Palabra de experta

Qué tener en cuenta para emigrar a España con o sin nacionalidad

La argentina Stella García Ardiles, consultora en migraciones y radicada en España habló con MDZ y detalló, punto por punto, qué hacer y qué evitar a la hora de emigrar a España con o sin ciudadanía.

Florencia Rodríguez Petersen
Florencia Rodríguez Petersen sábado, 7 de octubre de 2023 · 06:59 hs
Qué tener en cuenta para emigrar a España con o sin nacionalidad
Radicada en Bilbao y experta en tramites migratorios, explica qué hacer y qué no para obtener la nacionalidad española. Foto: Shutterstock

"En España se habla más de nacionalidad que de ciudadanía", sentencia Stella García Ardiles. Es argentina y lleva años viviendo en Bilbao, a donde se desempeña como consultora en migraciones. Señala que, "por cómo están las cosas en Argentina", cada vez recibe más consultas de argentinos que buscan obtener la documentación necesaria para radicarse en España.

En diálogo con MDZ, la creadora de Migrantoria, detalla que si bien "la nacionalidad española se puede adquirir de varias maneras" las más habituales para migrar son dos: una opción es "adquirir la nacionalidad por tener ascendientes españoles, padres o abuelos españoles de origen", la otra -que también es muy habitual- es "la nacionalidad por residencia". Al respecto detalla que "las personas de países latinoamericanos que demuestren residencia legal continuada durante dos años pueden solicitar la nacionalidad española por residencia cumpliendo unos requisitos y haciendo el examen correspondiente".

García Ardiles detalla que "ahora estamos viviendo una situación excepcional" debido a la cuál se plantea una tercera alternativa: se trata de la Ley de Memoria Democrática que se prevé que esté abierta hasta octubre de 2024. "En determinados supuestos, demostrando ser nieto de español, se puede solicitar la nacionalidad española en el consulado que corresponda", detalla la experta y sigue: "Es una ley reparadora para los exiliados por la dictadura, pero luego también se abrió a otros casos".

Tal como suponen muchos argentinos, realizar el trámite de la ciudadanía estando radicado en España "puede facilitar los trámites en algunos casos. Por ejemplo, si se es descendiente directo de un español de origen y menor de edad, la nacionalidad se tramita directamente en el consulado español, que te corresponde por domicilio en Argentina. Pero en otros casos, como en casos de arraigo familiar, se puede tramitar en España siendo mayor de edad, acreditando que se es hijo de español de origen y residiendo un año de manera legal".

Explica, que este dato es clave ya que "se puede entrar como turista para hacer este arraigo familiar y luego solicitar la nacionalidad por residencia. Esa sería, digamos, la ventaja de poder tramitarla en España, aparte de la nacionalidad por residencia".

Los errores más frecuentes de los argentinos

Aparte de asesorar en extranjería a quienes quieren obtener su nacionalidad española, García Ardiles se sigue de cerca la actividad de muchos argentinos que buscan radicarse en España u otros países europeos. A partir de la observación y de su experiencia a notado ciertos errores frecuentes entre quienes se lanzan a este camino. "Un error bastante frecuente es suponer que los ascendientes, como bisabuelos y anteriores, pueden dar el derecho a solicitar la nacionalidad. En el caso de España no es así, la nacionalidad se reconoce de manera directa: de padres a hijos", explica.

Señala otro aspecto clave que pocos tienen en cuenta. "Aunque la nacionalidad se le tramite a un menor de edad en Argentina, es necesario que lo ratifique antes de los 21 años y este trámite a veces se olvida. Es importante realizarlo para tener activa la nacionalidad. Luego, también se entiende que la nacionalidad se solicita para ejercerla, así que las personas deben estar atentas a trámites como para mantenerla activa". 

Señala aun un tercer error o desinformación que muchos tienen. "Se piensa que la nacionalidad española no se pierde y esto no es así. Es posible perderla -cosa que no sucede con la nacionalidad argentina- en algunos supuestos. Sin embargo, puede recuperarse realizando una serie de trámites".

En la misma línea, marca un punto adicional. "Otra confusión -que se ve en argentinos que tienen hijos aquí en España- es suponer que porque un niño de padres argentinos nace en España, es español directamente, y no es así. Primero -debido a que la Argentina no reconoce en principio a los hijos nacidos fuera del territorio nacional- hay que hacer un trámite en el consulado. Luego, con esa 'negativa formal' de la nacionalidad, España brinda la nacionalidad por presunción, porque uno de los derechos del niño es no ser apátrida, es decir que todos los niños tienen derecho de ser ciudadano o tener nacionalidad en algún país".

García Ardiles asegura que ese es un caso frecuente porque suponen que el niño obtiene la nacionalidad por el sólo hecho de haber nacido en territorio español. "Pero no es tan así, hay que hacer unos trámites", aclara.

Cómo conseguir la ciudadanía española sin tener ascendientes de este país

Aunque se supone que un amplio porcentaje de argentinos tiene ascendencia europea -especialmente italiana y española- no todos los que quieren emigrar están en condiciones de obtener por esa vía la nacionalidad que les permita instalarse legalmente en el viejo continente. Sin embargo, hay otras alternativas que se pueden poner en marcha.

"Lo ideal es tener un pasaporte europeo de alguno de los países de la Unión Europea", sentencia García Ardiles y agrega que "eso facilita un montón porque te podés registrar directamente como residente, verificando un poco tu trabajo o tus medios de vida, podés ejercer un montón de derechos y podés trabajar, El pasaporte más habitual para los argentinos es el italiano, aunque hay muchos por los procesos de la inmigración europea-argentina", afirma y ejemplifica: "Yo he visto lituanos, he visto de muchas nacionalidades".

Experta en migraciones, adelanta que "si no se tiene pasaporte europeo, las opciones se reducen y están casi todas ligadas al trabajo". La primera opción a la que hace referencia García Ardiles es la residencia no lucrativa. "Te impide trabajar. Se obtiene desde el país de origen demostrando que tenés medios de vida, seguros de salud, acceso a la vivienda, etcétera, de manera que no seas un gasto para el Estado español que sí te permite residir en ese territorio", afirma y acota que "muchos jubilados europeos vienen a vivir aquí con este visado".

Luego, atenta a las consultas de miles de argentinos interesados en emigrar, señala que "el resto de las opciones están ligadas más a temas de trabajo o de estudio". En este sentido, enumera la principales alternativas: 

  1. profesión que esté dentro del catálogo de ocupaciones de difícil cobertura
  2. tener una profesión de alta cualificación,
  3. hacer un emprendimiento para autoempleo "que se hace a través del consulado y, aunque no es muy sencillo, se puede hacer"
  4. realizar estudios en España, o sea, pedir una estancia por estudios

"En general, para las contrataciones en España, siempre se tiene en cuenta la situación nacional de empleo, es decir, cómo está aquí el tema del paro, y si el Estado te autoriza a contratar a una persona que vive fuera del país, tenés que justificar que nadie en España puede hacer ese trabajo", detalla para que se comprenda que acceder a un empleo en la península no es tan simple como algunos creen. "Pero hay excepciones", dice con un tono más esperanzador.

Las primeras ocupaciones a las que se refiere son las del ámbito de la salud. Y agrega que, "por ejemplo, si sos nieto de español y una empresa te puede contratar, tampoco se tiene en cuenta la situación nacional de empleo".

Se refiere a un ítem que es clave y sobre el cuál tienen puesto el foco miles de personas no sólo en Argentina sino en el mundo entero: la posibilidad de conseguir un permiso de residencia para nómadas digitales. "Es una ley bastante nueva gracias a la cuál estos trabajadores tienen facilidades para radicarse en España trabajando para empresas extranjeras. Y, la verdad, que tienen muchas facilidades fiscales", explicita. 

Entonces, cambia el tono y con énfasis apunta qué es lo que no conviene hacer. "Lo que no recomiendo, definitivamente, es venir sin ningún tipo de documentación o visado. Entrar como turista y quedarse más de 90 días cambia la situación de turista a situación irregular, con lo que consecuencia directa para trabajar no se te puede contratar y tienes que trabajar en la economía sumergida", dice. Y agrega: "Para salir de esa situación y tener realmente una autorización de residencia y trabajo hay que esperar por lo menos tres años de permanencia demostrable en el país". Una forma de demostrar ,la permanencia es el empadronamiento. "Se ven situaciones muy complicadas en estos casos. Hay gente a la que le irá mejor, pero no puede salir del país y tiene muchas limitaciones".

Para evitar este tipo de inconveniente, que podrían dificultar más que facilitar cualquier trámite orientado a radicarse en España, afirma que "es muy importante desde mi punto de vista informarse y decidir realmente si el proyecto migratorio tiene que ser en otro país, en este caso España, o si realmente esto es el cambio que necesitamos. A veces hay otras alternativas y es una decisión muy trascendente en la vida de cualquier persona", concluye. 

El caso de Denise: cómo recuperar la nacionalidad española

Denise había perdido su nacionalidad española por no haber ratificado su deseo de mantenerla antes de cumplir 21 años. Llegó a España en mayo de 2022 y recién obtuvo su nacionalidad en marzo de 2023. "Lo que yo hice fue una recuperación de la nacionalidad porque antes de ser mayor de edad no declaré que quería conservarla siendo nieta e hija de españoles -porque mi papá hizo su nacionalidad y se considera español de origen-. Lo hice bajo una figura que se llama arraigo familiar, por ser hija de un español", cuenta.

Detalla que cuando llegó a España tenía una partida de nacimiento española con un sello que decía "no ostenta la nacionalidad española" y por eso tenía que tener un año de residencia para recuperar ese estatus.

"Tuve que presentar muchísimos papeles en extranjería. De a ratos lo burocrático es bastante engorroso y tarda. Yo vine a Valencia pensando que taraba poco pero de todas maneras tardó". Todo el trámite implicó la presentación de muchísimos papeles y gestiones tras lo cuál pudo obtener -después de cuatro meses, a pesar de contar con todos los papeles en regla- un permiso de trabajo. "Tengo amigas que tardaron el doble de tiempo o más en obtenerlo", comenta sorprendida.  

"Después presenté todo en el registro civil para obtener la nacionalidad y en noviembre me llamaron para avisarme que estaba OK, así que pude jurar. En marzo me dieron la ciudadanía y recién ahí pude gestionar DNI y pasaporte", remata mientras sigue instalada en Valencia, la ciudad que eligió a la hora de emigrar

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