Preocupa la salud de Helena, la perra de Ricardo Piñeiro que también sufrió un ACV

Aunque pocos lo saben, el Accidente Cerebrovascular (ACV) es una condición médica que no discrimina entre humanos y nuestros fieles amigos de cuatro patas, los perros. Tras la muerte este miércoles de Ricardo Piñeiro, el exrepresentante de modelos, a causa de un ACV, se conoció en las últimas horas que uno de sus cuatro perros salchicha, Helena, permanece internada en estado delicado tras haber sufrido -como su dueño- un accidente cerebral.

La noticia hizo que muchos se preguntaran acerca del alcance en las mascotas de este tipo de afecciones que suelen estar asociadas siempre a los seres humanos. Sin embargo, médicos veterinarios confirman que tanto perros como gatos pueden ser víctimas de un ACV.

Aunque puede ser una situación preocupante, la clave reside en la información; entender los signos y síntomas es crucial para reconocerlo a tiempo y buscar atención veterinaria de inmediato. Los datos afirman que el accidente cerebrovascular afecta al 2% de los pacientes neurológicos que se admiten en las clínicas veterinarias.

Un Ictus en perros es un evento neurológico que ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se ve interrumpido, ya sea por una obstrucción (embolia o trombosis) o por una hemorragia cerebral. "Esta interrupción provoca una falta de oxígeno y nutrientes en ciertas áreas del cerebro, dañando o destruyendo tejido cerebral y afectando la función neurológica del perro", explican desde Novecan, sitio veterinario especializado en ortopedia y accesorios para mascotas.

Los signos y síntomas del Ictus en perros pueden variar según la zona del cerebro afectada, pero los más comunes incluyen problemas de equilibrio y coordinación, dificultades para caminar, movimientos incontrolados de los ojos, pérdida del control de la vejiga o intestino, debilidad en extremidades, desorientación, pérdida de apetito y letargo.

Según el daño que haya producido el ictus, las posibilidades de recuperación son amplias. Dependerán, en gran medida, de las terapias de rehabilitación a las que se someta al animal y a los cuidados que se le brinden tanto en el hogar como en centros de salud especializados.

Cuáles son los factores de Riesgo

Al igual que en los humanos, ciertos factores pueden aumentar el riesgo de Ictus en perros, como la edad avanzada, enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas, enfermedades renales y lesiones traumáticas.

Para establecer un diagnóstico certero se requiere de una evaluación completa por parte de un veterinario, que puede incluir un examen neurológico, análisis de sangre para detectar causas subyacentes y estudios de imágenes como resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC) para confirmar el diagnóstico.

Qué medidas de prevención podemos adoptar con nuestras mascotas

• Ejercitación diaria de 30 minutos
• Mantener una dieta equilibrada
• Revisiones veterinarias regulares
• Un entorno seguro pueden reducir el riesgo
• Tener las vacunas al día