Por qué Javier Milei no se sentará en el mítico "Sillón de Rivadavia"
El mandatario recientemente electo no ocupará su lugar en Casa Rosada desde el próximo 10 de diciembre. Los motivos.
Javier Milei es el nuevo presidente de la Argentina tras vencer al candidato oficialista Sergio Massa en el balotaje, con la promesa de romper con muchos aspectos de la política actual. Entre esas cosas, anunció que gran parte de sus funciones las llevará a cabo desde la Quinta de Olivos en lugar de la Casa Rosada, pero no es ese punto el que lo aleja del mítico Sillón de Rivadavia.
El nuevo presidente asumirá el próximo 10 de diciembre, cuando se cumplen cuatro años de la asunción de Alberto Fernández y en el día histórico que celebra el 40 aniversario desde restitución democrática. Será el mayor tiempo de democracia ininterrumpida desde el oscuro episodio del golpe de estado fascista que encabezó José Félix Uriburu en 1930, que interrumpió la democracia vigente desde 1861, cuando se unificó la Confederación Argentina con el Estado Libre de Buenos Aires.
Aunque comúnmente se habla de la "carrera por el Sillón de Rivadavia", a la hora de ahondar sobre la carrera electoral para, Javier Milei no se sentará en dicho sillón. Esto no por una disposición del libertario, sino porque no existe tal sillón en el despacho del presidente de la Nación, sino que fue otro presidente el primero en usarlo.
Bernardino Rivadavia está reconocido como el primer presidente argentino, aunque en realidad lo fue del protoestado de las Provincias Unidad del Río de La Plata entre 1826 y 1827. Aunque fue el primer mandatario, no fue tampoco el primer gobierno a nivel nacional, ya que el Directorio, los Triunviratos y las juntas de Gobierno ejercieron, de alguna manera, la comandancia del país en los tiempos de las guerras de independencia.
Más allá de los gobernantes previos, que realmente comandaban a un grupo de líderes revolucionarios, Rivadavia fue el primer intento de generar un Gobierno central que condujera los caminos de la nueva y próspera nación. El intento quedó trunco poco después de cumplido el año, con una gestión muy cuestionada, pero guardándose, como muchos períodos de la historia, el lugar para el mito.
Aquel sillón que habrá usado el expresidente Rivadavia, en realidad, no sobrevivió al paso del tiempo y no se encuentra en ningún museo, pero tampoco el actual es el más antiguo. En el Museo del Bicentenario se encuentra el que usara el expresidente Santiago Derqui, que gobernó la Confederación Argentina bajo la Constitución Nacional de 1853, entre 1860 y 1861, antes que se eligiera a Bartolomé Mitre como presidente del país unificado.
Parece increíble pero tampoco se encuentra en el despacho presidencial de la Casa Rosada aquel sillón que usó el expresidente Mitre durante su presidencia provisional y constitucional entre 1861 y 1868. El que se encuentra hoy ocupado por Alberto Fernández y que ocupará Javier Milei a partir del 10 de diciembre, tampoco fue utilizado por Domingo Faustino Sarmiento o Nicolás Avellaneda.
El sillón que se encuentra frente al escritorio presidencial fue adquirido por Julio Argentino Roca en el final de su primera presidencia, entre 1880 y 1886. Este se compró en la Casa Forest de París, siendo de nogal italiano y decorado con la técnica "dorado a la hoja", con una lámina de oro. Desde aquel entonces todos los presidentes se han sentado realmente en el "Sillón de Roca", algo que parece un guiño de la historia hacia Javier Milei y su simpatía discursiva e ideológica por la "Generación del 80".