¿Vos qué esperás? Somos como somos amados
Es domingo y llega "Arte que motiva", la columna semanal para MDZ, que está disponible para todos nosotros con su estilo particular.
¡No puedo más!
“El cliente siempre tiene la razón” es la seducción del envión para dar prioridad a la satisfacción del cliente.
“El cliente nunca se equivoca” es otra defensa… de lo que hacer creer.
“El cliente es rey” acostumbraron a decir en Alemania.
“El cliente es un Dios” prefieren expresar en Japón.
Los candidatos ya nos dieron la razón…
Ahora atravesamos el puente por el que los gobernantes llegan desde la promesa hasta cada uno de nosotros, por el que se hacen aún más uno de nosotros, por lo que nos hacemos “nosotros” mucho más.
Si todo está tan lejos… ¡Acércate vos!
Los escombros los podés alcanzar a Ver cimientos.
Todo lo que podés creer es lo que podés crear con la mirada: lo mirado.
Lo que no creés es lo que no podés creer. Creer es el “¡puedo!”.
Y… todo está tan lejos como el destino.
Lo que más podemos tener es… ¡Tener en cuenta al otro!
“Distingámonos por la capacidad de salir de nosotros mismos – un anuncio para ser verdadero anuncio debe salir del propio egoísmo – y tener también la capacidad de superar todo confín.
El Evangelio narra el sorprendente encuentro de Jesús con una mujer extranjera, una cananea que le suplica que sane a
la hija enferma (cfr Mt 15,21-28). Jesús se niega, diciendo que ha sido enviado solo «a las ovejas perdidas de la casa de
Israel» y que «no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos» (vv. 24.26). Pero la mujer, con la insistencia
típica de los sencillos, replica que también "los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos" (v. 27).
Jesús se quedó impresionado y le dice: "Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas" (v. 28). Este encuentro con esta
mujer tiene algo único. No solo alguien hace cambiar de idea a Jesús, y se trata de una mujer, extranjera y pagana; sino que
el Señor mismo encuentra confirmación al hecho de que su predicación no debe limitarse al pueblo al que pertenece, sino
abrirse a todos” -invita así Francisco en la audiencia del pasado miércoles.
El tiempo no es irrespetuoso.
¡Patria, como sé amarte sé amarme!
Como puedo dar gracias es como puedo ser…
¡No suponernos!
¡A estrenar voluntad!
* Juan Barros, energizante natural. Apto para todo público.