Una sombrilla económica para la playa cuesta $30.000 para comprarla, siendo la mejor opción frente al costo de un alquiler en los balnearios. En el caso de las reposeras, pueden oscilar entre los $50.000 y los $200.000, dependiendo la calidad del producto y el fin de la misma, ya que no es igual una de tela que puede transportarse hasta la playa que las de plástico que suelen instalarse casi permanentemente junto a las piletas.
Bajo la idea del entretenimiento en la playa, una tabla para barrenar se vende, como mínimo a $20.000, mientras que una tabla de surf, para quienes gustan del deporte ideal para sortear las olas, deberán gastar unos $250.000. Los que prefieran quedarse en la arena, una lona para la playa está $15.000, mientras que una toalla grande está en torno a los $10.000.
Muchos eligen llevar bebida o comida a la playa, por lo que la conservadora térmica de plástico (llamada comúnmente "heladerita") cuesta alrededor de $50.000. Un equipo de mate, otra opción que eligen muchos, ronda en los $45.000, en ambos casos, habrá que sumarle lo que se quiera guardar dentro, y los alimentos y bebidas no son productos en baja en estos tiempos.
Los protectores solares son uno producto clave de quienes desean irse de vacaciones, ya que son fundamentales para evitar quemarse gravemente con el sol, como así también daños más graves en la salud dermatológica. Un protector solar oscila entre los $8.000 y los $12.000, teniendo en cuenta que debe aplicarse cada dos o tres horas. En el mismo concepto de la salud, un repelente de mosquitos, fundamental para evitar transmisión de enfermedades zoonóticas, oscila entre los $900 y los $1.500 por unidad.
Si se suman estos costos, por la necesidad de comprarlo por primera vez para unas vacaciones, se requerirá de $228.900, que habrá que agregarlos entonces a la suma que se necesita para traslado y hospedaje hasta el lugar de recreo. Estos números, en medio de la crisis económica, representan casi $100.000 más que un Salario Mínimo Vital y Móvil en nuestro país.
¿Cuánto cuesta alquilar una carpa en la playa?
El alquiler de una carpa en las playas argentinas es un costo que muchos de los que vacacionan en la Costa Atlántica no pueden darse. Entre los que pueden hacerlo, existe la opción de alquilar por toda la temporada, pero a sabiendas de que el costo es mucho más alto, siendo que los precios están en torno al millón de pesos.
Otras opciones son las que valúan el alquiler por un mes, variando para enero en torno a los $900.000 y en febrero cerca de los $700.000. En marzo, por la baja en la afluencia turística, está la opción más barata, ubicándose en cerca de los $450.000. Para los casos del alquiler por una quincena, el valor se ubica en torno a los $480.000, dependiendo el balneario elegido. Vale aclarar que, en el marco de la crisis económica, no sería sorprendente que, quienes no lo hayan hecho con anticipación, se encuentren con aumentos en ciertos valores.
Para quienes elijan el camping en lugar de la playa, la Patagonia suele tener precios más altos que en otras regiones del país, pero también es de los preferidos para estas actividades, ubicándose en torno a los $2.400 diarios para adultos y $1.400 para los niños. La colocación de una carpa cuesta en torno a los $900, mientras que el ingreso en auto está en los $1.500, aunque muchos no cobran estacionamiento, y el ingreso con motorhome se cobra por encima de los $2.000. Los precios, igualmente varían según el lugar donde se desee vacacionar y las prestaciones que ofrezca el establecimiento, como cualquier servicio de hotelería.