Los escalofriantes relatos de los rehenes de Hamás que fueron liberados
Algunos se animaron a hablar del drama que vivieron durante las semanas que estuvieron privados de la libertad en Gaza: hambre, oscuridad, miedo e incertidumbre.
Gracias a la tregua entre Israel y Hamás, rehenes de ambos bandos pudieron regresar con sus familias y seres queridos. Al recuperar su libertad, algunos que permanecieron en manos de la organización terrorista se animaron a hablar de los calvarios que vivieron: dormir en sillas de plástico, comer pan y arroz, horas de espera para poder ir al baño, y la tremenda incertidumbre de no saber qué sería de sus vidas.
Keren Munder, de 54 años, fue liberada el pasado viernes 24 junto a su hijo Ohad (9) y su madre Ruthy (78). Fue su prima, Merav Mor Raviv, quien se animó a dar detalles del cautiverio mientras sus familiares se encuentran en observación dentro de varios hospitales de Israel.
Los calvarios que vivieron los rehenes en Gaza
Dijo que recibían alimento de forma irregular y, salvo el menor, perdieron alrededor de siete kilos en 50 días, pues sus comidas consistían mayormente en un poco de arroz y pan. Según relató, debieron dormir en sillas de plástico acomodadas en una habitación, la cual lucía como una recepción; además, a veces tenían que esperar varias horas para poder ir al baño.
Merav también recordó a uno de sus primos, que fue asesinado cuando incendiaron su casa. En paralelo, su tío Avraham Munder, padre de Keren y esposo de Ruthy, en manos de Hamás. “Ya le buscaremos un lugar donde vivir, para reconsturir el kibutz de Nir Oz harán falta dos años. Y Ohad es un niño afortunado: a diferencia de otros chicos liberados que ya no tienen su casa o se han vuelto huérfanos, él tiene a sus padres, su casa de Kfar Saba, su cuarto, su escuela, sus clases de tenis”, remarcó.
También se conoció la experiencia de Yaffa Adar, una rehén liberada de 85 años. Su nieta, Adva Adar, contó que la mujer también había perdido peso. “Contaba los días de su cautiverio”, relató la joven, y sumó: “Regresó y dijo: ‘sé que he estado allá por 50 días’”.

Yaffa describió lo vivido como un “infierno”, así como también la “telaraña” de túneles de Gaza. De todos modos, insistió en que los terroristas la habían tratado bien, pues las autoridades israelíes cambiaron los protocolos: prefieren limitar la información, porque son relatos que pueden afectar la sensibilidad de alguien y usarse de propaganda.
“Cuando la vi no podía parar de llorar. Por suerte pudimos abrazarla de nuevo y era ella la que nos consolaba, nos decía ‘estoy bien, estoy acá, sobreviví’, dándonos a todos fuerza”, recordó su nieta. En este sentido, señaló: "Ahora se encuentra acompañada, con ayuda psicológica y va a necesitar tiempo para recuperarse. Su cuerpo y su alma están tratando de adaptarse a la nueva realidad, que es dura”.
Video: el momento en el que Hamás libera a los primeros rehenes

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