El descubrimiento científico clave para la lucha contra el cáncer de mama

Un equipo de investigación del Conicet Mendoza realizó estudios bioinformáticos e in vitro que les permitió identificar dos proteínas que podrían predecir si el tratamiento estándar de un subtipo de cáncer de mama resultaría efectivo para las personas que padecen esta enfermedad. El importante descubrimiento es sobre el subtipo de cáncer de mama denominado HER2 positivo, que es uno de los más agresivos.

Marina Flamini, investigadora del Conicet y autora del proyecto junto con la becaria Carla Castro Guijarro y el investigador Matías Sánchez forman el equipo del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (Imbecu) del Conicet que llevó a cabo este estudio que ya fue publicado en la revista Cancers. Tal como se explica en dicha publicación, el cáncer de mama "es la enfermedad tumoral más común diagnosticada en mujeres en todo el mundo, con una alta incidencia de mortalidad", razón por la que este descubrimiento podría significar un avance significativo en la salud de las mujeres.

En la publicación científica, los investigadores explican que los tumores mamarios son muy heterogéneos y se clasifican en cinco subtipos. Saber esta clasificación es una herramienta clínicamente valiosa para predecir el pronóstico y asignar tratamientos. Asimismo, señalan que aproximadamente "entre el 15 y el 25 % de los BC están enriquecidos en HER2 lo que significa que los tumores sobreexpresan el receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2, también conocido como ErbB2) en su superficie. Los pacientes con HER2+ BC exhiben una forma agresiva de la enfermedad asociada con un mal pronóstico caracterizado por intervalos libres de enfermedad más cortos y una supervivencia reducida".

Marina Flamini, afirma que "el tratamiento habitual para el cáncer de mama HER2 positivo implica el uso de un medicamento llamado trastuzumab, que bloquea la acción de la proteína HER2. Este tipo de terapia es selectiva ya que afecta únicamente a las células tumorales, debido a que las normales no presentan esta proteína en gran cantidad. Sin embargo, existe una preocupación creciente ya que una fracción significativa de pacientes no responde favorablemente a este tratamiento, o responde inicialmente, pero luego la terapia deja de funcionar, dando lugar a lo que se conoce como resistencia”.

Según la publicación científica de este descubrimiento, la resistencia puede ser primaria, cuando hay ausencia de respuesta desde el inicio del tratamiento o secundaria, cuando inicialmente el paciente responde satisfactoriamente a la terapia pero luego evoluciona hacia enfermedades más agresivas y con menos probabilidad de recuperación. Esto es importante, sostienen, porque en la actualidad ningún biomarcador validado puede predecir el beneficio de cada enfoque anti-HER2 para guiar las decisiones terapéuticas individuales por la dificultad para determinar qué mecanismos de resistencia se desarrollan en cada paciente.

Justamente, las proteínas identificadas por el equipo de investigación podrían predecir si el tratamiento para HER2 positivo resultaría efectivo. “Encontramos dos proteínas, llamadas vinculina y cortactina, cuya expresión difería entre pacientes con mayor y menor probabilidad de supervivencia. Además, la expresión de estas proteínas también era útil para distinguir entre pacientes que responden favorablemente al tratamiento con trastuzumab y los que no. Las personas con menor expresión de estas proteínas tenían mejor pronóstico y mostraban una respuesta eficaz al tratamiento. En el ámbito científico, a este tipo de moléculas que permiten predecir la agresividad de la enfermedad y la respuesta a un determinado tratamiento se las denomina “biomarcadores” pronósticos y predictivos, respectivamente. En este caso, descubrimos estas dos proteínas que podrían estar involucradas en el tipo de respuesta de los tumores a los tratamientos, siendo estas moléculas un blanco interesante para mejorar la terapia”, dice Sánchez.

En ese sentido, Castro Guijarro agrega que "los biomarcadores son herramientas esenciales para asegurar que se administre el tratamiento adecuado a la persona adecuada, evitando tratamientos ineficaces. Más aún en este tipo de enfermedades donde el tratamiento certero y precoz marca la diferencia”.

Para finalizar, Flamini asegura que este es el primer paso, ya que buscan "ir más allá para evaluar si estos resultados obtenidos a partir de bioinformática y ensayos con líneas celulares son validados en muestras de pacientes. De ser así, estas proteínas podrían ser consideradas como blanco terapéutico en el desarrollo de futuras terapias para el tratamiento de tumores mamarios HER2 positivos resistentes a trastuzumab”.