Las claves para mitigar las consecuencias de Zonda y sismos

Mendoza es considerada por todos como la tierra del sol y del buen vino. Sin embargo, también la podríamos denominarla como el territorio del viento Zonda y los temblores. Los siniestros recientes son la clara muestra de ello, ya que el pasado fin de semana, el Zonda azotó a la provincia, provocando incendios en zonas de Pedemonte, y causando pérdidas parciales y totales para los vecinos.

Por otro lado, el día martes tembló en Chile (magnitud de 6.8), y el sismo se llegó a sentir en Mendoza. "El temblor me llegó a marear", le confiesa una joven mendocina a este medio.

Estos últimos episodios, sumado a lo que ocurre históricamente en la provincia, obligan a pensar en posibles soluciones a dichas problemáticas.

Mauricio Saldívar, especialista en Gestión del Riesgo de Desastres y Meteorólogo, afirma que el plan de contingencia sirve para actuar luego de que se declara el evento, y en ese sentido, sugiere ser "más proactivo que reactivo".

El experto considera necesario desarrollar un plan integral de gestión de riesgos, que considere diferentes aspectos en los cuales la respuesta es importante (plan de contingencia), pero en donde la preparación, la mitigación y el desarrollo de capacidades de resiliencia sean fundamentales.

Para el meteorólogo, es importante abarcar las diferentes dimensiones del riesgo, que son las siguientes:

• Sistema de alerta temprana
• Campañas de concientización (no sólo a la población, también a los tomadores de decisión)
• Potenciar y dotar de recursos a la protección civil (por eso hace falta concientizar a los tomadores de decisión)
• Trabajar en las normas de ordenamiento territorial
• Establecer planes de continuidad de los negocios y exigírselos a los prestadores de servicios públicos
• Asegurar la infraestructura crítica, que permite que se desarrollen las actividades esenciales
• Invertir en la gestión del riesgo
• Analizar el carácter sistémico del riesgo: ¿qué pasa si hay un sismo?; ¿hay medios y recursos disponibles?

¿Cuál es el plan de gestión integral del riesgo de Defensa Civil?

Defensa Civil, además de poseer un plan de contingencia en caso de sismo, viento Zonda, incendio o tormenta severa (el mismo está pensado para instituciones escolares, pero es válido para cualquier ciudadano), tiene integrado en el Plan Provincial de Ordenamiento Territorial (PPOT) un Plan de Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil.

Consciente de lo que puede provocar potencialmente fenómenos climáticos característicos de Mendoza como el Zonda o los sismos, el organismo propone una serie de acciones para disminuir al máximo posible la probabilidad de siniestros.

Entonces, las medidas planteadas por Defensa Civil en el Plan de Gestión Integral del Riesgo para mitigarlo ante amenazas naturales y antrópicas son:

• Inventario cartográfico de amenazas naturales y antrópicas y creación de bases de datos asociadas
• Generación de un índice de riesgo que contemple tanto la peligrosidad como la vulnerabilidad social
• Prevenciíon de riesgos y desastres
• Proyecto pedagógico para la reducción de la vulnerabilidad frente a riesgos

La importancia de los recursos hídricos para Mendoza

Mauricio Saldívar asegura que en el caso del Zonda, y teniendo en cuenta este contexto de cambio climático, con un proceso de desertificación en curso (con mayor presión sobre el recurso agua), considera "prioritario actuar y tomar a la Gestión del Riesgo como política de Estado a largo plazo".

En ese sentido, si bien el Pronóstico de caudales de los ríos de Mendoza presentado por el Departamento General de Irrigación marca valores "normales" que no se vislumbraban hace más de una década, desde la entidad reconocieron que no hay que relajarse, y que es necesario aumentar la eficiencia a la hora de distribuir el agua, ya que la misma se encuentra en un 50%, según reconoció Sergio Marinelli, titular del organismo.

En ese punto coincide el Plan Ambiental provincial, que en uno de sus objetivos, enfatiza en la importancia de la sostenibilidad ambiental, que incluye utilizar los recursos hídricos eficientemente y garantizar el acceso para el consumo humano y actividades productivas.