Cordón del plata

La aparición de un cóndor muerto enciende las alarmas y ya buscan al responsable

Más de una decena de perdigones fueron encontrados en el cuerpo de un cóndor. No resulta la primera vez que los humanos atentan contra una de las especies más emblemáticas de Mendoza.

Andrea Pellicer
Andrea Pellicer sábado, 25 de noviembre de 2023 · 20:45 hs
La aparición de un cóndor muerto enciende las alarmas y ya buscan al responsable
La necropsia al cóndor mostró el grave daño que recibió. Foto: Fundación Cullunche

Fue a través del aviso de un andinista que las autoridades tomaron conocimiento de que había un cóndor sin vida en el curso del arroyo El Alumbre, ubicado en la Quebrada de las Vacas, uno de los lugares de mayor población de estas aves en Mendoza. Tras realizarle la necropsia se halló más de una docena de perdigones, por lo que se dedujo que el animal había sufrido un escopetazo a corta distancia.

El cóndor andino es una especie protegida a través de leyes nacionales y provinciales, además existen enormes esfuerzos para cuidar a su población, la cual es monitoreada de cerca. Incluso, la próxima semana se desarrollará un nuevo censo en la provincia para conocer cuántos sobrevuelan los cielos de Mendoza. Según el noveno censo (que se dio a conocer en enero del 2023) se logró reportar a 111 cóndores, 60 de ellos avistados simultáneamente.

Así fue encontrado el cóndor en la zona del Cordón del Plata. Foto: Fundación Cullunche

Sin embargo, y a pesar de trabajo que se lleva adelante, aún hay personas que los dañan. Desde la Fundación Cullunche, Jennifer Ibarra, precisó que se reciben unos cóndores intoxicados o muertos por año. “Parece poco, pero si se tiene en cuenta la población y la biología de este animal, es un montón”, detalló. Es que, una de las tareas que se enmarcan en el Programa de Conservación del Cóndor Andino es colaboran para que esta especie alcance la adultez y pueda reproducirse, algo que tiene sus complicaciones.

Esto es porque la madurez sexual del cóndor andino es alcanzada recién a los cinco o seis años. Tras el apareamiento, la hembra sólo pone un huevo, que eclosiona después de 50 días y el pichón vive con sus padres hasta los dos años. Toda esta dinámica es, en parte, la responsable de su escasa población.

El comportamiento humano es la otra y existen dos causas principales de caída de cóndores: disparos e envenenamientos. Ambas involucran a las personas. “La intoxicación por agroquímicos y por plomo son las razones más frecuentes. Las primeras se dan porque algunos puesteros ponen cebos tóxicos; la otra, cuando el animal sobrevive al disparo, pero el plomo que liberan los perdigones terminan envenenándolo”, destacó la veterinaria.

 Sin embargo, el último ejemplar encontrado muerto mostró algunas singularidades: “Si bien no es la primera vez, a este evidentemente lo pudieron agarrar de cerca porque cuando hicimos la necropsia nos encontramos con un desastre: hemorragias internas, el hígado roto, entre otras heridas”.

Radiografía que evidencia la cantidad de perdigones que que encontraron en el cuerpo del animal. Foto: Fundación Cullunche

El desconocimiento: una de las razones del maltrato

Ibarra explicó que el cóndor andino tiene un rol fundamental en el ecosistema debido a que se trata de una especie carroñera y, gracias a él, se evita la proliferación de bacterias y malos olores en la zona cordillerana que producen los animales en descomposición.

A pesar de que su dieta se limita a especímenes muertos, la especialista indicó que aún se mantiene la creencia de que el ave puede llevarse al ganado, mascotas o, incluso, hasta niños. Este resulta ser uno de los motivos por los cuales se atenta contra su vida, a pesar de ser ampliamente refutada ya que las patas del animal están más adaptadas para caminar y son de poca utilidad como armas u órganos de caza.

En cuanto a los cebos tóxicos, que son básicamente pedazos de carne contaminados con agrotóxicos, estos pueden no estar dispuestos para ellos, sino que suelen tener como destinatarios a los pumas –también para evitar el ataque al ganado-. Sin importar quién sea el receptor (pumas o cóndores), esta práctica está terminantemente prohibida y el responsable puede recibir una multa de hasta $3 millones en caso de dañar a un animal protegido.

En busca del responsable

Desde la Secretaría de Ambiente ya se inició una investigación para dar con el responsable del ataque, para ello se trabaja de forma conjunta con el Ministerio de Seguridad. Sebastián Melchor, director de Recursos Naturales, indicó que la identificación del arma que se utilizó para dañar al animal puede dar algunos indicios. Además, se buscará si en la zona viven personas que cuenten con permisos para portar armas.

En tanto, Jennifer Ibarra pidió que las personas que circulen o hagan ejercicios en el área estén atentos a este tipo de hechos, tanto a la hora de avispar a un animal en problemas o a una persona en actitud sospechosa, ya que esto puede resultar indispensable para la supervivencia de esta especie.

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