Opinión

El cambio climático y el riesgo de la inseguridad alimentaría

El cambio climático presenta manifestaciones cada vez más evidentes. Alteraciones en las temperaturas y en las precipitaciones, así como fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.

Matías Imperiale lunes, 9 de octubre de 2023 · 06:25 hs
El cambio climático y el riesgo de la inseguridad alimentaría
En las próximas décadas, los efectos del calentamiento global podrían afectar la estabilidad de las reservas de comida y en la volatilidad de los precios. Foto: MDZ

Actualmente nos encontramos en la primera línea de una batalla muy importante frente a un escenario que, ya de por sí, es problemático y ahora amenaza contra las garantías de poder proveer de alimentos a la población mundial. El contexto nos marca que los elevados precios de la energía y los cuellos de botella en las cadenas de suministro internacionales implican, a su vez, oportunidades para la aparición de nuevas formas de economías.

En las próximas décadas, los efectos del calentamiento global podrían afectar la estabilidad de las reservas de comida y en la volatilidad de los precios. Por eso, los sistemas alimentarios tienen un gran desafío de adaptación: ser capaces de seguir produciendo lo suficiente para una humanidad que continúa aumentando en un contexto de temperaturas extremas.

Los expertos señalan que si queremos que el calentamiento global no sobrepase  el umbral de 2°C en la temperatura media a nivel mundial respecto a la temperatura preindustrial, se deberían ir reduciendo las emisiones de GEI en más del 50% antes de 2050. Un informe que realizó el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático advirtió que el rendimiento de los cultivos puede estar ya en disminución y que para 2050 pueden haberse generalizado reducciones entre el 10% y el 25%, o incluso más.

Si queremos que el calentamiento global no sobrepase  el umbral de 2°C en la temperatura media a nivel mundial, se deberían ir reduciendo las emisiones de GEI en más del 50% antes de 2050. Foto: MDZ.

A su vez, su conclusión más grave es que la agricultura y la alimentación están entre los sectores que se ven más afectados por el impacto del cambio climático y que tendrán que hacer un mayor esfuerzo de adaptación. También sabemos que el calentamiento global influye en los patrones meteorológicos, provocando olas de calor, lluvias intensas y sequías, por eso si no se implementan soluciones, la disminución del rendimiento de los cultivos, especialmente en las regiones con mayor inseguridad alimentaria, podría llevar cada vez a más personas a la pobreza.

Actualmente las estadísticas demuestran que el número de afectadas por inseguridad alimentaria aguda aumentó en 82 países de 135 millones en 2019, a 345 millones en junio de 2022, ya que la guerra en Ucrania, las interrupciones de las cadenas de suministro y las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19 hicieron subir los precios de los alimentos a máximos históricos.

Un nuevo modelo productivo ayudaría a enfrentar las diferentes situaciones de estrés, a la vez que protege las condiciones de mercado para que exista también una oferta hacia el pequeño campesino y el pequeño productor. Fortalecer los cultivos a través de métodos que no generen residualidad es una forma primordial de adaptación.

El único camino posible es incorporar herramientas para reducir significativamente el impacto ambiental. Es por esto que resulta importantísimo empezar a buscar nuevas soluciones frente a nuevas problemáticas que vayan surgiendo, acelerando la adaptación, y comprender que si no actuamos con anticipación estaremos poniendo en riesgo algo tan crucial para nuestra vida como los alimentos.

Matías Imperiale.

* Matías Imperiale, Director Operativo en Agro Sustentable

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