Sexting: una actividad en auge y cada vez más convencional
Las redes sociales alientan esta práctica, que cada vez es más común entre adolescentes, pero que también se da con frecuencia en adultos.
El sexo virtual se convirtió en una práctica muy común. Mejor conocido como sexting, muchas personas utilizan los chats de las redes sociales para enviar fotos "subidas de tono".
Esta actividad es cada día más frecuente, tanto en jóvenes como en adultos, que aprovechan la espontaneidad de los sistemas de mensajería para "jugar" eróticamente con su pareja sexual, ya sea marido o mujer, novio o novia, o simplemente una persona a la cual se esté conociendo.
Esto se debe también a que es incluso más segura, ya que son varias las plataformas que han implementado la opción de "ver solo una vez" las imágenes.
Dicha metodología permite que las fotos no tengan posibilidad de difusión (tal como ocurría hace algunos años), y que la imagen se autodestruya luego de ser vista.

Antes de esta modalidad, los usuarios tenían otras estrategias para que la fotografía en cuestión no se divulgara: "Las fotos que nos mandábamos con mi pareja, las eliminábamos apenas la otra persona lo viera", aseguró un joven adolescente a MDZ.
En ese sentido, el sexólogo Walter Ghedin asegura que la intimidad pertenece justamente a ese ámbito, y que no debería ser violada por ninguno de los miembros de la relación.
Si bien las estrategias van cambiando a medida que pasa el tiempo, Ghedin asegura que "desde que existe internet, se han borrado los límites en todas las áreas, como la de pensar, la de sentir y la de actuar; y en cada una de ellas está incluida la dimensión sexual", señaló.

Asimismo, un estudio realizado por el Instituto Kinsey afirma que el uso de la tecnología en el sexting va en aumento, ya que dicha interacción alivia la sensación de sociedad, siempre teniendo en cuenta que debe haber algún tipo de vínculo afectivo entre quienes participan en el chat.
La tecnología avanza a pasos agigantados, y la gente utiliza sus bondades para sacar a relucir su costado erótico. El vehículo son las redes sociales, aunque es importante tener cuidado con ellas, ya que son un arma de doble filo.

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